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Obama recibió consejos de sus predecesores

| Jueves 08 enero, 2009




Carter, Bush y Clinton, junto al presidente actual, George W. Bush, compartieron con mandatario electo un almuerzo
Obama recibió consejos de sus predecesores

La reunión de ayer fue la primera de todos los presidentes estadounidenses vivos desde 1981

Barack Obama, presidente electo de Estados Unidos, recibió consejos y recomendaciones de todos sus predecesores vivos en un almuerzo en la Casa Blanca que describió como “una reunión extraordinaria”.
Los ex mandatarios Jimmy Carter, George Bush y Bill Clinton, junto al presidente actual, George W. Bush, compartieron con Obama un almuerzo por espacio de una hora, en la primera ocasión desde 1981 en que se reúnen los gobernantes de Estados Unidos, que están con vida.
“El mandatario electo “está agradecido por los consejos y el espíritu de unidad que le mostraron al desearle el éxito de su Gobierno”, dijo Robert Gibbs, portavoz de Obama, en declaraciones después de la reunión.
Tanto Bush como sus predecesores, ofrecieron “consejos útiles” sobre el cargo y los desafíos que Obama encara al hacerse con el mando del país, agregó Gibbs.
El presidente electo pretende mantenerse en contacto “con todos ellos” a lo largo de los próximos años, apuntó.
El almuerzo se desarrolló a estricta puerta cerrada, aunque previamente los cinco comparecieron ante la prensa en el Despacho Oval para una sesión fotográfica.
Bush, el actual jefe de la Casa Blanca, se colocó en el centro, junto a Obama y Clinton. En los extremos quedaron Bush padre y Jimmy Carter. Todos ellos aparecieron sonrientes y relajados.
“Seamos demócratas o republicanos, amamos este país, y en la medida que podamos tenemos muchas ganas de compartir nuestras experiencias con usted. Todos los que hemos ocupado esta oficina entendemos que el cargo está por encima del individuo”, dijo el gobernante Bush.
Por su parte, Obama agradeció a Bush el haber accedido a ser el anfitrión de “esta extraordinaria reunión” y afirmó que a lo largo del almuerzo esperaba recibir “buenos consejos y camaradería” de sus predecesores en la Casa Blanca.
“Todos estos caballeros presentes entienden tanto las presiones como las posibilidades de este cargo”, sostuvo Obama, ante los gestos de asentimiento del jefe de Estado saliente.
La reunión de ayer fue la primera de todos los presidentes estadounidenses vivos desde 1981, cuando Ronald Reagan recibió a Carter, Richard Nixon y Gerald Ford antes del entierro del mandatario egipcio asesinado Anwar el Sadat.
Los gobernantes estadounidenses apenas suelen reunirse y cuando lo hacen, en general, se debe a motivos de gran solemnidad, como un funeral de Estado.
Antes del encuentro de ayer, Obama y Bush se reunieron a solas en el Despacho Oval por espacio de cerca de media hora, en una conversación en la que se esperaba que hablaran acerca de la situación económica y la situación en Oriente Medio.
“Bush y Obama han desarrollado una buena relación, en parte porque “han podido mantener privadas sus conversaciones”, dijo Dana Perino, portavoz de la Casa Blanca.
Obama ha tenido buen cuidado, a lo largo de las semanas de transición, en evitar pronunciarse sobre asuntos de política exterior.


Paulson recomienda eliminar gigantes inmobiliarios

Cerrar los gigantes inmobiliarios Fannie Mae y Freddie Mac, intervenidos por el Gobierno, y reemplazarlos por una o dos entidades privadas con garantías públicas, fue una recomendación emitida por Henry Paulson, secretario del Tesoro de Estados Unidos.
Ambas empresas poseen o avalan la mitad de las hipotecas de Estados Unidos, lo que significa que su futuro estatus determinará qué tipo de mercado inmobiliario existirá en el país una vez que la situación económica se normalice.
Esa entidad o entidades comprarían y titulizarían hipotecas, lo que facilitaría el crédito y la adquisición de casas por parte de los estadounidenses, pero no podrían mantener carteras de inversión, explicó Paulson.
El Gobierno avalaría esas hipotecas y una comisión determinaría las tasas de rendimiento que recibirían la entidad o entidades privadas en el negocio, del mismo modo que las autoridades fijan las tasas en los monopolios eléctricos, por ejemplo.
Fannie Mae y Freddie Mac están en manos públicas desde septiembre, cuando el Gobierno las intervino para evitar su colapso por las pérdidas sufridas con el hundimiento del sector inmobiliario.
Las dos empresas, creadas por el Congreso, tenían accionistas que se lucraban de sus negocios, pero al mismo tiempo los mercados asumían que si algo pasaba con ellas, el Gobierno saldría a ayudarlas.
Esa garantía solapada les permitió crecer de manera “descomunal”, de forma que su deuda de $5,4 billones de dólares equivale a casi el 40% del Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense, según Paulson.

Washington
EFE






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