Otra ocasión que desperdiciamos
| Martes 01 abril, 2008
Otra ocasión que desperdiciamos
Hace pocos días se realizó en Costa Rica, y por primera vez fuera de Puerto Rico, El Foro “Alianza para la Nueva Humanidad”, presidida por el famoso escritor y experto en asuntos relacionados con la superación personal, Deepak Chopra.
Fue una vivencia extraordinaria por la importante concurrencia con más de 600 personas provenientes de diversos países. Lastimosamente muy pocos latinoamericanos y menos aún costarricenses estuvieron presentes.
Participantes con muy diferentes experiencias, tales como presidentes de multinacionales, médicos, profesores, empresarios y artistas, todos con un objetivo común: buscar una transformación definitiva y significativa de la sociedad actual.
Se concentraron en resolver preguntas acerca de cuál es la visión de transformación que el mundo necesita. ¿Cuáles acciones deben tomarse? ¿Cuál es su misión personal para ayudar a alcanzar esta visión y cómo podemos trabajar juntos para ayudarnos en este reto?
Por tres días consecutivos se analizaron diferentes propuestas, algunas y no pocas, proponían utilizar a Costa Rica como baluarte por su historia de paz y educación. Estas propuestas no cristalizaron al no haber representantes oficiales y líderes costarricenses que participaran en la actividad, salvo unas muy contadas excepciones.
Durante mi participación en este Foro, procuraba comprender la razón de la indiferencia y apatía de nuestros líderes ante temas de tanta trascendencia para la humanidad como los que se discutían. Es cierto que esta es una de tantas iniciativas, pero cuando tenemos la oportunidad de participar y proponer soluciones no las aprovechamos. Lo que acostumbramos hacer, en cambio, es quejarnos y reclamar.
Yo me preguntaba: ¿tendremos derecho luego de hacerlo si no somos participativos cuando hay oportunidad?
El dejar que otros hagan es uno de los principales defectos que nos tienen sumidos en el subdesarrollo. ¿Cómo pretendemos erradicar la pobreza, combatir la delincuencia y preservar el ambiente si no tomamos ninguna acción para lograrlo?
Lo he repetido en diversas oportunidades, cada vez que tengo ocasión. Estamos perdiendo todo aquello que ha sido parte de nuestra identidad como costarricenses: Liderazgo en solidaridad, ecología, educación y en ser baluartes de la paz.
Despertemos, si queremos cambios, hagamos los cambios . El futuro se escribe en el presente.
Hubo una vez, un pequeño pájaro llamado Tasoo que vivía en una enorme selva. Un caluroso día de verano se inició un terrible incendio que devoró árboles y animales de la jungla. Otros pájaros volaron hacia el cielo, lejos, buscando un lugar seguro, pero Tasoo no podía dejar que su preciosa selva se quemara. Día y noche ella voló con todas sus fuerzas, ida y vuelta, hacia el río. Llenando su pequeño pico con agua que lanzaba sobre las furiosas llamas. El corazón valiente y determinado de Tasoo conmovió a los dioses del cielo hasta las lágrimas, y una gran lluvia cayó sobre la selva, apagando las llamas. Es así como las más pequeñas acciones de un espíritu determinado pueden cambiar al mundo.
Antigua fabula oriental.
Eduardo Villafranca Sargent
CEO Grupo Islita
Hace pocos días se realizó en Costa Rica, y por primera vez fuera de Puerto Rico, El Foro “Alianza para la Nueva Humanidad”, presidida por el famoso escritor y experto en asuntos relacionados con la superación personal, Deepak Chopra.
Fue una vivencia extraordinaria por la importante concurrencia con más de 600 personas provenientes de diversos países. Lastimosamente muy pocos latinoamericanos y menos aún costarricenses estuvieron presentes.
Participantes con muy diferentes experiencias, tales como presidentes de multinacionales, médicos, profesores, empresarios y artistas, todos con un objetivo común: buscar una transformación definitiva y significativa de la sociedad actual.
Se concentraron en resolver preguntas acerca de cuál es la visión de transformación que el mundo necesita. ¿Cuáles acciones deben tomarse? ¿Cuál es su misión personal para ayudar a alcanzar esta visión y cómo podemos trabajar juntos para ayudarnos en este reto?
Por tres días consecutivos se analizaron diferentes propuestas, algunas y no pocas, proponían utilizar a Costa Rica como baluarte por su historia de paz y educación. Estas propuestas no cristalizaron al no haber representantes oficiales y líderes costarricenses que participaran en la actividad, salvo unas muy contadas excepciones.
Durante mi participación en este Foro, procuraba comprender la razón de la indiferencia y apatía de nuestros líderes ante temas de tanta trascendencia para la humanidad como los que se discutían. Es cierto que esta es una de tantas iniciativas, pero cuando tenemos la oportunidad de participar y proponer soluciones no las aprovechamos. Lo que acostumbramos hacer, en cambio, es quejarnos y reclamar.
Yo me preguntaba: ¿tendremos derecho luego de hacerlo si no somos participativos cuando hay oportunidad?
El dejar que otros hagan es uno de los principales defectos que nos tienen sumidos en el subdesarrollo. ¿Cómo pretendemos erradicar la pobreza, combatir la delincuencia y preservar el ambiente si no tomamos ninguna acción para lograrlo?
Lo he repetido en diversas oportunidades, cada vez que tengo ocasión. Estamos perdiendo todo aquello que ha sido parte de nuestra identidad como costarricenses: Liderazgo en solidaridad, ecología, educación y en ser baluartes de la paz.
Despertemos, si queremos cambios, hagamos los cambios . El futuro se escribe en el presente.
Hubo una vez, un pequeño pájaro llamado Tasoo que vivía en una enorme selva. Un caluroso día de verano se inició un terrible incendio que devoró árboles y animales de la jungla. Otros pájaros volaron hacia el cielo, lejos, buscando un lugar seguro, pero Tasoo no podía dejar que su preciosa selva se quemara. Día y noche ella voló con todas sus fuerzas, ida y vuelta, hacia el río. Llenando su pequeño pico con agua que lanzaba sobre las furiosas llamas. El corazón valiente y determinado de Tasoo conmovió a los dioses del cielo hasta las lágrimas, y una gran lluvia cayó sobre la selva, apagando las llamas. Es así como las más pequeñas acciones de un espíritu determinado pueden cambiar al mundo.
Antigua fabula oriental.
Eduardo Villafranca Sargent
CEO Grupo Islita