Panamá a mil por hora
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 13 mayo, 2011
Panamá a mil por hora
La oferta gastronómica es variada y su crecimiento exponencial
Pase ocho días analizando la gastronomía panameña y el resultado es asombroso.
Panamá se proyecta a la velocidad que va como un destino gastronómico de primera línea, con un sector tan dinámico como lo son las noticias de la economía y el desarrollo presente y futuro de la infraestructura, que incluye un nuevo centro de convenciones, un metro, un puerto para cruceros frente a la bahía, entre otros ambiciosos (pero reales) proyectos.
Entre ellos la remodelación del casco viejo con restaurantes, bares, enotecas, la cinta costera con una autopista de seis carriles, una ciclo vía y una vía peatonal que recorren todo el frente de la bahía en terrenos robados al mar.
Ni lerdos ni perezosos los inversionistas han respondido a la oportunidad y se ven como hongos crecer conceptos de todo tipo en la ajetreada metrópolis, que atrae capital extranjero como una máquina de hacer popcorn.
Desde la cocina fusión de alto vuelo presentada en una decoración contemporánea, en la que vemos menús que incluyen en la misma propuesta hamburguesas y pizzas de autor mezcladas con platos sofisticados diseñados por el chef Laurent Tourondel, de origen francés y aclamado más recientemente en Nueva York, hasta conceptos latino fusión.
Se ha iniciado también la creación de zonas “rosas” entre las que sobresale la calle Uruguay que ofrece un abanico de más de 35 restaurantes y bares en un radio no mayor de seis cuadras.
Por otro lado, en los centros comerciales y plazas, más restaurantes se muestran con temas tradicionales y no tan tradicionales, informales y más sofisticados. No es extraño tener un perfecto pub irlandés (con sus cervezas ales incluidas) como opción o varios conceptos de comida libanesa ya sea en la ciudad y también en el “Causeway” en Amador, zona en la cual la oferta es abundante.
Síntesis: Panamá es un ejemplo a seguir y es mejor que pongamos atención pues inclusive el plan futuro está ya diseñado y lo más seguro es que se cumpla en muy corto plazo.
La oferta gastronómica es variada y su crecimiento exponencial
Pase ocho días analizando la gastronomía panameña y el resultado es asombroso.
Panamá se proyecta a la velocidad que va como un destino gastronómico de primera línea, con un sector tan dinámico como lo son las noticias de la economía y el desarrollo presente y futuro de la infraestructura, que incluye un nuevo centro de convenciones, un metro, un puerto para cruceros frente a la bahía, entre otros ambiciosos (pero reales) proyectos.
Entre ellos la remodelación del casco viejo con restaurantes, bares, enotecas, la cinta costera con una autopista de seis carriles, una ciclo vía y una vía peatonal que recorren todo el frente de la bahía en terrenos robados al mar.
Ni lerdos ni perezosos los inversionistas han respondido a la oportunidad y se ven como hongos crecer conceptos de todo tipo en la ajetreada metrópolis, que atrae capital extranjero como una máquina de hacer popcorn.
Desde la cocina fusión de alto vuelo presentada en una decoración contemporánea, en la que vemos menús que incluyen en la misma propuesta hamburguesas y pizzas de autor mezcladas con platos sofisticados diseñados por el chef Laurent Tourondel, de origen francés y aclamado más recientemente en Nueva York, hasta conceptos latino fusión.
Se ha iniciado también la creación de zonas “rosas” entre las que sobresale la calle Uruguay que ofrece un abanico de más de 35 restaurantes y bares en un radio no mayor de seis cuadras.
Por otro lado, en los centros comerciales y plazas, más restaurantes se muestran con temas tradicionales y no tan tradicionales, informales y más sofisticados. No es extraño tener un perfecto pub irlandés (con sus cervezas ales incluidas) como opción o varios conceptos de comida libanesa ya sea en la ciudad y también en el “Causeway” en Amador, zona en la cual la oferta es abundante.
Síntesis: Panamá es un ejemplo a seguir y es mejor que pongamos atención pues inclusive el plan futuro está ya diseñado y lo más seguro es que se cumpla en muy corto plazo.