Lo que se percibe, es o no es?
Humberto Pacheco humberto.pacheco@pachecocoto.com | Martes 27 noviembre, 2012

Este comentario no tiene la intención de juzgar a los capitalistas pues no estamos en posición de opinar sobre si esos mismos son los culpables de la debacle o, como en algunos países sin timón en el Gobierno, es este el que los ha incentivado a huir con su corrupción y su despilfarro
TROTANDO MUNDOS
Lo que se percibe, es o no es?
De paso unos días por Miami, rumbo a Europa en lo que confiamos será el último viaje largo de trabajo de este año, tuvimos la oportunidad de ver una actividad nocturna en los restaurantes y los cafés que no refleja una economía deprimida. Un paseo por el lado de Mary Brickell Village, Miracle Mile y Bayside (este último había decaído mucho en años anteriores) denota lo que parece una total bonanza.
Por el otro lado, durante el día se oyen quejas de que hay mucho desempleo y de los comerciantes tradicionales, que la cosa está dura. ¿A quien entonces debemos creer? Es entonces cuando nos preguntamos sí las masas diurnas serán las mismas que las nocturnas y cuanto de esa bonanza nocturna la estará contribuyendo el narcotráfico. No debe olvidarse de que después de que Los Angeles se saturó por la enorme presión que la DEA ejerció allá, mucho de ese narcotráfico se vino por Miami.
Tampoco podemos obviar la enorme cantidad de supercarros Ferrari, Maseratti, Rolls Royce, etc. que se ven en la calle y que no equivalen a una economía en desempleo. Sí a eso le sumamos que algunos de los dueños que se logra ver en los parqueos no son exactamente un modelo de ejecutivo exitoso, esa duda se hace más intensa.
El paso a Madrid nos vuelve a la realidad de Europa. Aunque allí en las noches se ve mucha gente en los sitios públicos, ésta no llega en supercarros ni gasta lo que solía, al decir de algunos dueños de restaurante. Pareciera más bien ser la desesperanza la que anima a muchos a salir a ventear la frustración con un trago o un café. Mientras tanto, los expertos europeos se debaten entre ayudar a Grecia o ya parar esa horrenda hemorragia, mientras que en ese país los fuertes capitales han huido de la plaga bubónica financiera.
Conste que este comentario no tiene la intención de juzgar a los capitalistas pues no estamos en posición de opinar sobre sí esos mismos son los culpables de la debacle o, como en algunos países sin timón en el Gobierno, es éste el que los ha incentivado a huir con su corrupción y su despilfarro. Sí lo primero, es muy criticable y nos apena Grecia; sí lo segundo, cada quien está en su derecho a proteger lo que ha creado con su esfuerzo.
Siempre en línea con la situación mundial, durante la publicación de la serie sobre el comunismo recibimos opiniones de varios sectores. Las que más nos llamaron la atención pretendían volver al pasado a culpar de todo al capitalismo latinoamericano, cuando mucho de lo malo en esas sociedades fue culpa del feudalismo que heredamos de Europa. Por otro lado, los defensores del comunismo que buscan un empate a como haya lugar, se olvidan de, o no conocieron nunca, la privación de libertad de una enorme tajada del planeta que se llamó la Unión Soviética. Ni las horrendas matanzas de civiles de los tanques rusos en las calles de Hungría y Checoslovaquia.
Sorry, pero no podíamos dejar pasar ésta.
Lic. Humberto Pacheco A., M.C.L.
vikocr@racsa.co.cr
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