Obreros de construcción toman capital panameña
| Jueves 14 febrero, 2008
Caos vial fue reemplazado por barricadas, fuego y destrucción en Ciudad de Panamá
Obreros de construcción toman capital panameña
Presidente canalero anunció investigación sobre muerte de trabajador que originó protestas
Panamá
EFE
Miles de trabajadores del sector de la construcción, armados con palos y piedras, convirtieron ayer la capital panameña en un asolado campo de batalla, tras bloquear las principales avenidas y dejar en jaque a la policía.
Los trabajadores salieron a la calle en protesta por la muerte el martes de un compañero, que recibió un disparo por la espalda de un policía, tras una manifestación en la ciudad de Colón, al norte de la capital.
La capital panameña pasó de ser un caos de tráfico a primeras horas de la mañana de ayer a un desierto de asfalto dominado por los trabajadores de la construcción, que sembraron las principales avenidas de la ciudad de barricadas, fuego y destrucción generalizada, en una actitud más que agresiva hacia cualquier transeúnte.
Estas protestas estaban originalmente convocadas por el Sindicato Único de la Construcción y Similares (SUNTRACS) para quejarse contra el coste de la vida en Panamá y demandar medidas legales que aseguren la seguridad de los trabajadores del sector en el desempeño de su profesión.
“No solo estamos protestando por la falta de medidas de seguridad en nuestro trabajo, estamos protestando por el alza de la gasolina, por el alza de la canasta básica alimenticia, que ya no se aguanta”, dijo a Efe el secretario de prensa del SUNTRACS, Raimundo García, al frente de una de las barricadas en una avenida central de la capital panameña.
García dijo que “esto es la crónica de una muerte anunciada”, y denunció que “hay una cantidad de trabajadores que se mueren por negligencia de las empresas sin que se establezcan responsabilidades”.
Aseguró que “el año pasado murieron 27 trabajadores en el área de la construcción por falta de medidas de seguridad”, y no hay ninguna persona detenida.
Las fuerzas antidisturbios de la policía panameña se han visto desbordadas e incapaces de controlar, con disparos de gases lacrimógenos y balas de goma, los múltiples focos de protesta y una y otra vez han debido replegarse y esconderse ante la violencia de los manifestantes.
Un muerto, dos heridos y al menos 31 detenidos en la ciudad caribeña de Colón, además de violentos enfrentamientos en la capital, fue el resultado de la jornada de protesta convocada ayer por el SUNTRACS.
A esta protesta se sumaron los estudiantes de la estatal Universidad de Panamá, que a última hora de la tarde del martes y ayer por la mañana fueron dispersados por la policía con bombas lacrimógenas en el centro de la capital.
Airomi Smith, miembro del (SUNTRACS), recibió ayer en Colón un disparo por la espalda de un agente de la Policía Nacional, tras participar en un enfrentamiento entre los trabajadores y efectivos de las fuerzas del orden.
La Policía admitió que uno de sus agentes disparó contra Smith, tras verse amenazado por un “tumulto” que intentó desarmarlo y siguiendo el “procedimiento policial”, que prevé la ley en estos casos de violencia, según aseguró en un comunicado.
Martín Torrijos, presidente de Panamá, dijo ayer que ha ordenado una investigación con todo el rigor sobre la muerte del obrero Al Aromi Emoir Smith para conocer a ciencia cierta lo que pasó.
AºTorrijos se solidarizó con los familiares del trabajador muerto e hizo un llamamiento a la cordura, para que sea la sensatez y la tolerancia las que imperen.
En agosto pasado, los obreros Osvaldo Lorenzo y Luis Antonio Argüelles, también del SUNTRACS, murieron en enfrentamientos con integrantes de otro sindicato, del mismo sector, y la policía.
La ciudad de Colón, al norte de la capital, también fue escenario este miércoles de cierres de calles y de choques entre los obreros de la construcción y la policía, con el resultado por ahora de dos efectivos policiales hospitalizados y un vehículo de las fuerzas de seguridad incendiado.
El secretario de organización del SUNTRACS, Saúl Méndez, dijo hoy que su organización está dispuesta a sentarse a negociar “desde ya” con el Gobierno, pero anunció nuevas manifestaciones para los próximos días.
El SUNTRACS exige la conformación de una “comisión independiente” que investigue la muerte ayer en Colón del obrero Airomi Smith, y la de otros dos obreros en agosto de 2007.
El ministro panameño de Trabajo y Bienestar Laboral, Edwin Salamín, admitió ayer que “hay más de 80 mil trabajadores de la construcción que a diario están en condiciones de riesgo” y que ellos como autoridad tienen la “responsabilidad de atender la prevención del riesgo y minimizar los accidentes” de trabajo.
Obreros de construcción toman capital panameña
Presidente canalero anunció investigación sobre muerte de trabajador que originó protestas
Panamá
EFE
Miles de trabajadores del sector de la construcción, armados con palos y piedras, convirtieron ayer la capital panameña en un asolado campo de batalla, tras bloquear las principales avenidas y dejar en jaque a la policía.
Los trabajadores salieron a la calle en protesta por la muerte el martes de un compañero, que recibió un disparo por la espalda de un policía, tras una manifestación en la ciudad de Colón, al norte de la capital.
La capital panameña pasó de ser un caos de tráfico a primeras horas de la mañana de ayer a un desierto de asfalto dominado por los trabajadores de la construcción, que sembraron las principales avenidas de la ciudad de barricadas, fuego y destrucción generalizada, en una actitud más que agresiva hacia cualquier transeúnte.
Estas protestas estaban originalmente convocadas por el Sindicato Único de la Construcción y Similares (SUNTRACS) para quejarse contra el coste de la vida en Panamá y demandar medidas legales que aseguren la seguridad de los trabajadores del sector en el desempeño de su profesión.
“No solo estamos protestando por la falta de medidas de seguridad en nuestro trabajo, estamos protestando por el alza de la gasolina, por el alza de la canasta básica alimenticia, que ya no se aguanta”, dijo a Efe el secretario de prensa del SUNTRACS, Raimundo García, al frente de una de las barricadas en una avenida central de la capital panameña.
García dijo que “esto es la crónica de una muerte anunciada”, y denunció que “hay una cantidad de trabajadores que se mueren por negligencia de las empresas sin que se establezcan responsabilidades”.
Aseguró que “el año pasado murieron 27 trabajadores en el área de la construcción por falta de medidas de seguridad”, y no hay ninguna persona detenida.
Las fuerzas antidisturbios de la policía panameña se han visto desbordadas e incapaces de controlar, con disparos de gases lacrimógenos y balas de goma, los múltiples focos de protesta y una y otra vez han debido replegarse y esconderse ante la violencia de los manifestantes.
Un muerto, dos heridos y al menos 31 detenidos en la ciudad caribeña de Colón, además de violentos enfrentamientos en la capital, fue el resultado de la jornada de protesta convocada ayer por el SUNTRACS.
A esta protesta se sumaron los estudiantes de la estatal Universidad de Panamá, que a última hora de la tarde del martes y ayer por la mañana fueron dispersados por la policía con bombas lacrimógenas en el centro de la capital.
Airomi Smith, miembro del (SUNTRACS), recibió ayer en Colón un disparo por la espalda de un agente de la Policía Nacional, tras participar en un enfrentamiento entre los trabajadores y efectivos de las fuerzas del orden.
La Policía admitió que uno de sus agentes disparó contra Smith, tras verse amenazado por un “tumulto” que intentó desarmarlo y siguiendo el “procedimiento policial”, que prevé la ley en estos casos de violencia, según aseguró en un comunicado.
Martín Torrijos, presidente de Panamá, dijo ayer que ha ordenado una investigación con todo el rigor sobre la muerte del obrero Al Aromi Emoir Smith para conocer a ciencia cierta lo que pasó.
AºTorrijos se solidarizó con los familiares del trabajador muerto e hizo un llamamiento a la cordura, para que sea la sensatez y la tolerancia las que imperen.
En agosto pasado, los obreros Osvaldo Lorenzo y Luis Antonio Argüelles, también del SUNTRACS, murieron en enfrentamientos con integrantes de otro sindicato, del mismo sector, y la policía.
La ciudad de Colón, al norte de la capital, también fue escenario este miércoles de cierres de calles y de choques entre los obreros de la construcción y la policía, con el resultado por ahora de dos efectivos policiales hospitalizados y un vehículo de las fuerzas de seguridad incendiado.
El secretario de organización del SUNTRACS, Saúl Méndez, dijo hoy que su organización está dispuesta a sentarse a negociar “desde ya” con el Gobierno, pero anunció nuevas manifestaciones para los próximos días.
El SUNTRACS exige la conformación de una “comisión independiente” que investigue la muerte ayer en Colón del obrero Airomi Smith, y la de otros dos obreros en agosto de 2007.
El ministro panameño de Trabajo y Bienestar Laboral, Edwin Salamín, admitió ayer que “hay más de 80 mil trabajadores de la construcción que a diario están en condiciones de riesgo” y que ellos como autoridad tienen la “responsabilidad de atender la prevención del riesgo y minimizar los accidentes” de trabajo.