Lucha de tendencias estremece al PLN
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Jueves 11 junio, 2015
Análisis
Primer choque entre arayismo y figuerismo viene este sábado
Lucha de tendencias estremece al PLN
Pelea interna podría ser dañina para verdiblancos
A tres años de las elecciones nacionales, ya se vislumbra una lucha de tendencias en Liberación, gracias al enfrentamiento público entre José María Figueres y Johnny Araya, mientras que Óscar Arias se encuentra a la espera para impulsar su movimiento.
Este sábado la dirigencia del PLN definirá si congela la suspensión de cuatro años en contra de Araya, por haber renunciando a la campaña electoral de 2014 a un mes de la segunda ronda.
Por un lado Figueres es del criterio que el partido debilitaría su credibilidad, al suspender un castigo en contra de un militante que ya está en firme, tal y como lo resolvieron el Tribunal Supremo de Elecciones y varios órganos internos.
“Desde el punto de vista político, no veo cómo se explicaría a nuestra dirigencia y a nuestras bases liberacionistas, el que la Asamblea Nacional venga ahora a cambiar lo actuado y resuelto por nuestros órganos internos y el Tribunal electoral”, expresa Figueres.
En cuanto a Araya, él considera que no puede ser “linchado” políticamente, cuando aún falta de resolución un reclamo ante la Sala Constitucional.
“Sabemos que las acciones de inconstitucionalidad duran hasta dos años en resolverse, pero si los magistrados acogen este último reclamo, podré solicitar una medida preventiva para que no se violenten mis derechos políticos”, indicó Araya.
Entre quienes respaldan la postura de Figueres se encuentran Fernando Berrocal, exministro de seguridad, y Luis Gerardo Villanueva, exdiputado.
Por su lado, a favor de Araya se encuentra parte de la bancada legislativa y otra dirigencia.
Sin importar quién tiene la razón, el enfrentamiento de este sábado sería dañino para el PLN, debido a que se enfrasca en una pelea de tendencias prematura.
En primer lugar, la lucha por el poder se da en momentos en que el partido tiene el respaldo de tan solo la cuarta del público, de acuerdo con la encuesta de CID Gallup del mes pasado.
El promedio histórico del apoyo del partido en los últimos años nunca ha bajado del 30%.
Asimismo, se da en momentos en que se requiere mostrar una nueva cara al electorado, tras la paliza que se llevó en abril del año pasado frente al PAC.
En el proceso es probable que la dirigencia que apoya a uno o a otro bando, se enfrasque en discusiones fuertes que culminen en heridas políticas y resentimientos.
Incluso, cabe la posibilidad de que Araya se salga de Liberación para conformar una nueva agrupación política, en caso de perder la moción que le perdonaría el castigo.
Esta no sería la primera vez que pasa algo similar, pues en 2000, Ottón Solís renunció a Liberación y se llevó a parte de la dirigencia para conformar al PAC.
Sin importar el daño potencial, uno y otro bando vienen peleando desde hace una semana con bastante intensidad.
Primero fueron 15 diputados leales a Johnny Araya, quienes firmaron una carta el jueves pasado, para pedirle al Comité Ejecutivo del PLN, que ponga a discusión este sábado la moción del perdón.
Un día después Figueres envió un correo electrónico a todos los asambleístas, para hacerles notar la inconveniencia de perdonar a Araya y las consecuencias para un partido que ha sido cuestionado por no ser supuestamente ético.
A partir de ahí, la guerra quedó declarada entre uno y otro bando, por lo que las reuniones, las llamadas, los correos electrónicos y otras tácticas han sido utilizadas para ganar adeptos.
En este proceso se dio una tregua el sábado pasado, cuando Araya visitó a Figueres para exponerle su caso, sin embargo, el presidente verdiblanco se mostró “intransigente” a criterio del excandidato y la batalla recrudeció.
Mientras tanto, Óscar Arias podría sacar provecho de la situación.
El expresidente también tendría interés en liderar su movimiento en los siguientes años, de acuerdo con varios liberacionistas; sin embargo, no ha dado ninguna señal clara de sus intenciones.
Esteban Arrieta
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