Liderazgo en restaurantes
| Viernes 20 junio, 2008
ESQUINA EPICUREA
Liderazgo en restaurantes
Un asiduo lector de esta columna me recordó que en la pasada faltó anotar como factor de éxito la influencia que tiene el propietario en el servicio… ¡Nada más cierto!
La mayoría de los restaurantes nacen porque inversionistas bienintencionados (según ellos) deciden iniciar un negocio con el objeto de hacer plata, ¡punto!
Pocos en realidad mezclan el verdadero sentido de la profesión (servir por el arte de servir ante todo) con desde luego, que sea rentable (los dos deben de ir juntos).
Hay mucho de ego en este negocio, algunos que nublan el entendimiento, y esto es peligroso en los casos en que el propietario está por el estatus o la plata, sin tener una visión de 360° del negocio.
Sí, tiene en efecto mucha razón el lector y amigo al decir que un mal propietario puede arruinar a buenos trabajadores… y basta con ver el ejemplo que dan.
Propietarios arrogantes y que consideran que su negocio no requiere consejos, tratan despreciativamente al personal y no se preocupan por incorporar buenas prácticas permanentemente.
Propongo que algunos propietarios analicen unos buenos ejemplos de los cuales se puede aprender y los resultados saltan a la vista: Bacchus en Santa Ana, Grano de Oro en San José, Tin Jo en San José, Tintos y Blancos en Terramall y Paseo Las Flores, Marina Los Sueños en Playa Herradura (para poner solo unos nombres, lo siento por otros, pero no hay espacio para mencionarlos a todos).
Bueno… quién sabe si los propietarios que deben revisar su actitud entenderán lo que estoy diciendo, pues uno de los cuatro niveles de conocimiento (y el más peligroso) desgraciadamente es “el que no sabe que no sabe”.
Por el contrario, en los restaurantes exitosos vemos a propietarios comprometidos, positivos, preocupados por su gente y la tratan bien (como se merece), involucrados, pendientes y prestos a reaccionar de manera asertiva ante cualquier variación que se desvíe de un buen servicio.
En ellos vemos características de nobleza en primer lugar, balance emocional a la hora de dirigir a un equipo, sólidas prácticas de negocios, maravilloso ejemplo con su comportamiento, apego a los detalles, seguimiento y un soberano sentido de la urgencia.
Hay más atributos de los cuales podríamos hablar que tienen estos propietarios.
Por ahora, la promesa de completar la lista con la recomendación de don Rodrigo está cumplida, lástima que no hay más espacio para elaborar, ¡gracias por la sugerencia!
Buen provecho y hasta la próxima semana.
Alfredo Echeverría
Director Ejecutivo
Grupo HRS Consultores
Liderazgo en restaurantes
Un asiduo lector de esta columna me recordó que en la pasada faltó anotar como factor de éxito la influencia que tiene el propietario en el servicio… ¡Nada más cierto!
La mayoría de los restaurantes nacen porque inversionistas bienintencionados (según ellos) deciden iniciar un negocio con el objeto de hacer plata, ¡punto!
Pocos en realidad mezclan el verdadero sentido de la profesión (servir por el arte de servir ante todo) con desde luego, que sea rentable (los dos deben de ir juntos).
Hay mucho de ego en este negocio, algunos que nublan el entendimiento, y esto es peligroso en los casos en que el propietario está por el estatus o la plata, sin tener una visión de 360° del negocio.
Sí, tiene en efecto mucha razón el lector y amigo al decir que un mal propietario puede arruinar a buenos trabajadores… y basta con ver el ejemplo que dan.
Propietarios arrogantes y que consideran que su negocio no requiere consejos, tratan despreciativamente al personal y no se preocupan por incorporar buenas prácticas permanentemente.
Propongo que algunos propietarios analicen unos buenos ejemplos de los cuales se puede aprender y los resultados saltan a la vista: Bacchus en Santa Ana, Grano de Oro en San José, Tin Jo en San José, Tintos y Blancos en Terramall y Paseo Las Flores, Marina Los Sueños en Playa Herradura (para poner solo unos nombres, lo siento por otros, pero no hay espacio para mencionarlos a todos).
Bueno… quién sabe si los propietarios que deben revisar su actitud entenderán lo que estoy diciendo, pues uno de los cuatro niveles de conocimiento (y el más peligroso) desgraciadamente es “el que no sabe que no sabe”.
Por el contrario, en los restaurantes exitosos vemos a propietarios comprometidos, positivos, preocupados por su gente y la tratan bien (como se merece), involucrados, pendientes y prestos a reaccionar de manera asertiva ante cualquier variación que se desvíe de un buen servicio.
En ellos vemos características de nobleza en primer lugar, balance emocional a la hora de dirigir a un equipo, sólidas prácticas de negocios, maravilloso ejemplo con su comportamiento, apego a los detalles, seguimiento y un soberano sentido de la urgencia.
Hay más atributos de los cuales podríamos hablar que tienen estos propietarios.
Por ahora, la promesa de completar la lista con la recomendación de don Rodrigo está cumplida, lástima que no hay más espacio para elaborar, ¡gracias por la sugerencia!
Buen provecho y hasta la próxima semana.
Alfredo Echeverría
Director Ejecutivo
Grupo HRS Consultores