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Más que un hotel

Vanessa Chaves redaccion@larepublica.net | Miércoles 19 mayo, 2010




Más que un hotel
Finca Rosa Blanca Coffee Plantation and Inn, ubicado en Santa Bárbara de Heredia, recibió este mes un premio por su sostenibilidad

¿Qué acciones concretas realizó el hotel para recibir este premio?
Hemos dedicado los últimos 20 años a implementar buenas prácticas de turismo sostenible auténtico y certificado por el Instituto Costarricense de Turismo. Somos el único hotel que ha obtenido un puntaje del 100% en el Certificado de Sostenibilidad Turístico (CST).

¿Quién otorgó el premio?
El premio se llama Standard-Setter Award, 2010 y lo dio Rainforest Alliance en el Museo de Historia Natural de Nueva York.

¿Cuál es el mayor logro del hotel ?
Haber logrado un puntaje del 100%, las cinco hojas verdes del CST y la creación del fondo que generamos al guardar el 5% de los ingresos del restaurante y bar para proyectos en la comunidad. Con esos fondos construimos, en la Escuela Jesús, una sala dotada con 15 computadores, dos aulas especiales para estudiantes con problemas de aprendizaje, una biblioteca y una nueva dirección.

¿Cómo se benefician los huéspedes con las prácticas sostenibles?
Los huespedes actuales apoyan entidades turísticas responsables. Finca Rosa Blanca ofrece servicio del más alto nivel. personalizado y comida de clase mundial dentro de una experiencia natural, en un ambiente verdusco y tranquilizante.

¿Cuál será el próximo paso del hotel?

Buenas prácticas en el restaurante; no solo en calidad de la comida, sino con la tradiciones culinarias. Nuestro primer éxito en ese enfoque es que somos el único hotel en el país que ha recibido la Bandera Verde de AyA por el tratamiento de aguas y limpieza en el restaurante y bar.

¿Qué tipo de tecnología se ha implementado para la sostenibilidad?

Un sistema de ionización para mantener el agua de la piscina libre de bacterias y algas y evitar el uso de químicos, en particular el cloro. Así, hemos ahorrado en los últimos 15 años unos $50 mil por no tener que comprar químicos. Recalentamos el agua con paneles solares, secamos la ropa del hotel con energía solar, utilizamos la cría de lombrices para hacer compuestos de los desechos orgánicos del restaurante y con el producto final de ese sistema, creamos suelos para el invernadero donde producimos la mayor parte de las verduras para el restaurante. En la construcción utilizamos tejas hechas de bolsas plásticas desechadas por la industria bananera.


Vanessa Chaves
vachaves@larepublica.net







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