Ola de nacionalizaciones inunda Venezuela
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 15 agosto, 2008
Ola de nacionalizaciones inunda Venezuela
Chávez anuncia un “pronto acuerdo” parar comprar la filial del grupo español Santander
Eugenia Soto y agencias
esoto@larepublica.net
Hugo Chávez, presidente de Venezuela, anunció en Buenos Aires que se vislumbra un “pronto acuerdo” para la compra del Banco de Venezuela, filial del grupo español Santander.
Chávez explicó que el vicepresidente venezolano, Ramón Carrizalez, mantuvo en Caracas una reunión con directivos del grupo Santander que fue “excelente, extraordinaria” y con buena “disposición”.
“Se vislumbra un pronto acuerdo”, “vamos a recuperar el Banco de Venezuela”, agregó el mandatario venezolano.
El Banco de Santander estaba tratando de vender su filial venezolana “a la calladita”, dijo Chávez, que explicó que cuando se enteró de la operación del grupo español, a través de fuentes de la inteligencia, ordenó investigar y consiguió el preacuerdo que se había alcanzado.
El Santander se hizo con el control del Banco de Venezuela, el más antiguo de este país suramericano, en diciembre de 1996 con la compra del 80% de las acciones en una subasta por $301,1 millones. Posteriormente adquirió otro 13% de las acciones, mientras el restante se distribuyó entre personas privadas.
Al 30 de junio pasado, la filial, que analistas valoran entre $1.200 y $1.900 millones, contaba con 285 oficinas y tres millones de clientes y, según datos de los sindicatos del Santander en España, trabajan en ella 4.565 empleados.
Desde 1999, cuando Chávez asumió el poder, la economía venezolana ha experimentado un proceso creciente de nacionalización de empresas. En 2006, el presidente anunció la nacionalización de los campos petroleros operados por empresas extranjeras, lo cual resultó en un incremento de las acciones del gobierno en estos proyectos del 40% a un 60%.
Las negociaciones culminaron con la salida de las estadounidenses Exxon Mobil y ConocoPhillips de la Faja, mientras que Chevron permanece aún en el negocio como socia minoritaria.
El gobierno de Venezuela también concretó en mayo de 2007 la renacionalización de la Compañía Anónima Teléfonos de Venezuela (CANTV), la mayor empresa de telecomunicaciones del país, tras pagar $1.300 millones por el 86% de las acciones.
Venezuela también finalizó en mayo del año pasado la nacionalización de la empresa Electricidad de Caracas (EDC), al pagar a la estadounidense AES Corporation unos $740 millones, correspondiente al valor del 82% del paquete accionario.
En febrero pasado, la administración de Chávez firmó un convenio para pagar $106 millones a la estadounidense CMS Energy por el 88% de la empresa eléctrica Seneca.
En abril anterior, Chávez ordenó nacionalizar la siderúrgica Ternium Sidor, filial del consorcio argentino-italiano Ternium-Technic, y dio plazo hasta septiembre para llegar a un acuerdo sobre el precio que el Estado pagará por su 60% de las acciones.
El mandatario venezolano también puso en marcha la nacionalización de la mayor parte del sector cementero del país, con la compra de las filiales locales de la mexicana Cemex, de la suiza Holcim y de la francesa Lafarge.
Chávez anuncia un “pronto acuerdo” parar comprar la filial del grupo español Santander
Eugenia Soto y agencias
esoto@larepublica.net
Hugo Chávez, presidente de Venezuela, anunció en Buenos Aires que se vislumbra un “pronto acuerdo” para la compra del Banco de Venezuela, filial del grupo español Santander.
Chávez explicó que el vicepresidente venezolano, Ramón Carrizalez, mantuvo en Caracas una reunión con directivos del grupo Santander que fue “excelente, extraordinaria” y con buena “disposición”.
“Se vislumbra un pronto acuerdo”, “vamos a recuperar el Banco de Venezuela”, agregó el mandatario venezolano.
El Banco de Santander estaba tratando de vender su filial venezolana “a la calladita”, dijo Chávez, que explicó que cuando se enteró de la operación del grupo español, a través de fuentes de la inteligencia, ordenó investigar y consiguió el preacuerdo que se había alcanzado.
El Santander se hizo con el control del Banco de Venezuela, el más antiguo de este país suramericano, en diciembre de 1996 con la compra del 80% de las acciones en una subasta por $301,1 millones. Posteriormente adquirió otro 13% de las acciones, mientras el restante se distribuyó entre personas privadas.
Al 30 de junio pasado, la filial, que analistas valoran entre $1.200 y $1.900 millones, contaba con 285 oficinas y tres millones de clientes y, según datos de los sindicatos del Santander en España, trabajan en ella 4.565 empleados.
Desde 1999, cuando Chávez asumió el poder, la economía venezolana ha experimentado un proceso creciente de nacionalización de empresas. En 2006, el presidente anunció la nacionalización de los campos petroleros operados por empresas extranjeras, lo cual resultó en un incremento de las acciones del gobierno en estos proyectos del 40% a un 60%.
Las negociaciones culminaron con la salida de las estadounidenses Exxon Mobil y ConocoPhillips de la Faja, mientras que Chevron permanece aún en el negocio como socia minoritaria.
El gobierno de Venezuela también concretó en mayo de 2007 la renacionalización de la Compañía Anónima Teléfonos de Venezuela (CANTV), la mayor empresa de telecomunicaciones del país, tras pagar $1.300 millones por el 86% de las acciones.
Venezuela también finalizó en mayo del año pasado la nacionalización de la empresa Electricidad de Caracas (EDC), al pagar a la estadounidense AES Corporation unos $740 millones, correspondiente al valor del 82% del paquete accionario.
En febrero pasado, la administración de Chávez firmó un convenio para pagar $106 millones a la estadounidense CMS Energy por el 88% de la empresa eléctrica Seneca.
En abril anterior, Chávez ordenó nacionalizar la siderúrgica Ternium Sidor, filial del consorcio argentino-italiano Ternium-Technic, y dio plazo hasta septiembre para llegar a un acuerdo sobre el precio que el Estado pagará por su 60% de las acciones.
El mandatario venezolano también puso en marcha la nacionalización de la mayor parte del sector cementero del país, con la compra de las filiales locales de la mexicana Cemex, de la suiza Holcim y de la francesa Lafarge.