Obama extiende racha ganadora
| Miércoles 13 febrero, 2008
McCain derrotó a su rival Huckabee, consolidándose como favorito para la nominación republicana
Obama extiende racha ganadora
Votantes se vuelcan en las urnas encantados de que esta vez su voz cuente
Washington
EFE
El senador Barack Obama se impuso ampliamente, como estaba previsto, en Virginia, Maryland y en Washington DC, los tres territorios que celebraron ayer primarias demócratas.
El senador republicano John McCain, que ganó ayer en las primarias de Maryland y Virginia, se hizo también con la mayoría de votos en Washington DC, con lo que consolida su condición de favorito en la carrera por la candidatura republicana.
El triunfo de ayer confirma la estrella ascendente de Obama, que ya se impuso en todas las elecciones celebradas el pasado fin se semana, como fueron las primarias de Luisiana, y los caucus de Nebraska, el estado de Washington, Maine y las Islas Vírgenes.
Estas últimas derrotas suponen un duro varapalo para la senadora por Nueva York, Hillary Clinton, que se verá obligada a replantear su estrategia y a sustituir a los responsables máximos de su campaña.
El lunes anunció la sustitución de su jefa de campaña, Patti Solis, por Maggie Williams, y anoche se supo la dimisión su subdirector de campaña, Mike Henry.
Virginia fue el primer estado en cerrar los colegios electorales, en tanto que Maryland y el Distrito de Columbia, donde se encuentra Washington, la capital federal del país, lo hicieron una hora más tarde.
La cadena CNN, con datos de encuestas realizadas a pie de urna, anticipó la victoria de Obama, senador por Illinois, sobre su contrincante, la también senadora Hillary Clinton.
Los residentes de Virginia, Maryland y el distrito de Washington hacían fila ayer en los centros de votación, encantados de tener voz por primera vez en muchos años en la elección de los candidatos presidenciales.
Una campaña más reñida que en el pasado, especialmente en el lado demócrata, dio la oportunidad a los habitantes de esos dos estados y de la capital del país de participar en un proceso democrático cuyas reglas a menudo dejan sin valor la papeleta de muchos estadounidenses.
Esa emoción se sentía en especial en Washington, que solo comenzó a votar en 1964 en elecciones presidenciales y que aún carece de representación efectiva en el Congreso de Estados Unidos.
“Este es el único voto que cuenta para nosotros”, dijo Betsy Centefonti, de 40 años, a la salida del centro de votación instalado en la escuela secundaria Dunbar, bajo una nieve rala y menuda.
“La mayoría de los otros votos no tienen ningún significado”, añadió Centefonti, que acudió a las urnas con su bebé de tres meses y marcó la casilla del republicano John McCain, porque, según ella, “es un héroe nacional y el mejor preparado para hacer el trabajo”.
Dentro, Steven Genner, el “capitán” del distrito electoral 19, estaba radiante.
“La asistencia ha sido mucho mayor que lo anticipado. Hemos tenido que pedir ya más papeletas, y eso que abrimos hace tan solo dos horas y media”, afirmó Genner, de 50 años, quien ha trabajado como voluntario en “al menos doce” elecciones.
Normalmente a estas alturas de la campaña, los candidatos de ambos partidos están virtualmente definidos.
El sistema de elecciones primarias estadounidense da una voz preponderante a los residentes de estados pequeños, como Iowa y Nuevo Hampshire, que votan de primeros.
Victorias en esas primarias usualmente dan a los aspirantes el impulso y la cascada de donaciones para que no haya quién les pare.
Este año, sin embargo, la batalla cuerpo a cuerpo entre los senadores Barack Obama y Hillary Clinton permite dar su opinión al resto del país.
“No quiero decir que escogí tirando una moneda al aire, pero casi”, dijo Jim McGrath, un contratista de 58 años, quien votó por Obama, al considerar que “está lleno de energía, es perspicaz y traerá el cambio”.
Las elecciones generales en Estados Unidos son en realidad un sistema indirecto, en el que los votantes eligen a unos votantes del llamado “Colegio Electoral”, que, a su vez, escogen al presidente.
Con un 75% de registrados demócratas, la victoria de ese partido está cantada en las generales. Maryland también es territorio demócrata.
En cambio, Virginia ha votado republicano en las últimas cuatro décadas, pero el crecimiento de su población metropolitana al norte lo hace un potencial estado “bisagra”, por lo que el voto de sus residentes sí tendrá valor en noviembre.
Ayer las cosas fueron diferentes. En el campo demócrata todo estaba en duda y los votantes desafiaron las temperaturas gélidas para dar su opinión.
“Obama es la persona que puede unir a este país”, decía Zack Cannon, de 26 años. “Hillary tiene 35 años de experiencia. Es una líder probada”, afirmaba Larry Leiby, de 60. Pero los dos estaban felices por poder emitir un voto que valga para algo.
Obama extiende racha ganadora
Votantes se vuelcan en las urnas encantados de que esta vez su voz cuente
Washington
EFE
El senador Barack Obama se impuso ampliamente, como estaba previsto, en Virginia, Maryland y en Washington DC, los tres territorios que celebraron ayer primarias demócratas.
El senador republicano John McCain, que ganó ayer en las primarias de Maryland y Virginia, se hizo también con la mayoría de votos en Washington DC, con lo que consolida su condición de favorito en la carrera por la candidatura republicana.
El triunfo de ayer confirma la estrella ascendente de Obama, que ya se impuso en todas las elecciones celebradas el pasado fin se semana, como fueron las primarias de Luisiana, y los caucus de Nebraska, el estado de Washington, Maine y las Islas Vírgenes.
Estas últimas derrotas suponen un duro varapalo para la senadora por Nueva York, Hillary Clinton, que se verá obligada a replantear su estrategia y a sustituir a los responsables máximos de su campaña.
El lunes anunció la sustitución de su jefa de campaña, Patti Solis, por Maggie Williams, y anoche se supo la dimisión su subdirector de campaña, Mike Henry.
Virginia fue el primer estado en cerrar los colegios electorales, en tanto que Maryland y el Distrito de Columbia, donde se encuentra Washington, la capital federal del país, lo hicieron una hora más tarde.
La cadena CNN, con datos de encuestas realizadas a pie de urna, anticipó la victoria de Obama, senador por Illinois, sobre su contrincante, la también senadora Hillary Clinton.
Los residentes de Virginia, Maryland y el distrito de Washington hacían fila ayer en los centros de votación, encantados de tener voz por primera vez en muchos años en la elección de los candidatos presidenciales.
Una campaña más reñida que en el pasado, especialmente en el lado demócrata, dio la oportunidad a los habitantes de esos dos estados y de la capital del país de participar en un proceso democrático cuyas reglas a menudo dejan sin valor la papeleta de muchos estadounidenses.
Esa emoción se sentía en especial en Washington, que solo comenzó a votar en 1964 en elecciones presidenciales y que aún carece de representación efectiva en el Congreso de Estados Unidos.
“Este es el único voto que cuenta para nosotros”, dijo Betsy Centefonti, de 40 años, a la salida del centro de votación instalado en la escuela secundaria Dunbar, bajo una nieve rala y menuda.
“La mayoría de los otros votos no tienen ningún significado”, añadió Centefonti, que acudió a las urnas con su bebé de tres meses y marcó la casilla del republicano John McCain, porque, según ella, “es un héroe nacional y el mejor preparado para hacer el trabajo”.
Dentro, Steven Genner, el “capitán” del distrito electoral 19, estaba radiante.
“La asistencia ha sido mucho mayor que lo anticipado. Hemos tenido que pedir ya más papeletas, y eso que abrimos hace tan solo dos horas y media”, afirmó Genner, de 50 años, quien ha trabajado como voluntario en “al menos doce” elecciones.
Normalmente a estas alturas de la campaña, los candidatos de ambos partidos están virtualmente definidos.
El sistema de elecciones primarias estadounidense da una voz preponderante a los residentes de estados pequeños, como Iowa y Nuevo Hampshire, que votan de primeros.
Victorias en esas primarias usualmente dan a los aspirantes el impulso y la cascada de donaciones para que no haya quién les pare.
Este año, sin embargo, la batalla cuerpo a cuerpo entre los senadores Barack Obama y Hillary Clinton permite dar su opinión al resto del país.
“No quiero decir que escogí tirando una moneda al aire, pero casi”, dijo Jim McGrath, un contratista de 58 años, quien votó por Obama, al considerar que “está lleno de energía, es perspicaz y traerá el cambio”.
Las elecciones generales en Estados Unidos son en realidad un sistema indirecto, en el que los votantes eligen a unos votantes del llamado “Colegio Electoral”, que, a su vez, escogen al presidente.
Con un 75% de registrados demócratas, la victoria de ese partido está cantada en las generales. Maryland también es territorio demócrata.
En cambio, Virginia ha votado republicano en las últimas cuatro décadas, pero el crecimiento de su población metropolitana al norte lo hace un potencial estado “bisagra”, por lo que el voto de sus residentes sí tendrá valor en noviembre.
Ayer las cosas fueron diferentes. En el campo demócrata todo estaba en duda y los votantes desafiaron las temperaturas gélidas para dar su opinión.
“Obama es la persona que puede unir a este país”, decía Zack Cannon, de 26 años. “Hillary tiene 35 años de experiencia. Es una líder probada”, afirmaba Larry Leiby, de 60. Pero los dos estaban felices por poder emitir un voto que valga para algo.