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INVERSIONISTA


Pensiones voluntarias bajo ataque

Carolina Acuña cacuna@larepublica.net | Lunes 18 julio, 2011




• Incierto el cobro de renta al desembolso de sus ahorros para la vejez
Pensiones voluntarias bajo ataque
• Operadoras preocupadas por incentivos a los planes voluntarios

Una nueva interpretación de la ley podría quitar una parte de los incentivos que se supuso las pensiones voluntarias de capitalización tenían, y es que no se les cobraría impuesto sobre la renta para impulsar el ahorro para la vejez.
Las pensiones voluntarias son planes de ahorro de hasta el 10% del sueldo bruto devengado que están exentos del pago de impuesto al salario y de las cargas sociales, con lo que el trabajador puede ahorrar hasta un 20% en impuestos.
Antes de diciembre de 2010, se suponía que a la hora del reparto no se cobrarían impuestos sobre los montos mensuales entregados, pero un criterio del Ministerio de Hacienda emitido en esa fecha, y que está en apelación tiene la decisión final en los tribunales.
“En muchos países más bien se trata de tener más incentivos para que la gente ahorre por su cuenta para su retiro, pero con este impuesto se impulsa a la gente a no ahorrar”, dijo Danilo Ugalde, presidente de la Asociación Costarricense de Operadoras de Pensiones.
El impuesto se aplicaría igual que al salario, con una tabla que grava escalonadamente un 10% o un 15% el excedente desde una base exenta, la cual actualmente es de ¢651 mil mensuales.
En materia tributaria el principio fundamental de equidad indica que se debe tributar al principio (cotización) o al final (pensión). “En Costa Rica , la cotización al Régimen Obligatorio está exenta del pago de renta, por lo que la interpretación de Hacienda en principio parece ser correcta, aquí no se desincentiva el ahorro pues es obligatorio”, dijo Edgar Robles, superintendente de pensiones.
Caso contrario es el voluntario, donde debe existir un incentivo para que las personas ahorren y descarguen el peso de las pensiones futuras con cargo al presupuesto nacional. “Evidentemente, cargar las pensiones voluntarias desincentiva fuertemente el ahorro voluntario, dineros que van destinados a financiar proyectos de largo plazo que de otra forma no se podrían financiar”, añadió el superintendente.
La Dirección de Tributación explica que ACOP planteó a la hora de hacer la consulta, que, al momento de retirar el capital acumulado (principal y rendimientos acumulados) sea total o parcial de esos planes voluntarios, lo que retira el trabajador es un ahorro voluntario; por ende no hay una pensión debido a que a su entender, esta debe consistir en una periodicidad de pagos o pagos en forma vitalicia. Como en su criterio la pensión voluntaria no tiene realmente naturaleza de pensión, consideran que en estos casos no se da el hecho generador del impuesto único sobre las rentas percibidas por pensión.
“Nosotros, por el contrario, indicamos que estos aportes sí tienen, según la ley, naturaleza de pensión”, dijo Francisco Villalobos, director general de Tributación, quien añade que el beneficio fiscal lo disfrutan los trabajadores con las exenciones a impuestos y cargas sociales al hacer sus aportes.
El fallo ante si se cobrará impuesto de renta o no a las pensiones voluntarias es incierto y podría estar listo en varios meses. Mientras tanto las operadoras que ofrecen estos planes están informando a sus clientes para que sepan que el criterio aún no es firme.
“Nosotros le pedimos una autorización al cliente pensionado para retener ese porcentaje mientras se soluciona el problema. Si el cliente no acepta, él tendría que dar cuentas a Hacienda”, explicó José Manuel Arias, gerente de BAC Pensiones.
Tener un plan voluntario es más necesario para las personas con ingresos medios y altos, dado que por el principio de solidaridad de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) estos cotizantes reciben una proporción menor de pensión con respecto al promedio de sus salarios que una persona con ingresos menores a los $800.
Dado que las personas que ganan más que eso recibirán un 55% de su salario promedio o menos, mediante las pensiones obligatorias y la de la CCSS.
“Los incentivos que se dan al pilar voluntario no se deben anular con un impuesto de salida, que gravaría tanto los rendimientos obtenidos como los aportes realizados. Si ese gravamen se aplica, las pensiones voluntarias serán mucho menos atractivas y no solucionaremos el problema de los jubilados”, concluye José Manuel Arias, gerente de BAC Pensiones.



Carolina Acuña
cacuna@larepublica.net










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