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Naturaleza y economía

Jessica Sheffield Zamora jessica@guardianesdelanaturaleza.org | Viernes 08 mayo, 2020

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La naturaleza tiene más de 4000 millones de años de prueba y error. Durante este tiempo ha generado una biodiversidad de organismos que se calcula en más de 8 mil millones de especies y una diversidad de ecosistemas adaptándose constantemente para encontrar equilibrio y balance.

La civilización, como la conocemos, tiene 6000 años, y la industrialización tiene poco más de 200 años. Durante este corto periodo en la Tierra los seres humanos hemos sobreexplotado los recursos naturales y, con ello, llevamos los sistemas naturales a límites del colapso y convertido la atmósfera y los océanos en sumideros de contaminación.

Veamos algunas diferencias que nos pueden dar pistas de cómo reinventarnos. La naturaleza adoptó un sistema circular con el que reutiliza sus recursos una y otra vez. En la naturaleza no existe “la basura”. Todo recurso es valioso para que continúe circulando en el sistema perpetuamente. La naturaleza también utiliza la energía limpia y renovable del sol para alimentar todos los sistemas vivos. Los seres humanos, por otro lado, adoptamos un sistema lineal: extraemos de la naturaleza, creamos un producto, lo usamos y luego lo desechamos, impulsando los procesos principalmente con fuentes no renovables y contaminantes como el petróleo y el carbón.

Nuestro modelo actual dista enormemente del modelo de la naturaleza. Esto ha causado el colapso de las fuentes de donde extraemos las materias primas y presionado sin precedentes los límites naturales del planeta. El primer caso podemos verlo claramente cuando, tras cien años de caída en los precios de las materias primas, en los primeros 10 años del siglo XXI estos precios subieron un 147%. El segundo caso es la evidente contaminación con plásticos y otros contaminantes en nuestros océanos, pérdida de la biodiversidad mundial, calentamiento global y acidificación de los océanos, por mencionar algunas de las presiones que hemos generado al mundo natural.

La economía a nivel local y global se lleva a cabo en la biosfera, el espacio de tierra, agua y aire donde se desarrolla la vida. La biosfera es nuestro principal activo. Es el capital natural del que proviene nuestro bienestar. Paradójicamente, esa biosfera que hace posible la creación de bienes y servicios, y el desarrollo de la economía misma, no se toma en cuenta en los sistemas económicos.

¿Estamos aún a tiempo de cambiar? El inminente declive de los sistemas naturales pone en riesgo el bienestar y, más todavía, la supervivencia del ser humano. Un visionario como Elon Musk ya está trabajando para llevarnos a vivir a Marte. Sin embargo, considerando que la Tierra tiene aún 5 mil millones de años más de vida hasta que el sol empiece a morir, y dada la exuberante belleza y condiciones que nos brinda nuestro hogar común, ¿no sería más sensato que rediseñemos nuestra forma de vida en este planeta? Me pregunto si seremos capaces de darle un significado nuevo y holístico a palabras como progreso y riqueza e impulsar naciones donde el bienestar se distribuya entre todos sus habitantes y no a unos pocos...

La economista Kate Raworth nos presenta un nuevo paradigma económico que respeta los límites planetarios, mientras que se construye la base de la sociedad, ella la llama la economía de la dona. En su libro, publicado en el 2017, nos presenta siete maneras de cómo ver la economía de una manera holística para afrontar los retos del siglo XXI. En Amsterdam, la alcaldesa ha declarado que utilizarán esta métrica propuesta por Raworth para redirigir las políticas económicas después de la crisis del COVID 19, de modo que las personas prosperen en balance con el planeta.

En Costa Rica podemos liderar esta transformación para crear un espacio justo y seguro para la humanidad desde los sistemas educativos, políticos y económicos, y hay que hacerlo hoy. El tiempo sigue su paso inexorable, y el barco en que navegamos, rumbo a hundirse con la humanidad entera, debe trazar su norte con esperanza, porque hay un gran futuro por delante si todos empezamos a remar en la dirección correcta.

M.Sc. Jessica Sheffield Zamora

Fundadora y Directora Ejecutiva Guardianes de la Naturaleza

















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