Liquidez acentúa desaceleración
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 16 marzo, 2009
Liquidez acentúa desaceleración
En los primeros dos meses del año los activos más líquidos prolongaron el camino observado en los últimos meses del año anterior
Víctor Sanabria
vsanabria@larepublica.net
La liquidez en el sistema bancario creció en promedio para enero y febrero solo un 7,5% respecto al año anterior, pese a que en el último lustro el crecimiento promedio fue cercano al 25%.
Esto demuestra que la economía costarricense se enfrenta a un proceso de desaceleración en su ritmo de crecimiento.
Sumado a esto, un 52% de la liquidez de la economía se encuentra en colones, mientras que un año atrás era del 59%.
Incluso en marzo de 2008 la liquidez en colones representaba un 60%.
“Las señales de que los problemas de liquidez están volviendo al mercado costarricense han venido aumentando en las últimas semanas; las hemos visto desde el aumento en el costo del dinero —tanto para los colones como para los dólares— como en el mercado de reportos tripartitos. Adicionalmente, esta situación se ha empezado a presentar en el mercado de liquidez así como en el interbancario”, comentó Melvin Garita, director de la unidad de Trade y Análisis de Lafise Valores.
En este sentido, la política monetaria restrictiva que ha aplicado el Banco Central de Costa Rica, ha hecho que al mantenerse las tasas de interés altas la liquidez no crezca más.
Esas medidas han consistido en aumentar el costo del dinero, lo cual, aunado a la necesidad de captación de los principales bancos y al mismo cambio de moneda (colones por dólares) han disminuido la liquidez en ambas monedas.
Adicionalmente la incertidumbre sobre la situación económica hace que las personas prefieran mantenerse con posiciones líquidas, los niveles de tasas actuales han impedido una caída del ahorro a mayores plazos o bien un mayor consumo por medio del crédito o el efectivo.
El tipo de cambio afecta principalmente la liquidez en colones, es decir, hay menos moneda nacional en circulación, lo que hace aumentar el costo de los colones. Esta situación se empezó a experimentar más marcadamente hace un mes, justo después de que el Banco Central anunciara el programa macroeconómico y los cambios al sistema de bandas.
“Consideramos que esta tendencia responde principalmente al comportamiento del tipo de cambio, la devaluación de febrero fue del 1%, en términos interanuales. Además del comportamiento de la banda cambiaria, la caída en exportaciones y la expectativa de menor inversión extranjera directa hacen que los costarricenses esperen un fortalecimiento del dólar frente al colón y por eso tienden a dolarizar sus ahorros e inversiones”, dijo Carmen Monge, analista de INS Valores.
Las cifras de liquidez total, depósitos de ahorro en el sistema bancario, entre otras, indican una preferencia por la moneda extranjera.
Los datos de reservas monetarias (RMI) refuerzan esta tendencia ya que a pesar de la intervención de la entidad por defender el tipo de cambio mediante ventas de divisas, estas crecieron un 6% entre enero y febrero 2009.
Al mismo tiempo, en la última semana las RMI continuaron aumentando, al pasar de $4.077 millones a finales de febrero a $4.092 millones al 6 de marzo. Esto indica que a pesar de que el BCCR ha vendido dólares en Monex, los depósitos de los bancos en moneda extranjera han crecido por lo que aumenta el monto por encaje y por ende las reservas.
A través de los sistemas de la Bolsa Nacional de Valores un 57% de las negociaciones de deuda de la primera semana de marzo se hizo en moneda extranjera, las últimas semanas de febrero también se observó esta tendencia.
“Parece que la economía nuevamente se está dolarizando, si tomamos como referencia el cuasi dinero, observamos que la economía vivió un importante proceso de desdolarización, los saldos mantenidos en dólares bajaron de un 64% a un 56% entre 2005 y 2008”, explicó Randall Castro, analista financiero de CFS asesores de inversión.
“Esta situación se esta revirtiendo desde abril del año anterior, los saldos de cuasi dinero mantenido en moneda extranjera pasaron de abril a diciembre del 51% al 58,6%, lo cual es claro indicador de que estamos ante un nuevo proceso de dolarización en la economía, algo normal dado lo que está sucediendo con la evolución de nuestras fuentes de divisas y las condiciones de los mercados”, agregó Castro.
Ante esta situación, el aumento en la demanda de dólares y la expectativa de devaluación van a generar presión al alza sobre las tasas de interés en colones.
A medida que pase el tiempo, estas deberían converger a las tasas en dólares, ya que los individuos serían indiferentes entre endeudarse en colones o en su moneda adoptada, los dólares.
Para los próximos meses, los especialistas afirman que podríamos llegar a que voluntariamente todos los individuos de nuestra sociedad dolaricen la economía de facto, para lo cual contamos con las reservas monetarias suficientes.
De ocurrir esta situación, la oferta monetaria dependería de nuestras exportaciones netas, el turismo y la capacidad de endeudamiento externo, en otras palabras, haría que esta esté en función de nuestra capacidad productiva, lo que nos llevaría a menores niveles de inflación y consecuentemente menores tasas de interés.
En los primeros dos meses del año los activos más líquidos prolongaron el camino observado en los últimos meses del año anterior
Víctor Sanabria
vsanabria@larepublica.net
La liquidez en el sistema bancario creció en promedio para enero y febrero solo un 7,5% respecto al año anterior, pese a que en el último lustro el crecimiento promedio fue cercano al 25%.
Esto demuestra que la economía costarricense se enfrenta a un proceso de desaceleración en su ritmo de crecimiento.
Sumado a esto, un 52% de la liquidez de la economía se encuentra en colones, mientras que un año atrás era del 59%.
Incluso en marzo de 2008 la liquidez en colones representaba un 60%.
“Las señales de que los problemas de liquidez están volviendo al mercado costarricense han venido aumentando en las últimas semanas; las hemos visto desde el aumento en el costo del dinero —tanto para los colones como para los dólares— como en el mercado de reportos tripartitos. Adicionalmente, esta situación se ha empezado a presentar en el mercado de liquidez así como en el interbancario”, comentó Melvin Garita, director de la unidad de Trade y Análisis de Lafise Valores.
En este sentido, la política monetaria restrictiva que ha aplicado el Banco Central de Costa Rica, ha hecho que al mantenerse las tasas de interés altas la liquidez no crezca más.
Esas medidas han consistido en aumentar el costo del dinero, lo cual, aunado a la necesidad de captación de los principales bancos y al mismo cambio de moneda (colones por dólares) han disminuido la liquidez en ambas monedas.
Adicionalmente la incertidumbre sobre la situación económica hace que las personas prefieran mantenerse con posiciones líquidas, los niveles de tasas actuales han impedido una caída del ahorro a mayores plazos o bien un mayor consumo por medio del crédito o el efectivo.
El tipo de cambio afecta principalmente la liquidez en colones, es decir, hay menos moneda nacional en circulación, lo que hace aumentar el costo de los colones. Esta situación se empezó a experimentar más marcadamente hace un mes, justo después de que el Banco Central anunciara el programa macroeconómico y los cambios al sistema de bandas.
“Consideramos que esta tendencia responde principalmente al comportamiento del tipo de cambio, la devaluación de febrero fue del 1%, en términos interanuales. Además del comportamiento de la banda cambiaria, la caída en exportaciones y la expectativa de menor inversión extranjera directa hacen que los costarricenses esperen un fortalecimiento del dólar frente al colón y por eso tienden a dolarizar sus ahorros e inversiones”, dijo Carmen Monge, analista de INS Valores.
Las cifras de liquidez total, depósitos de ahorro en el sistema bancario, entre otras, indican una preferencia por la moneda extranjera.
Los datos de reservas monetarias (RMI) refuerzan esta tendencia ya que a pesar de la intervención de la entidad por defender el tipo de cambio mediante ventas de divisas, estas crecieron un 6% entre enero y febrero 2009.
Al mismo tiempo, en la última semana las RMI continuaron aumentando, al pasar de $4.077 millones a finales de febrero a $4.092 millones al 6 de marzo. Esto indica que a pesar de que el BCCR ha vendido dólares en Monex, los depósitos de los bancos en moneda extranjera han crecido por lo que aumenta el monto por encaje y por ende las reservas.
A través de los sistemas de la Bolsa Nacional de Valores un 57% de las negociaciones de deuda de la primera semana de marzo se hizo en moneda extranjera, las últimas semanas de febrero también se observó esta tendencia.
“Parece que la economía nuevamente se está dolarizando, si tomamos como referencia el cuasi dinero, observamos que la economía vivió un importante proceso de desdolarización, los saldos mantenidos en dólares bajaron de un 64% a un 56% entre 2005 y 2008”, explicó Randall Castro, analista financiero de CFS asesores de inversión.
“Esta situación se esta revirtiendo desde abril del año anterior, los saldos de cuasi dinero mantenido en moneda extranjera pasaron de abril a diciembre del 51% al 58,6%, lo cual es claro indicador de que estamos ante un nuevo proceso de dolarización en la economía, algo normal dado lo que está sucediendo con la evolución de nuestras fuentes de divisas y las condiciones de los mercados”, agregó Castro.
Ante esta situación, el aumento en la demanda de dólares y la expectativa de devaluación van a generar presión al alza sobre las tasas de interés en colones.
A medida que pase el tiempo, estas deberían converger a las tasas en dólares, ya que los individuos serían indiferentes entre endeudarse en colones o en su moneda adoptada, los dólares.
Para los próximos meses, los especialistas afirman que podríamos llegar a que voluntariamente todos los individuos de nuestra sociedad dolaricen la economía de facto, para lo cual contamos con las reservas monetarias suficientes.
De ocurrir esta situación, la oferta monetaria dependería de nuestras exportaciones netas, el turismo y la capacidad de endeudamiento externo, en otras palabras, haría que esta esté en función de nuestra capacidad productiva, lo que nos llevaría a menores niveles de inflación y consecuentemente menores tasas de interés.