Poca expectativa por depreciación acelerada
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 23 marzo, 2009
Poca expectativa por depreciación acelerada
Los opositores cuestionan que es insuficiente para estimular la reactivación de la construcción
Daniel Chacón
dchacon@larepublica.net
Reducir la carga impositiva a los edificios nuevos se perfilaba como un incentivo para empujar la reactivación del desarrollo en el sector inmobiliario y de alquileres, mas la propuesta que manejan las autoridades no es lo suficientemente convincente para fomentar el gasto.
En los próximos días, la Dirección General de Tributación Directa publicará en La Gaceta la resolución 17-02, que permitirá a los propietarios de edificios y otros activos solicitar una depreciación mucho más rápida y fuerte como incentivo para invertir.
La reforma también reduce el plazo, la depreciación se dará en un lapso de 25 años, en lugar de los 50 establecidos anteriormente.
El requisito para optar por esta figura es haber adquirido el inmueble este año, o bien, haber iniciado la construcción en años anteriores e iniciar operaciones en 2009 y que genere algún tipo de ganancia.
Los edificios más antiguos quedarían fuera de la propuesta.
“Se quedó corto, la depreciación acelerada ya existía hasta en un 50%, ahora dan diez puntos más pero en un plazo muy largo. Considero que la medida no tendrá impacto en los sectores de desarrollo inmobiliario ni en lo relacionado con alquileres porque no generará ninguna diferencia significativa”, analizó Allan Saborío, analista tributario de la firma Deloitte.
Este factor también podría ser utilizado por las empresas en el caso de remodelaciones. Por ejemplo, el costo de una reparación o ampliación también podría incluirse como un gasto ante la autoridad tributaria, y solicitar una depreciación acelerada para reducir la carga impositiva de renta.
“Un principio antes de depreciar es estimar que se va a tener mayor ganancia, porque si se van a tener pérdidas de nada sirve depreciar. Esta medida es optativa, pero una vez que se aplica es irreversible, por tanto es indispensable un análisis a profundidad antes de adoptar este mecanismo”, indicó Francisco Villalobos, analista de ICS Consultores.
Para los representantes del sector construcción, una depreciación acelerada podría resultar atractiva cuando se trata de propiedades destinadas al alquiler, no así el desarrollo.
El cuestionamiento es que no resuelve el problema vertebral del sector, que es la limitante de acceso al crédito tanto para el desarrollador como para el comprador; tema que mantiene confrontado al sector con los banqueros, porque en teoría, existe liquidez para atender al sector.
“El sector inmobiliario se encuentra haciendo un gran esfuerzo para mantener su actividad, proteger el empleo e identificar nuevas oportunidades para su reactivación. Es de la mayor importancia que se establezcan las condiciones que permitan restablecer el crédito en condiciones financieras que son las que al final pueden devolverle el dinamismo al sector”, expresó Enrique Egloff, vicepresidente ejecutivo del Consejo de Desarrollo Inmobiliario.
Los opositores cuestionan que es insuficiente para estimular la reactivación de la construcción
Daniel Chacón
dchacon@larepublica.net
Reducir la carga impositiva a los edificios nuevos se perfilaba como un incentivo para empujar la reactivación del desarrollo en el sector inmobiliario y de alquileres, mas la propuesta que manejan las autoridades no es lo suficientemente convincente para fomentar el gasto.
En los próximos días, la Dirección General de Tributación Directa publicará en La Gaceta la resolución 17-02, que permitirá a los propietarios de edificios y otros activos solicitar una depreciación mucho más rápida y fuerte como incentivo para invertir.
La reforma también reduce el plazo, la depreciación se dará en un lapso de 25 años, en lugar de los 50 establecidos anteriormente.
El requisito para optar por esta figura es haber adquirido el inmueble este año, o bien, haber iniciado la construcción en años anteriores e iniciar operaciones en 2009 y que genere algún tipo de ganancia.
Los edificios más antiguos quedarían fuera de la propuesta.
“Se quedó corto, la depreciación acelerada ya existía hasta en un 50%, ahora dan diez puntos más pero en un plazo muy largo. Considero que la medida no tendrá impacto en los sectores de desarrollo inmobiliario ni en lo relacionado con alquileres porque no generará ninguna diferencia significativa”, analizó Allan Saborío, analista tributario de la firma Deloitte.
Este factor también podría ser utilizado por las empresas en el caso de remodelaciones. Por ejemplo, el costo de una reparación o ampliación también podría incluirse como un gasto ante la autoridad tributaria, y solicitar una depreciación acelerada para reducir la carga impositiva de renta.
“Un principio antes de depreciar es estimar que se va a tener mayor ganancia, porque si se van a tener pérdidas de nada sirve depreciar. Esta medida es optativa, pero una vez que se aplica es irreversible, por tanto es indispensable un análisis a profundidad antes de adoptar este mecanismo”, indicó Francisco Villalobos, analista de ICS Consultores.
Para los representantes del sector construcción, una depreciación acelerada podría resultar atractiva cuando se trata de propiedades destinadas al alquiler, no así el desarrollo.
El cuestionamiento es que no resuelve el problema vertebral del sector, que es la limitante de acceso al crédito tanto para el desarrollador como para el comprador; tema que mantiene confrontado al sector con los banqueros, porque en teoría, existe liquidez para atender al sector.
“El sector inmobiliario se encuentra haciendo un gran esfuerzo para mantener su actividad, proteger el empleo e identificar nuevas oportunidades para su reactivación. Es de la mayor importancia que se establezcan las condiciones que permitan restablecer el crédito en condiciones financieras que son las que al final pueden devolverle el dinamismo al sector”, expresó Enrique Egloff, vicepresidente ejecutivo del Consejo de Desarrollo Inmobiliario.