Pensiones: Aversión al riesgo
| Lunes 05 noviembre, 2007
Pensiones
Aversión al riesgo
El plan de pensión está condicionado por muchos factores. En este espacio le hemos dado gran importancia al impacto de la inflación sobre los ahorros para el momento del retiro. En principio, para solucionar ese problema se podría optar por buscar tasas de rentabilidad mayores. Pero, inevitablemente, esto va aparejado de un incremento en el riesgo y la capacidad para enfrentar este factor cambia con la edad. Por ejemplo, no es lo mismo un fracaso financiero a la edad de 30 años que a los 45.
En el primer caso usted puede cambiar la estrategia, incrementar la tasa de ahorro y trabajar más duro para recuperar lo perdido, sabiendo que todavía le quedan, al menos, 30 años de vida laboral. Para el segundo, esto no es tan sencillo ya que los años de vida laboral se han reducido a la mitad. En otras palabras, la opción por el riesgo se torna en algo menos atractivo a medida que usted va envejeciendo.
Una forma de enfrentar este desafío es fijar un objetivo mínimo de seguridad en el cómo dispone sus ahorros para la jubilación. Para ello se debe tener un control detallado sobre la cartera de inversiones. Si se detecta un comportamiento anormal en la misma, puede ubicar los activos financieros en una alternativa con un grado de riesgo más limitado.
Lo anterior no deja de ser complicado. Demanda un exceso de vigilancia, requiere tiempo y genera mucha tensión nerviosa. Por otra parte, tomar decisiones en este contexto no es fácil y, lo peor, se convierte en un paso psicológicamente difícil conforme se acerca el momento de la jubilación. La otra alternativa es seleccionar un rendimiento bajo y más seguro para el plan de pensiones (RPP), equilibrar el nivel de vida antes de jubilarse y disminuir el consumo presente para aumentar la tasa de ahorro. Este sería el precio a pagar a cambio de una mayor seguridad. ¡Recuerde, no hay nada gratis!
Juan Carlos Pérez Herra
jcperez@larepublica.net
Aversión al riesgo
El plan de pensión está condicionado por muchos factores. En este espacio le hemos dado gran importancia al impacto de la inflación sobre los ahorros para el momento del retiro. En principio, para solucionar ese problema se podría optar por buscar tasas de rentabilidad mayores. Pero, inevitablemente, esto va aparejado de un incremento en el riesgo y la capacidad para enfrentar este factor cambia con la edad. Por ejemplo, no es lo mismo un fracaso financiero a la edad de 30 años que a los 45.
En el primer caso usted puede cambiar la estrategia, incrementar la tasa de ahorro y trabajar más duro para recuperar lo perdido, sabiendo que todavía le quedan, al menos, 30 años de vida laboral. Para el segundo, esto no es tan sencillo ya que los años de vida laboral se han reducido a la mitad. En otras palabras, la opción por el riesgo se torna en algo menos atractivo a medida que usted va envejeciendo.
Una forma de enfrentar este desafío es fijar un objetivo mínimo de seguridad en el cómo dispone sus ahorros para la jubilación. Para ello se debe tener un control detallado sobre la cartera de inversiones. Si se detecta un comportamiento anormal en la misma, puede ubicar los activos financieros en una alternativa con un grado de riesgo más limitado.
Lo anterior no deja de ser complicado. Demanda un exceso de vigilancia, requiere tiempo y genera mucha tensión nerviosa. Por otra parte, tomar decisiones en este contexto no es fácil y, lo peor, se convierte en un paso psicológicamente difícil conforme se acerca el momento de la jubilación. La otra alternativa es seleccionar un rendimiento bajo y más seguro para el plan de pensiones (RPP), equilibrar el nivel de vida antes de jubilarse y disminuir el consumo presente para aumentar la tasa de ahorro. Este sería el precio a pagar a cambio de una mayor seguridad. ¡Recuerde, no hay nada gratis!
Juan Carlos Pérez Herra
jcperez@larepublica.net