Pablo Arboine dejó pasar beca en la UCR por el fútbol y hoy sueña con debutar en la Sele
Walter Herrera wherrera@larepublica.net | Martes 29 enero, 2019
Pese a tener un futuro como uno de los mejores velocistas del país en 100 metros planos, el defensor del Santos de Guápiles y ahora seleccionado de la Mayor, Pablo Arboine, dejó ir la oportunidad de estudiar becado en la Universidad de Costa Rica para mantenerse en el fútbol y conseguir el sueño de debutar en la Selección Nacional.
En la primera lista que dio el técnico Gustavo Matosas, el nombre de Arboine destacó y podría debutar el 2 de febrero ante Estados Unidos.
El técnico de la Preolímpica, Marcelo "Popeye" Herrera, le dio al jugador la oportunidad de elegir uno de los dos deportes pero no ambos a la vez.
Ante esto el joven de 20 años de la Francia de Siquirres se fue por lo que le dijo el corazón pese a su talento indudable en el atletismo y optó por defender la camiseta tricolor.
Arboine realizó los primeros entrenamientos bajo la tutela de Matosas y aseguró sentirse cómodo con el grupo y seguro ante las exigencias del estratega.
ENTREVISTA
Pablo Arboine
Seleccionado Nacional
¿Qué le ha pedido Gustavo Matosas para jugar con la Selección?
El profesor pide intensidad y el carácter en la cancha le gusta, es muy intenso y me recuerda cómo trabajaba Marcelo Herrera, apoya al jugador, habla con uno, se comunica mucho, es muy claro a la hora de dar las directrices.
Para recordar sus inicios, ¿cómo fue su niñez en la Francia de Siquirres y cómo le ayudó el fútbol?
La Francia es un barrio pequeño y tranquilo pero los lugares vecinos como Siquirres centro o en barrios aledaños se maneja mucha droga.
El deporte lo usé como distracción para alejarme de las drogas.
El fútbol me ayudó a alejarme de eso, tuve amigos que eran promesas del fútbol y por estar en las drogas no llegaron.
¿En algún momento estuvo tentado a entrar en ese mundo de las drogas?
Sí, la verdad sí, en el colegio tuve que hacer un alto y alejarme de personas que consideraba mis amigos pero no me llevaban a buenos lugares.
Un día me agarró mi mamá y me fajeó y me dijo que me centrara en mis estudios, que esas personas no me llevaban a nada bueno.
¿Cómo se dio su ingreso a selecciones menores?
Estábamos de vacaciones y tenía una fisura en la cadera pero no sabía que la tenía en ese momento, me llamaron que iba a llegar un profe de selecciones y teníamos un partido amistoso contra Cariari.
Me citaron y fui a como fuera, ese día jugué de lateral derecho pero jugué solo 15 minutos, no podía del dolor.
Creí que ahí se me había ido mi oportunidad pero el profe me dijo que estaba convocado, que en 15 minutos pude demostrar lo que tenía.
A partir de ahí quemé todos los procesos de selecciones.
Usted fue de los mejores atletas en 100 metros planos, ¿cómo dividía el tiempo entre el atletismo y fútbol?
En 2015 gané la eliminatoria para los Juegos Centroamericanos en los 100 metros planos.
A veces llamaban en Santos y decía que estaba enfermo para ir a correr, era lo que me apasionaba en ese momento, un entrenador me agarró y sabía que era mentira lo que tenía pero por dicha no pasó a más y no volví a hacerlo.
¿En qué momento dejó el atletismo?
Al principio le decía al profe Marcelo (Herrera) que tenía eliminatorias y él me dejaba, incluso rompí el récord en 200 metros planos que tenía Gerald Drummond hijo, pero no me lo valieron porque no había medidor de viento.
Incluso me ofrecieron una beca para estudiar en la UCR, mis entrenadores me decían que para cuando alcanzara los 18 años iba a tener tiempos increíbles, luego rompí el récord en 100 metros planos pero venía el Mundial Sub 17 y ya el profe Marcelo me dijo que debía elegir entre seguir corriendo o jugar fútbol, que no me iba a criticar por mi decisión pero debía elegir y ganó la pasión del momento y seguí en la Selección.