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COLUMNISTAS


Otra vez los migrantes

Carlos Denton cdenton@cidgallup.com | Miércoles 01 mayo, 2019


El Canciller Manuel Ventura visitó a Washington la semana pasada y, por lo visto, tuvo como tema central de su viaje a la capital estadounidense la presencia de más de 50 mil inmigrantes nicaragüenses que han llegado desde que se desata la crisis en el país vecino. ¡Pidió ayuda económica para enfrentar los costos que para Costa Rica representa la presencia de estas personas! Seguramente los que lo recibieron se fueron a sus casas esa noche pensando “otro país centroamericano pobre llegando sombrero en mano a solicitar ayuda.”

Mientras tanto el Gobierno que representa Ventura está permitiendo pasar por su territorio un mínimo de 100 migrantes extracontinentales diarios (36.500 al año) que se dirigen a la frontera sur de los Estados Unidos donde pretenden “pedir asilo” o simplemente entrar ilegalmente. Podemos suponer que si el Secretario de Estado estadounidense pidió ayuda con este problema el Canciller jugó el papel de “pobrecito” y dijo que no podían los costarricenses hacer nada.

¿No había algún tema de mayor importancia que pudiera haber tratado Ventura en ese viaje? Por años se ha conversado de la posibilidad de establecer en el Juan Santamaría una oficina del servicio de migración y aduana del país norteamericano para permitir a los pasajeros hacer los trámites de entrada a los Estados Unidos antes de despegar acá. Esto permitiría a los vuelos que salen de Costa Rica aterrizar en aeropuertos que no son internacionales allá. Facilitaría cambiar de aviones y la pasada de los aeropuertos norteamericanos sería inmediata. ¿Habló Ventura de esto? ¿Tocó temas de comercio entre los dos países? ¿Habló de cambio climático?

Con respecto a los inmigrantes nicaragüenses es posible que algunos están llegando en situaciones de hambre, pero la gran mayoría están dispuestos a trabajar para mantenerse. Con pocas excepciones son personas de bien escapando de una crisis que vive su nación por razones conocidas. ¿No es el momento de recibir a estas personas con brazos abiertos?

Muchos de los que han llegado ahora están acá mientras que perdura la crisis. Si al vecino se le quema la casa, ¿no le pasaría adelante mientras que pase la noche y el frio?

Se oye mucho la queja que “en la Caja pasan adelante los migrantes indocumentados antes de los asegurados.” Esto no es culpa de los nicaragüenses si no de un Seguro Social que tiene problemas en organizarse adecuadamente para atender a todos por igual. Otros dicen que “en la escuela donde está mi hija la mayoría son extranjeros.” ¿Esto afecta la calidad de la educación que recibe su hija? Es seguro que todos están recibiendo lo mismo sin favorecer a nadie.

Es cierto que hay una tasa de desempleo del 12 por ciento en el país. Pero los extranjeros están dispuestos a ocupar los puestos que no quieren los costarricenses; los turnos de noche y fines de semana, las tareas de limpieza, las cosechas de café y azúcar, los puestos de seguridad privada para citar algunas.

Y del Canciller Ventura en Washington, sin más comentarios.






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