No supimos matar
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Lunes 20 junio, 2011
No supimos matar
Costa Rica tuvo a Honduras al borde del nocaut y no supo meter el golpe de gracia
Lo que más me impresionó del juego entre Honduras y Costa Rica no fue la eliminación de la tricolor, presupuestada después de su modesto papel en la fase inicial del torneo, ni el par de lanzamientos de penal que desperdició Alvaro Saborío: lo más impactante del juego fue el desplome físico de los catrachos que dio paso y oportunidad para que los discípulos de Ricardo La Volpe pasaran a comandar el partido, pusieran al rival “groggy” y al borde del K.O.; el enemigo se tiraba a la lona para que el juez le contara nueve, descansar, levantarse y al rato volver a caer, pero nunca apareció el golpe letal, que diera en el mentón del que estaba enfrente para derribarlo.
Quien lo pudo propinar con más claridad, dado que el rival había bajado la guardia, fue Alvaro Saborío, pero lanzó un golpe suave a la nariz del enemigo que le permitió a este levantar su brazo y repelerlo.
Si Honduras no se cae físicamente, probablemente nos encaja otros cuatro, como México, porque la defensa costarricense, formada en esta ocasión en línea de cuatro, de nuevo fue colador; además, si no entra ese gol en acción de bola muerta de Dennis Marshall, quedó la impresión de que Costa Rica no metía un gol nunca, detalle que se dio en el resto de la confrontación, con tiempos extra incluidos.
Esa falta de capacidad para meter un gol cuando el rival jugaba con los brazos en la cintura, había renunciado al ataque y solo dejaba pasar el tiempo no se la podemos cargar a La Volpe. El técnico, después de que terminó el primer tiempo con ese flojo desempeño de sus dirigidos, ordenó las variantes que le dieron otra cara al equipo, básicamente con el ingreso de Heiner Mora para retornar a la línea de tres centrales. Repuntaron Acosta y sobre todo Marshall y la Selección Nacional jugó sus mejores minutos del torneo. Ahora, si no pudo o no supo como meter un gol con un enemigo de rodillas, no es tema de entrenador.
Quizá y digo quizá, la salida de Cristian Bolaños no debió darse; con Honduras en el suelo no era necesaria la presencia de Saborío, que se jugó un partidazo táctico levantado una muralla física ante dos gigantes de ébano que le van a todo y con todo; Chávez y Bernárdez. Pudo meter más temprano a Joel Campbell y a otro ariete más pícaro, tipo Randall Brenes, porque urgía vértigo y velocidad para traspasar a una retaguardia en bancarrota.
Pero, lo reiteramos, excusamos al entrenador argentino de su responsabilidad en esta específica etapa del partido, donde fueron sus discípulos los incapaces de doblegar a once jugadores que del otro lado del terreno de juego solo pedían tiempo y misericordia.
Terminada una primera parte donde el mediocampo catracho formado por Róger Espinoza, Hendry Thomas y sobre todo Javier Portillo hizo fiesta con su similar costarricense, nublada en la impericia de Junior Díaz, Celso Borges y Bryan Ruiz y los goles no llegaron por obra y gracia del Espíritu Santo y los vuelos prodigiosos de Keylor Navas, temprano del segundo tiempo, Portillo le robó la espalda, la nuca y la billetera a José Salvatierra para gestar la acción del 1-0 que cerró Jerry Bengston; empató casi de milagro Marshall al rematar picado de cabeza un tiro de esquina de Bolaños y buena pantalla de Saborío; luego don Alvaro no metió el penal y llegada la muy bien llamada lotería de los penales, Honduras bombardeó cuatro por todos los ángulos y Costa Rica solo atinó en dos. Por esto y muchas cosas más, están de regreso a casa.
aetano Pandolfo
gpandolfo@larepublica.net
La Volpe: “Es un proceso”
Falta trabajo, trabajo y más trabajo, agrega el técnico
Luego de que la Selección de Costa Rica quedó eliminada ante Honduras en la Copa de Oro, el técnico Ricardo La Volpe lamentó la falta de definición de su equipo y afirmó que él esta en proceso de armar un equipo.
“Hubo más orden, más entrega, el factor suerte siempre cuenta. El partido fue controlable, nos faltó definición... hay un muy buen futuro en estos jugadores. Nosotros estamos en un proceso de hacer una selección nueva”, comentó La Volpe.
“Esto se soluciona solo con más trabajo; no es tanto cosa de nombres, sino que el grupo entienda las ideas del juego y para esto hay que practicar mucho más”, agregó el estratega, que dijo que tampoco desea ser una piedra en el camino de los ticos y que no le da importancia a lo que se firmó en papeles.
Mientras, de Alvaro Saborío que perdió dos penales, uno en el juego y otro en la definición por los lanzamientos, manifestó:
“En la tanda de penales me imagino que él (Saborío) esperaba su revancha, sabemos que una tanda de penales no es fácil, ellos toman su decisión”, dijo el estratega de la nacional.
Por su parte, el capitán de la tricolor, Bryan Ruiz, indicó que quedar eliminados en cuartos de final, “definitivamente es un fracaso, queríamos estar en la final, pero como selección ahora tenemos que seguir adelante y trabajar para la eliminatoria, no podemos echarnos a morir por esto”, expresó Ruiz.
Agregó, que “demostramos que estamos bien en la parte física y en la parte de toque, sin embargo nada hacemos si creamos opciones y no las anotamos; no es para echarle la culpa a los delanteros, pero hay que trabajar en eso y me incluyo”.
La Tricolor regresó ayer al país en dos grupos en los que no vendrían los jugadores Alvaro Saborío, Celso Borges y Bryan Oviedo, que tenían que integrarse a sus respectivos equipos.
Saborío se integraría al Real Salt Lake de la MLS, que no ha parado su actividad durante la Copa, mientras que Borges y Oviedo viajarán a Noruega y Dinamarca respectivamente.
Susana Ruiz
sruiz@larepublica.net
Costa Rica tuvo a Honduras al borde del nocaut y no supo meter el golpe de gracia
Lo que más me impresionó del juego entre Honduras y Costa Rica no fue la eliminación de la tricolor, presupuestada después de su modesto papel en la fase inicial del torneo, ni el par de lanzamientos de penal que desperdició Alvaro Saborío: lo más impactante del juego fue el desplome físico de los catrachos que dio paso y oportunidad para que los discípulos de Ricardo La Volpe pasaran a comandar el partido, pusieran al rival “groggy” y al borde del K.O.; el enemigo se tiraba a la lona para que el juez le contara nueve, descansar, levantarse y al rato volver a caer, pero nunca apareció el golpe letal, que diera en el mentón del que estaba enfrente para derribarlo.
Quien lo pudo propinar con más claridad, dado que el rival había bajado la guardia, fue Alvaro Saborío, pero lanzó un golpe suave a la nariz del enemigo que le permitió a este levantar su brazo y repelerlo.
Si Honduras no se cae físicamente, probablemente nos encaja otros cuatro, como México, porque la defensa costarricense, formada en esta ocasión en línea de cuatro, de nuevo fue colador; además, si no entra ese gol en acción de bola muerta de Dennis Marshall, quedó la impresión de que Costa Rica no metía un gol nunca, detalle que se dio en el resto de la confrontación, con tiempos extra incluidos.
Esa falta de capacidad para meter un gol cuando el rival jugaba con los brazos en la cintura, había renunciado al ataque y solo dejaba pasar el tiempo no se la podemos cargar a La Volpe. El técnico, después de que terminó el primer tiempo con ese flojo desempeño de sus dirigidos, ordenó las variantes que le dieron otra cara al equipo, básicamente con el ingreso de Heiner Mora para retornar a la línea de tres centrales. Repuntaron Acosta y sobre todo Marshall y la Selección Nacional jugó sus mejores minutos del torneo. Ahora, si no pudo o no supo como meter un gol con un enemigo de rodillas, no es tema de entrenador.
Quizá y digo quizá, la salida de Cristian Bolaños no debió darse; con Honduras en el suelo no era necesaria la presencia de Saborío, que se jugó un partidazo táctico levantado una muralla física ante dos gigantes de ébano que le van a todo y con todo; Chávez y Bernárdez. Pudo meter más temprano a Joel Campbell y a otro ariete más pícaro, tipo Randall Brenes, porque urgía vértigo y velocidad para traspasar a una retaguardia en bancarrota.
Pero, lo reiteramos, excusamos al entrenador argentino de su responsabilidad en esta específica etapa del partido, donde fueron sus discípulos los incapaces de doblegar a once jugadores que del otro lado del terreno de juego solo pedían tiempo y misericordia.
Terminada una primera parte donde el mediocampo catracho formado por Róger Espinoza, Hendry Thomas y sobre todo Javier Portillo hizo fiesta con su similar costarricense, nublada en la impericia de Junior Díaz, Celso Borges y Bryan Ruiz y los goles no llegaron por obra y gracia del Espíritu Santo y los vuelos prodigiosos de Keylor Navas, temprano del segundo tiempo, Portillo le robó la espalda, la nuca y la billetera a José Salvatierra para gestar la acción del 1-0 que cerró Jerry Bengston; empató casi de milagro Marshall al rematar picado de cabeza un tiro de esquina de Bolaños y buena pantalla de Saborío; luego don Alvaro no metió el penal y llegada la muy bien llamada lotería de los penales, Honduras bombardeó cuatro por todos los ángulos y Costa Rica solo atinó en dos. Por esto y muchas cosas más, están de regreso a casa.
aetano Pandolfo
gpandolfo@larepublica.net
La Volpe: “Es un proceso”
Falta trabajo, trabajo y más trabajo, agrega el técnico
Luego de que la Selección de Costa Rica quedó eliminada ante Honduras en la Copa de Oro, el técnico Ricardo La Volpe lamentó la falta de definición de su equipo y afirmó que él esta en proceso de armar un equipo.
“Hubo más orden, más entrega, el factor suerte siempre cuenta. El partido fue controlable, nos faltó definición... hay un muy buen futuro en estos jugadores. Nosotros estamos en un proceso de hacer una selección nueva”, comentó La Volpe.
“Esto se soluciona solo con más trabajo; no es tanto cosa de nombres, sino que el grupo entienda las ideas del juego y para esto hay que practicar mucho más”, agregó el estratega, que dijo que tampoco desea ser una piedra en el camino de los ticos y que no le da importancia a lo que se firmó en papeles.
Mientras, de Alvaro Saborío que perdió dos penales, uno en el juego y otro en la definición por los lanzamientos, manifestó:
“En la tanda de penales me imagino que él (Saborío) esperaba su revancha, sabemos que una tanda de penales no es fácil, ellos toman su decisión”, dijo el estratega de la nacional.
Por su parte, el capitán de la tricolor, Bryan Ruiz, indicó que quedar eliminados en cuartos de final, “definitivamente es un fracaso, queríamos estar en la final, pero como selección ahora tenemos que seguir adelante y trabajar para la eliminatoria, no podemos echarnos a morir por esto”, expresó Ruiz.
Agregó, que “demostramos que estamos bien en la parte física y en la parte de toque, sin embargo nada hacemos si creamos opciones y no las anotamos; no es para echarle la culpa a los delanteros, pero hay que trabajar en eso y me incluyo”.
La Tricolor regresó ayer al país en dos grupos en los que no vendrían los jugadores Alvaro Saborío, Celso Borges y Bryan Oviedo, que tenían que integrarse a sus respectivos equipos.
Saborío se integraría al Real Salt Lake de la MLS, que no ha parado su actividad durante la Copa, mientras que Borges y Oviedo viajarán a Noruega y Dinamarca respectivamente.
Susana Ruiz
sruiz@larepublica.net