Partidos políticos 2.0 ¿en Costa Rica?
| Jueves 16 octubre, 2008
Partidos políticos 2.0 ¿en Costa Rica?
En una sociedad global, fuertemente competitiva, víctima de la revolución tecnológica actual, en la cual todos nos hallamos circunscritos, se obliga a transformar en muchos casos radicalmente la forma de realizar nuestras funciones, de ejercer nuestra ciudadanía y de interrelacionarnos con aquellas instituciones o personas con las cuales sentimos algún tipo de afinidad (sentimental, partidaria, ideológica entre otras).
En el caso de los partidos políticos, instituciones democráticas sumergidas en fuerte crisis desde hace más de 30 años, la llegada de Internet ha significado no solo la incorporación de novedosas herramientas a ser incorporadas en sus estrategias políticas, sino el planteamiento de retos fundamentales en su accionar, de no atenderse de forma adecuada.
Los cambios en nuestra sociedad han obligado a nuestros partidos políticos a renovarse, repensarse como instituciones propias del sistema democrático, pero sobre todo a lograr adaptarse a las exigencias de un electorado que ha dejado de ser receptor pasivo de sus mensajes para convertirse en creador de opinión, la cual comenta y comparte en diversos medios alternativos de comunicación, los cuales han acabado con el monopolio de la información por parte de los tradicionales medios de prensa escrita o televisiva.
Internet ha supuesto la llegada de una nueva forma de hacer política así como nuevas formas para ser partícipe de ella, lo cual empieza a conocerse como “ciber activismo político”, en el cual herramientas como el establecimiento de canales de vídeos en portales como YouTube para la divulgación de vídeos, el desarrollo de bitácoras personales de candidatos mejor conocidos como blogs, el seguimiento de los candidatos desde nuestro computador o teléfono celular por medio de herramientas como Twitter, el establecimiento de amistades virtuales con los candidatos mediante el uso de redes sociales como Hi5, Facebook e inclusive la simulación de debates virtuales entre candidatos por medio de plataformas como Second Life, son toda una realidad.
En Costa Rica estas herramientas anteriormente mencionadas, han empezado a hacer su aparición gradualmente, tomando un fuerte impulso desde la campaña del referéndum, donde los vídeos de YouTube, aunados a herramientas un poco más tradicionales dentro de este ámbito, como blogs, foros, chats ocuparon la atención de un ciber-electorado aún en ciernes, pero en claro aumento en el ultimo tiempo.
En la actualidad a menos de 18 meses para vivir una nueva contienda electoral, quienes ya consideramos parte de nuestra diaria rutina el contacto con algunas de estas herramientas, esperamos expectantes novedades que puedan incorporar los distintos candidatos o partidos políticos en sus estrategias, pues de no hacerlo estarán defraudando a un electorado que aunque quizás todavía no sea numeroso, es altamente exigente y no debe ser descuidado teniendo en cuenta los resultados tan reñidos en pasados procesos electorales.
Daniel Calvo Sánchez
Estudiante de ciencias políticas y derecho, UCR
En una sociedad global, fuertemente competitiva, víctima de la revolución tecnológica actual, en la cual todos nos hallamos circunscritos, se obliga a transformar en muchos casos radicalmente la forma de realizar nuestras funciones, de ejercer nuestra ciudadanía y de interrelacionarnos con aquellas instituciones o personas con las cuales sentimos algún tipo de afinidad (sentimental, partidaria, ideológica entre otras).
En el caso de los partidos políticos, instituciones democráticas sumergidas en fuerte crisis desde hace más de 30 años, la llegada de Internet ha significado no solo la incorporación de novedosas herramientas a ser incorporadas en sus estrategias políticas, sino el planteamiento de retos fundamentales en su accionar, de no atenderse de forma adecuada.
Los cambios en nuestra sociedad han obligado a nuestros partidos políticos a renovarse, repensarse como instituciones propias del sistema democrático, pero sobre todo a lograr adaptarse a las exigencias de un electorado que ha dejado de ser receptor pasivo de sus mensajes para convertirse en creador de opinión, la cual comenta y comparte en diversos medios alternativos de comunicación, los cuales han acabado con el monopolio de la información por parte de los tradicionales medios de prensa escrita o televisiva.
Internet ha supuesto la llegada de una nueva forma de hacer política así como nuevas formas para ser partícipe de ella, lo cual empieza a conocerse como “ciber activismo político”, en el cual herramientas como el establecimiento de canales de vídeos en portales como YouTube para la divulgación de vídeos, el desarrollo de bitácoras personales de candidatos mejor conocidos como blogs, el seguimiento de los candidatos desde nuestro computador o teléfono celular por medio de herramientas como Twitter, el establecimiento de amistades virtuales con los candidatos mediante el uso de redes sociales como Hi5, Facebook e inclusive la simulación de debates virtuales entre candidatos por medio de plataformas como Second Life, son toda una realidad.
En Costa Rica estas herramientas anteriormente mencionadas, han empezado a hacer su aparición gradualmente, tomando un fuerte impulso desde la campaña del referéndum, donde los vídeos de YouTube, aunados a herramientas un poco más tradicionales dentro de este ámbito, como blogs, foros, chats ocuparon la atención de un ciber-electorado aún en ciernes, pero en claro aumento en el ultimo tiempo.
En la actualidad a menos de 18 meses para vivir una nueva contienda electoral, quienes ya consideramos parte de nuestra diaria rutina el contacto con algunas de estas herramientas, esperamos expectantes novedades que puedan incorporar los distintos candidatos o partidos políticos en sus estrategias, pues de no hacerlo estarán defraudando a un electorado que aunque quizás todavía no sea numeroso, es altamente exigente y no debe ser descuidado teniendo en cuenta los resultados tan reñidos en pasados procesos electorales.
Daniel Calvo Sánchez
Estudiante de ciencias políticas y derecho, UCR