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Líderes: ¿Tiene sesgos de género?

Susan Clancy susan.clancy@incae.edu | Miércoles 08 marzo, 2017


Líderes: ¿Tiene sesgos de género?

Aunque las mujeres hoy sean educadas y contratadas con condiciones similares a los hombres, es menos probable que lleguen a la cima de las empresas para las que trabajan. Los grupos de liderazgo (especialmente en Latinoamérica) están dominados por hombres.
Aun la mujer con el mejor entrenamiento en el mundo, como las que están emergiendo de las escuelas de negocios globales, no están protegidas de las barreras de liderazgo que las mujeres enfrentan. En los diez años posteriores a graduarse, los datos demuestran que no solo han fallado en llegar a la cima como los hombres con los que se graduaron, casi la mitad de ellas han dejado de laborar tiempo completo en su totalidad.
Esto es un gran problema para las compañías. Un gran y creciente cuerpo de datos indica un enlace entre diversidad de género en liderazgo y la actuación de las compañías. Para sobrevivir en un ambiente cada vez más global y más difícil, un ambiente donde el talento continúa siendo un recurso que asusta, las compañías latinoamericanas necesitan superar las barreras que la mitad de sus líderes potenciales enfrentan.
La misión en INCAE Business School es preparar a los futuros líderes para el negocio y los cambios sociales que enfrentarán. Esto es precisamente el porqué de hacer un curso de diversidad de género mandatorio para todos los MBAS.
Aun cuando me siento honrada de enseñar esta clase, no es una tarea fácil. Para empezar, nuestros futuros líderes no piensan que las barreras existen.
Para parafrasear a los estudiantes: “Somos una nueva generación, más progresista y de mente abierta”. “Sí, las mujeres enfrentaron barreras en el pasado, pero no hoy”.
Usualmente, los estudiantes basan sus creencias con anécdotas conmovedoras: “Mi papá me enseñó que como niña podía hacer lo que yo quisiera”; “cuando era un niño jugué tanto con legos como con muñecas, jugué a la casita y fútbol. Nunca vi barreras en hacer lo que quería”.
Hace 5 años, cuando el curso fue implementado por primera vez, estaba tentada en creer en mis estudiantes. ¡Tal vez realmente era una generación nueva, equitativa y orientada!
Hoy, la batalla puesta a prueba, estoy lista para retarlos:
“Usted y su pareja trabajan para la misma empresa, en el mismo nivel. Ambos están igualmente calificados para un ascenso. Solo uno de ustedes lo obtendrá. ¿El ascenso debería de darse a la mujer o al hombre?
El mes pasado, decidí consultarle a Juan, él se encuentra en el top 10 de la clase, y está saliendo con una mujer que también se encuentra en el top 10.
Antes de que él respondiera, hubo una larga pausa en la que él vio arriba y abajo al monitor de su computadora. “¡Solo diga la verdad!”, alguien gritó desde atrás.
Su respuesta, cuando al fin llegó fue en voz baja, pero la acústica de la clase fue suficiente para escucharlo: “Creo que debería ser para mí”.
La clase aplaudió, claramente apoyando su honestidad. También inconscientes del punto principal que estaba haciendo.
“Pero si todos ustedes estaban de acuerdo en que nuestras MBAs femeninas no enfrentan barreras profesionales comparadas a los hombres. Entonces, ¿cómo es posible que después de una simple pregunta, todos están tan seguros de que el ascenso debería dársele al hombre?”, pregunté.
Mientras que él se tomaba una tonalidad rosada oscura, un silencio mortal cayó sobre la clase, su novia habló:
Ella estaba enojada, probablemente conmigo.
“Estoy de acuerdo con Juan, debería ser él”. Pero no por ninguna barrera de género, sino porque es normal. Si tomo el ascenso nuestra relación será difícil, será complicado, ¿cierto? Si soy tan buena, habrá otra oportunidad de ascenso para mí, ¿cuál es el problema con esperar?
Como siempre, no sé si reír o llorar. Lo que estoy presenciando en tiempo real, es un ejemplo de la principal barrera que no permite avanzar a las mujeres. Sesgos de género inconscientes.
De acuerdo al estudio global en línea de 2016 de Harvard, diseñado para resaltar el comportamiento inconsciente que no nos damos cuenta de que estamos exhibiendo (y por ende nos causa reforzar estereotipos y sesgos de género), 76% de más de 200 mil participantes resultaron contar con sesgos de género. Tal vez digan que los hombres y las mujeres son iguales, pero sus comportamientos inconscientes indican que piensan que los hombres son más apropiados para carreras y las mujeres son mejores como amas de casa.
¿Cuenta usted con sesgo de género? Considere el siguiente escenario: Un niño y su padre se ven involucrados en un accidente de carro. El padre muere, pero el niño es llevado al hospital a cirugía, al verlo, la persona que realiza la cirugía dice: “No puedo operar a este niño, porque es mi hijo”.
¿De cuál género imaginó a la persona que iba a realizar la cirugía? Si usted asumió que era un hombre, usted está en la mayoría. Esto no es por un intento consciente de evaluar a hombres y mujeres diferente. Es porque usted es parte del 76% del mundo condicionado a asociar ciertos roles con hombres.
Mientras nuestra nueva generación de líderes falle en reconocer que los sesgos de género existen, y continúen en subvertir las oportunidades de liderazgo a los hombres, compañías y sociedades fallarán en alcanzar su máximo potencial competitivo.

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