Michel Temer planea reformas drásticas en Brasil
Bloomberg | Martes 20 septiembre, 2016 12:00 a. m.
El presidente de Brasil, Michel Temer, prometió llevar adelante medidas impopulares para reactivar una economía aquejada de problemas, diciendo que su ausencia de ambición electoral le da libertad para actuar.
En una entrevista en la sede central de Bloomberg en Nueva York, Temer dijo que invertirá todo su capital político para apuntalar las cuentas públicas, expresando su confianza en que el Congreso aprobará sus propuestas hacia mediados del año próximo para limitar el gasto público y reformar el sistema de pensiones. Si bien señaló que será más duro para otorgar aumentos adicionales a los funcionarios públicos, dijo que Hacienda podría tener un margen para brindar ayuda a los estados acosados por las deudas.
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“No tengo ninguna ambición electoral para 2018, de modo que tendré comodidad para enfrentar cuestiones aparentemente impopulares”, dijo Temer este lunes en vísperas de su comparecencia ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. “Ahora que finalmente asumí, adoptaré una postura más firme en la política y la economía”.
Temer, abogado constitucional de 75 años, heredó este año un país profundamente dividido, sacudido por una recesión y un escándalo por corrupción que lleva ya dos años y aumentó la desconfianza de los brasileños en los políticos. La inflación alcanza el 9% y el desempleo se halla en su nivel más alto desde 2004. Desde la destitución de su predecesora, Dilma Rousseff, el 31 de agosto, Temer enfrenta protestas pequeñas pero persistentes que cuestionan su legitimidad.
“Seguimos estando en una situación muy difícil, económicamente hablando”, dijo. “Si mejoramos, aunque sea un poco el año próximo, sería un gran paso adelante”.
Impulsar la confianza
Para impulsar la confianza de los inversores, gran parte del plan de Temer apunta a reducir el papel del Estado en la economía. Los legisladores aprobarán proyectos de ley del gobierno para limitar los niveles del gasto público y reducir los pagos por prestaciones de jubilación hacia fines de 2016 y mediados de 2017 respectivamente, dijo.
Algunos inversores se han vuelto impacientes con el avance del gobierno en materia fiscal a raíz de las peleas políticas internas, en tanto legisladores de la propia coalición de Temer se resisten a algunas de sus propuestas antes las elecciones municipales del mes próximo. Luego de una recuperación que convirtió a la moneda y el mercado bursátil de Brasil en los de mejor desempeño en el mundo este año, ambos se enfriaron en el transcurso del mes pasado.
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Temer se vio obligado a cambiar su meta para el déficit fiscal primario de 2016 hasta 170.500 millones de reales ($52 mil millones) en comparación con una brecha de 96.000 millones de reales a la que apuntaba Rousseff. Enfrenta presiones de los legisladores, incluidos miembros de su Partido del Movimiento Democrático Brasileño, o PMDB, para aumentar las remuneraciones a los funcionarios públicos que constituyen una parte clave de su electorado.
“Seguiremos teniendo todavía un pequeño déficit fiscal en 2018”, dijo en referencia al resultado primario. “Nos llevará dos o tres años eliminarlo”, agregó.