Microsoft Word celebra 25 años
| Martes 28 octubre, 2008
Microsoft Word celebra 25 años
Esta herramienta es una presencia constante en la vida laboral y parece imposible escribir un documento sin su ayuda
Hace 25 años, dos jóvenes programadores de la también joven Microsoft creaban un programa que se convertiría en la gallina de los huevos de oro para la empresa y una herramienta habitual en nuestra vida diaria: Microsoft Word.
Microsoft Word es hoy el líder absoluto del sector con 500 millones de usuarios y su dominio es tal que, desde el punto de vista del consumidor, prácticamente no existe un mercado de procesadores de texto.
El programa cumplió el sábado un cuarto de siglo y, aunque ningún competidor parece hacerle sombra, los procesadores de texto basados en la red o las soluciones de código abierto están ganando en popularidad en todo el mundo.
Un portavoz de Microsoft dijo a EFE que no hay planes oficiales para celebrar el aniversario, aunque el equipo que trabaja en la siguiente versión de Word, de momento con el nombre en clave de Office 14, “reconoce este importante hito”.
Para toda una generación de usuarios de ordenadores, Microsoft Word es una presencia constante en la vida laboral y parece imposible escribir un documento sin su ayuda.
Word, sin embargo, vivió comienzos difíciles y tardó más de cinco años en tener éxito real en un mercado que aún funcionaba con MS-DOS y donde programas como Corel WordPerfect eran más populares.
La primera versión de Microsoft Word fue obra de Charles Simonyi y Richard Brodie, dos jóvenes ex programadores de Xerox reclutados por Bill Gates y Paul Allen en 1981.
Simonyi y Brodie habían trabajado en Xerox Bravo, el primer procesador de textos en el cual lo que el usuario veía en la pantalla era lo que finalmente aparecería en el papel (WYSIWYG o “what you see is what you get” en la jerga informática).
Word 1.0 apareció en octubre de 1983 como un procesador para Xenix MS-DOS muy rudimentario y a este le siguieron otras cuatro versiones casi idénticas con poco impacto en el mercado.
En 1989 llegó por fin la versión Word 1.0 para Windows, mucho más fácil y agradable para el usuario —pese a su precio de $500—, pero las ventas no despegaron realmente hasta un año después con el lanzamiento de Windows 3.0.
A Word 1.0 siguieron las versiones Word 2.0 en 1991, Word 6.0 en 1993 (el salto en los números se introdujo para hacerla coincidir con la numeración de las versiones de Windows), Word 95, Word 97, Word 2002 (que apareció con Office XP en 2001) y Office Word 2007.
Con cada nueva versión, el procesador ha ido ganando en eficacia, sofisticación y oferta de funciones para los usuarios, que en algunos casos han sido percibidas como excesivas o poco útiles.
Una de las funciones de Word más odiadas en todo el mundo fue el famoso asistente “Clippy”, un clip de oficina virtual que se introdujo con Word 97 y que insistía en aparecer en la pantalla y sugerir al usuario lo que debería hacer.
Incluso Brodie y Simonyi, los creadores de Word, reconocieron que “Clippy” les gustaba tanto “como a un gato el agua”. Microsoft acabó de una vez por todas con el impertinente clip en Office XP.
En los últimos años, el auge de las soluciones informáticas de código abierto y el software basado en la red han permitido la aparición de numerosos procesadores de texto alternativos a Word que eventualmente podrían acabar ensombreciendo el dominio de Microsoft.
Uno de los más populares es Google Docs de Google, con 1,3 millón de visitantes cada mes, es un programa basado en la red, un área que incluso Microsoft ha tanteado con Microsoft Office Live Workspace, compatible con Office 2003 y Office 2007.
Google está aún lejos de ser un serio competidor de Microsoft en este área, pero ha demostrado su gran capacidad de reacción: cuando Steve Ballmer, CEO de Microsoft, criticó hace poco que Google Docs no tenía ni notas a pie de página, el buscador las introdujo solo dos días después.
Para los expertos, la amenaza más seria podría venir de soluciones de código abierto como OpenOffice.org, que registró nada menos que 3 millones de descargas en una semana cuando introdujo su última versión este mes.
San Francisco
EFE
Esta herramienta es una presencia constante en la vida laboral y parece imposible escribir un documento sin su ayuda
Hace 25 años, dos jóvenes programadores de la también joven Microsoft creaban un programa que se convertiría en la gallina de los huevos de oro para la empresa y una herramienta habitual en nuestra vida diaria: Microsoft Word.
Microsoft Word es hoy el líder absoluto del sector con 500 millones de usuarios y su dominio es tal que, desde el punto de vista del consumidor, prácticamente no existe un mercado de procesadores de texto.
El programa cumplió el sábado un cuarto de siglo y, aunque ningún competidor parece hacerle sombra, los procesadores de texto basados en la red o las soluciones de código abierto están ganando en popularidad en todo el mundo.
Un portavoz de Microsoft dijo a EFE que no hay planes oficiales para celebrar el aniversario, aunque el equipo que trabaja en la siguiente versión de Word, de momento con el nombre en clave de Office 14, “reconoce este importante hito”.
Para toda una generación de usuarios de ordenadores, Microsoft Word es una presencia constante en la vida laboral y parece imposible escribir un documento sin su ayuda.
Word, sin embargo, vivió comienzos difíciles y tardó más de cinco años en tener éxito real en un mercado que aún funcionaba con MS-DOS y donde programas como Corel WordPerfect eran más populares.
La primera versión de Microsoft Word fue obra de Charles Simonyi y Richard Brodie, dos jóvenes ex programadores de Xerox reclutados por Bill Gates y Paul Allen en 1981.
Simonyi y Brodie habían trabajado en Xerox Bravo, el primer procesador de textos en el cual lo que el usuario veía en la pantalla era lo que finalmente aparecería en el papel (WYSIWYG o “what you see is what you get” en la jerga informática).
Word 1.0 apareció en octubre de 1983 como un procesador para Xenix MS-DOS muy rudimentario y a este le siguieron otras cuatro versiones casi idénticas con poco impacto en el mercado.
En 1989 llegó por fin la versión Word 1.0 para Windows, mucho más fácil y agradable para el usuario —pese a su precio de $500—, pero las ventas no despegaron realmente hasta un año después con el lanzamiento de Windows 3.0.
A Word 1.0 siguieron las versiones Word 2.0 en 1991, Word 6.0 en 1993 (el salto en los números se introdujo para hacerla coincidir con la numeración de las versiones de Windows), Word 95, Word 97, Word 2002 (que apareció con Office XP en 2001) y Office Word 2007.
Con cada nueva versión, el procesador ha ido ganando en eficacia, sofisticación y oferta de funciones para los usuarios, que en algunos casos han sido percibidas como excesivas o poco útiles.
Una de las funciones de Word más odiadas en todo el mundo fue el famoso asistente “Clippy”, un clip de oficina virtual que se introdujo con Word 97 y que insistía en aparecer en la pantalla y sugerir al usuario lo que debería hacer.
Incluso Brodie y Simonyi, los creadores de Word, reconocieron que “Clippy” les gustaba tanto “como a un gato el agua”. Microsoft acabó de una vez por todas con el impertinente clip en Office XP.
En los últimos años, el auge de las soluciones informáticas de código abierto y el software basado en la red han permitido la aparición de numerosos procesadores de texto alternativos a Word que eventualmente podrían acabar ensombreciendo el dominio de Microsoft.
Uno de los más populares es Google Docs de Google, con 1,3 millón de visitantes cada mes, es un programa basado en la red, un área que incluso Microsoft ha tanteado con Microsoft Office Live Workspace, compatible con Office 2003 y Office 2007.
Google está aún lejos de ser un serio competidor de Microsoft en este área, pero ha demostrado su gran capacidad de reacción: cuando Steve Ballmer, CEO de Microsoft, criticó hace poco que Google Docs no tenía ni notas a pie de página, el buscador las introdujo solo dos días después.
Para los expertos, la amenaza más seria podría venir de soluciones de código abierto como OpenOffice.org, que registró nada menos que 3 millones de descargas en una semana cuando introdujo su última versión este mes.
San Francisco
EFE