"No me imagino inactivo"
Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Lunes 26 abril, 2010
“No me imagino inactivo”
En su adiós, Osvaldo Pandolfo resiente “la puñalada” que recibió del gobierno entrante
En los pasados cuatro años, Osvaldo Pandolfo fue el mejor ministro, sin nombramiento, que tuvo el deporte tico. Desde la figura de viceministro de salud, Pandolfo le inyectó vida al alicaído deporte nacional, sentando las bases de una plataforma desde la cual, nuestro país puede empezar a crecer a nivel internacional, donde salvo contadas excepciones, no somos nada, aún.
Ahora que a Pandolfo lo retiran del escenario sus sentimientos son un contraste, entre la satisfacción de lo que bien se hizo, y la decepción de lo poco que el nuevo gobierno se lo valoró. En esta entrevista, en pocas palabras, intentamos reflejar ese sentir.
¿El deporte marcha ya por buen camino, Osvaldo?
Lo hemos dejado por un buen camino, mucho mejor que donde lo encontramos.
¿Qué era lo malo, entonces?
No había credibilidad ni recursos. Se hablaba de un superávit, pero las federaciones decían no tener recursos. Lo que hicimos fue tomar ese superávit y distribuirlo de la mejor manera posible. Más apoyo a las federaciones, a los atletas de alto rendimiento, más infraestructura deportiva; eso generó credibilidad y con ella, compromiso de los dirigentes.
¿Su mayor logro?
Ante la opinión pública el Estadio Nacional. El aporte que uno dio, con un equipo de trabajadores profesionales fue extenuante y quedará para la historia.
Fue muy valioso también abrir un espacio de concordia con el Comité Olímpico, tras la salida de Jorge Nery Carvajal, cuya caída resultó desgastante. Lo otro, el ministerio del deporte; tres años negociando con diputados y comisiones.
¿Nadie sabe para quién trabaja?
Exactamente
¿Qué le dijo usted a Laura Chinchilla cuando supongo, conversó con ella sobre el puesto de ministro?
Nunca hablé con ella. De haber tenido esa oportunidad creo que la hubiese convencido de la importancia de continuar.
¿Entonces cómo supo usted que no continuaba?
Me llamaron personas cercanas (a Chinchilla) y me dijeron que había tres mujeres postuladas para el cargo de ministra, que con cuál deseaba trabajar yo como viceministro.
¿Entonces fue un relleno de género, el nombramiento?
Prefiero no opinar sobre eso.
¿Me parece que hay menosprecio al deporte ahí?
Al menos no se cumplió lo que se dijo de analizar la trayectoria de los candidatos y algunas otras promesas, pero en fin, tomaron una decisión y por el bien del deporte ojalá haya sido la acertada.
¿Entonces su mayor decepción es esa?
La mayor es no poder darle término a lo del Estadio Nacional, y también que todavía no se ha establecido el Ministerio del Deporte. Espero que las dos se concreticen rápido.
¿Otros logros importantes?
Me tiene muy contento lo de las becas deportivas. El papá de la gimnasta Karina Regidor (seis medallas de oro en Centroamericanos) llegó a darme las gracias por la ayuda que les dimos. Con eso ella empezó a meterse más fuerte en el deporte. Tratamos de abrir un camino para el deporte de alto rendimiento.
¿Cree que se corre el riesgo de que se estanque el deporte ahora; hay peligro de volver al punto de partida?
Si utilizan el sentido común y no hay mezquindad, no. Me parece que deben hacer un análisis tranquilo y lo que se ha hecho bien, seguirlo, y si algo se debe cambiar, hacerlo. Un aspecto importante es que hay una ministra designada, pero hay que ver quién la va a asesorar. Eso es fundamental para el éxito de una función. Hay que unir el liderazgo que uno pueda tener con un buen equipo que lo acompañe. En eso le deseo suerte a la nueva ministra.
¿En su casa recuperan un esposo y un papá?
Sí, mi esposa y mis hijos están muy contentas y felices de que piense un poco en mí. Ahora voy a tener tiempo de disfrutar un poco más. Me llena salir con la frente en alto, porque en la administración pública muchos salen por la puerta de atrás, pero yo puedo ver a la cara a mis amigos y familiares y puedo dormir con la conciencia tranquila. Eso tiene un gran valor.
¿Qué queda pendiente?
Hay que fortalecer mucho las regiones del ICODER, y tener mucho cuidado con lo que será la administración y la sostenibilidad del Estadio Nacional.
¿Qué pasará con usted ahora?
No se, lo que Dios me tenga en el camino, vamos a darnos un compás de espera. Me han hablado un par de organizaciones deportivas interesadas en que las asesore. No me imagino inactivo en el deporte.
¿El básquet que usted levantó cómo lo ve hoy en día?
Tuvo un bajonazo terrible; abandono de ligas menores, desconfianza, se perdieron los patrocinadores, pero ahora, hay que recalcarlo, está al frente un excelente dirigente, José Carlos Barquero. Cuando yo me fui lo propuse a él para dirigente, pero no quisieron.
¿Colaboraría con el gobierno de Laura si se lo pidieran?
Depende de lo que me pidan de ayuda, tendría que analizarlo.
Luis Rojas
lrojas@larepublica.net
En su adiós, Osvaldo Pandolfo resiente “la puñalada” que recibió del gobierno entrante
En los pasados cuatro años, Osvaldo Pandolfo fue el mejor ministro, sin nombramiento, que tuvo el deporte tico. Desde la figura de viceministro de salud, Pandolfo le inyectó vida al alicaído deporte nacional, sentando las bases de una plataforma desde la cual, nuestro país puede empezar a crecer a nivel internacional, donde salvo contadas excepciones, no somos nada, aún.
Ahora que a Pandolfo lo retiran del escenario sus sentimientos son un contraste, entre la satisfacción de lo que bien se hizo, y la decepción de lo poco que el nuevo gobierno se lo valoró. En esta entrevista, en pocas palabras, intentamos reflejar ese sentir.
¿El deporte marcha ya por buen camino, Osvaldo?
Lo hemos dejado por un buen camino, mucho mejor que donde lo encontramos.
¿Qué era lo malo, entonces?
No había credibilidad ni recursos. Se hablaba de un superávit, pero las federaciones decían no tener recursos. Lo que hicimos fue tomar ese superávit y distribuirlo de la mejor manera posible. Más apoyo a las federaciones, a los atletas de alto rendimiento, más infraestructura deportiva; eso generó credibilidad y con ella, compromiso de los dirigentes.
¿Su mayor logro?
Ante la opinión pública el Estadio Nacional. El aporte que uno dio, con un equipo de trabajadores profesionales fue extenuante y quedará para la historia.
Fue muy valioso también abrir un espacio de concordia con el Comité Olímpico, tras la salida de Jorge Nery Carvajal, cuya caída resultó desgastante. Lo otro, el ministerio del deporte; tres años negociando con diputados y comisiones.
¿Nadie sabe para quién trabaja?
Exactamente
¿Qué le dijo usted a Laura Chinchilla cuando supongo, conversó con ella sobre el puesto de ministro?
Nunca hablé con ella. De haber tenido esa oportunidad creo que la hubiese convencido de la importancia de continuar.
¿Entonces cómo supo usted que no continuaba?
Me llamaron personas cercanas (a Chinchilla) y me dijeron que había tres mujeres postuladas para el cargo de ministra, que con cuál deseaba trabajar yo como viceministro.
¿Entonces fue un relleno de género, el nombramiento?
Prefiero no opinar sobre eso.
¿Me parece que hay menosprecio al deporte ahí?
Al menos no se cumplió lo que se dijo de analizar la trayectoria de los candidatos y algunas otras promesas, pero en fin, tomaron una decisión y por el bien del deporte ojalá haya sido la acertada.
¿Entonces su mayor decepción es esa?
La mayor es no poder darle término a lo del Estadio Nacional, y también que todavía no se ha establecido el Ministerio del Deporte. Espero que las dos se concreticen rápido.
¿Otros logros importantes?
Me tiene muy contento lo de las becas deportivas. El papá de la gimnasta Karina Regidor (seis medallas de oro en Centroamericanos) llegó a darme las gracias por la ayuda que les dimos. Con eso ella empezó a meterse más fuerte en el deporte. Tratamos de abrir un camino para el deporte de alto rendimiento.
¿Cree que se corre el riesgo de que se estanque el deporte ahora; hay peligro de volver al punto de partida?
Si utilizan el sentido común y no hay mezquindad, no. Me parece que deben hacer un análisis tranquilo y lo que se ha hecho bien, seguirlo, y si algo se debe cambiar, hacerlo. Un aspecto importante es que hay una ministra designada, pero hay que ver quién la va a asesorar. Eso es fundamental para el éxito de una función. Hay que unir el liderazgo que uno pueda tener con un buen equipo que lo acompañe. En eso le deseo suerte a la nueva ministra.
¿En su casa recuperan un esposo y un papá?
Sí, mi esposa y mis hijos están muy contentas y felices de que piense un poco en mí. Ahora voy a tener tiempo de disfrutar un poco más. Me llena salir con la frente en alto, porque en la administración pública muchos salen por la puerta de atrás, pero yo puedo ver a la cara a mis amigos y familiares y puedo dormir con la conciencia tranquila. Eso tiene un gran valor.
¿Qué queda pendiente?
Hay que fortalecer mucho las regiones del ICODER, y tener mucho cuidado con lo que será la administración y la sostenibilidad del Estadio Nacional.
¿Qué pasará con usted ahora?
No se, lo que Dios me tenga en el camino, vamos a darnos un compás de espera. Me han hablado un par de organizaciones deportivas interesadas en que las asesore. No me imagino inactivo en el deporte.
¿El básquet que usted levantó cómo lo ve hoy en día?
Tuvo un bajonazo terrible; abandono de ligas menores, desconfianza, se perdieron los patrocinadores, pero ahora, hay que recalcarlo, está al frente un excelente dirigente, José Carlos Barquero. Cuando yo me fui lo propuse a él para dirigente, pero no quisieron.
¿Colaboraría con el gobierno de Laura si se lo pidieran?
Depende de lo que me pidan de ayuda, tendría que analizarlo.
Luis Rojas
lrojas@larepublica.net