Miles despidieron a Ariel Sharón
EFE | Lunes 13 enero, 2014
Miles despidieron a Ariel Sharón
Miles de israelíes rindieron ayer tributo al fallecido ex primer ministro Ariel Sharón, cuyos restos quedaron expuestos en la explanada del Parlamento en esta ciudad rodeado de coronas de flores y una guardia de honor.
"He venido a expresarle lo mucho que le admiraba, es uno de los mejores generales y líderes del mundo, sin él nos habríamos hundido en la Guerra del Yom Kipur" de 1973, dijo Yehuda Carmi, de 65 años, poco después de pasar delante del féretro, un simple cajón de madera tapado enteramente con la bandera blanquiazul israelí y flanqueado por cuatro agentes de la Guardia Parlamentaria vestidos con sus mejores galas.
Dos pasos más adelante, con el pórtico de la Knesset a sus espaldas, dos rabinos castrenses que se intercambiaban cada cierto tiempo recitaban las tradicionales oraciones funerarias judías, entre ellas versículos del Libro de Salmos.
Los restos de Sharón, fallecido el sábado a los 85 años en un hospital de Tel Aviv, llegaron a Jerusalén a primera hora de ayer en un "Comandcar" del Ejército, un antiguo jeep para el traslado de fuerzas de infantería que desde hace décadas ha quedado relegado a este tipo de funciones.
A hombro de seis altos oficiales militares, según lo exige la tradición militar israelí para quien fuera general, el féretro fue trasladado desde el vehículo hasta una base de color negro, mientras tres grandes banderas ondeaban a media asta.
Poco antes del mediodía, las principales autoridades israelíes, entre ellas el presidente Simón Peres, depositaron junto al féretro sus coronas de homenaje.
"A este hombre sólo podemos mostrarle nuestros respetos, rendirle honor", afirmó Carmi, que ayer dejó sus obligaciones en Guedera, a unos 60 kilómetros de Jerusalén, para despedirse de quien consideraba "el principal héroe de Israel desde tiempos bíblicos".
Para Eleazar Stern, diputado del partido HaTnuá, que dirige la ex ministra de Exteriores Tzipi Livni, Sharón "se caracterizaba, ante todo, porque siempre pensó en el bien de Israel, y segundo, que su capacidad de reflexión rompía los límites conocidos y nadie, ni siquiera los israelíes, eran capaces de predecir lo que estaba por hacer".
Ex general del Ejército reconvertido en político, como Sharón, Stern cree que éste supo encontrar un balance perfecto entre la realidad política y la ideología.
"No estoy seguro que, para él, la paz fuera un ideal a conseguir, sí lo era por el contrario la seguridad de Israel y para ello entendió (en sus últimos años) que había que hacer la paz", explicó.
Por la explanaba del Parlamento desfilaron niños, jóvenes, mayores y ancianos que querían homenajear a esa persona "siempre dispuesta a escuchar y asesorarse", al militar que impuso normas tan férreas como la de "nunca abandonar heridos en el campo de batalla" y al político que en los peores momentos de la segunda Intifada supo tomar decisiones difíciles "sin que le temblara el pulso".
Conscientes de la doble imagen de su ex dirigente, de las duras decisiones que muchos dentro y fuera de Israel le recriminaron, todos preferían recordar los aspectos positivos de su legado, que ha marcado la historia de Israel como casi ningún otro político en las últimas décadas.
"Toda su vida la dedicó al Estado de Israel, como general y como político, y siempre quedará el contraste entre una imagen polarizada entre los dos extremos (del mapa político) y su gran popularidad", explicó a Efe Ofir Barak, periodista de la emisora pública "Voz de Israel".
Jerusalén/EFE