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Las Eras Energéticas

| Lunes 03 octubre, 2011


Las Eras Energéticas

La energía es un recurso esencial para cualquier sociedad y sus patrones, condiciones y limitaciones en su suministro afectarán directamente el bienestar de cualquier país, la calidad de vida y las oportunidades de desarrollo humano de sus habitantes.
El consumo de energía en el mundo crece continuamente por tres razones: el crecimiento económico, el aumento de la población y la mejora de la calidad de vida de las personas. En cuanto a los cambios en el sector energía, la tecnología continuará siendo el impulsor crítico hacia la economía del hidrógeno de aquí a varias décadas como parte de un proceso que se lleva a cabo en Eras Energéticas.
Estas Eras Energéticas han inducido Eras Económicas diferentes y han respondido a necesidades humanas, sociales, ambientales, económicas y de seguridad energética diferentes, asociadas a tecnologías también diferentes. Esta es una evolución sin fin. La madera o leña dominó el panorama energético mundial hasta el siglo XVIII, hasta que vino el carbón, que empezó a dominar en el siglo XIX y hasta la primera mitad del siglo XX. El petróleo inició su ascenso en la primera mitad del siglo XX y llegó a ser el combustible dominante antes del inicio de la segunda mitad del siglo XX. En el siglo XXI, los expertos estiman que el petróleo (número uno actualmente) y el carbón (número dos) van a ceder su posición dominante al gas natural (número tres), el cual se convertirá en el combustible número uno del siglo XXI, para ceder luego esta posición al hidrógeno de aquí a varias décadas.
Estos cambios energéticos han inducido dramáticos cambios económicos y sociales en el desarrollo de la humanidad y lo seguirán haciendo.
Estas megatransiciones traen consigo no solo nuevas y mejores fuentes de energía, sino que cada combustible que ingresa le brinda a la sociedad una gran cantidad de innovaciones, nuevas eficiencias y una explosión sin precedentes de nuevas tecnologías. Esto lleva a un nuevo impulso de crecimiento económico inimaginable previamente, así como a una mejora en la calidad de vida y en el ambiente en un mundo cada vez más moderno y sofisticado.
Estas grandes transiciones energéticas nos han llevado de la Era de los Sólidos Energéticos (madera y carbón) a la Era de los Líquidos Energéticos (petróleo) para llevarnos posteriormente Era de los Gases Energéticos.
Estos últimos incluyen todos los gases que proveen energía, tales como el gas natural, el hidrógeno, la energía eólica, la energía solar (proveniente de la combustión del hidrógeno en el sol) y la fusión nuclear (que utiliza el hidrógeno como combustible, llamada también el ‘sol en una caja en la tierra’). La atmósfera del planeta es un gas y el viento es impulsado por los múltiples cambios que se dan en ella y el sol es mayoritariamente hidrógeno quemándose. Originalmente toda la energía vino del sol, incluyendo la energía acumulada en la madera y la biomasa en general, el carbón, el petróleo y el gas natural.
En este proceso de cambio continuo, cada combustible también trae las semillas de su propia desaparición. Cada combustible desaparece, no necesariamente porque lo hayamos agotado físicamente, sino porque los costos y riesgos para la sociedad (económico, social, ambiental y de seguridad de suministro) llegan a ser tan altos que el combustible pierde progresivamente su utilidad para la sociedad.

Roberto Dobles



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