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Lamentos y enojo por los contantes aumentos en los precios de los combustibles sin pensamiento analítico fuera de la caja (II)

Roberto Dobles roberto.dobles@gmail.com | Lunes 21 junio, 2021


Como lo señalé en mi columna anterior, el buscar reducir los costos de los combustibles derivados de petróleo con un enfoque limitado al análisis dentro del paradigma existente (dentro de la caja) conduce a soluciones de nulo o muy bajo impacto.

En muchos casos, este enfoque puede conducir a una inmovilización de la solución del problema dentro del mismo paradigma que lo creó, que es lo que ha venido ocurriendo en el caso de los combustibles derivados de petróleo.

Lo que las autoridades y los comentaristas afines han venido indicándole a la población, usando este tipo de análisis, es que no se puede hacer nada y que no se pueden bajar los precios de los derivados de petróleo importados porque el modelo es inflexible.

Entre los argumentos se señalan los siguientes:

• Costos de importación (46,2% en el caso de la gasolina súper). Se argumenta que no se puede hacer nada porque estos costos dependen de la evolución de los precios en el mercado internacional en dólares y de la devaluación del colón.

• Impuesto único (35,9% en el caso de la gasolina súper). A pesar de que Costa Rica tiene los impuestos de los combustibles más altos de la región, se argumenta que no se pueden bajar porque representan un componente muy importante de los ingresos fiscales del Estado y que en la situación de severa crisis fiscal en la que se encuentra el país (impulsada por el exceso de gasto público) es imposible bajar este impuesto.

• Con respecto a los otros factores que forman parte de la estructura de precios de los combustibles (en el caso de la gasolina súper, Margen de las estaciones de servicio 7,7%, Margen de RECOPE 6,5%, Fletes de los camiones cisterna 2,0% y Subsidios y canon de ARESEP 1,8%) se argumenta a menudo que inciden poco en los precios finales y que una rebaja en estos elementos no provocaría una reducción relevante en el precio final al consumidor.

En otras palabras, si se sigue el pensamiento analítico dentro del modelo existente (dentro de la caja) que usan las autoridades, no se puede hacer nada que no sea lamentarse y enojarse.

Para entender mejor el funcionamiento del modelo actual de los derivados de petróleo, hay que comprender el modelo energético del cual forma parte.

1. El modelo energético nacional: dos binomios rígidos reacios al cambio

En el país existen dos binomios energéticos dominados por el Estado: uno para guiar el desarrollo energético nacional y otro para suministrar la energía.

El primer binomio de energético es el de la rectoría y la regulación del sector:

• La rectoría del sector energía, que está a cargo del Ministro del MINAE, es inexistente, lo que conlleva a una evolución caótica del sector que es contraria a lo que el país requiere. Para efectos prácticos, en la evolución del sector energía la E del MINAE no existe y lo que lo que existe en la realidad es un MINA (Ministerio de Ambiente). No se puede esperar entonces que el sector evolucione correctamente y de conformidad con las tendencias mundiales.

• La regulación del sector en materia de precios la realiza ARESEP con base en el principio de servicio al costo, el cual resulta al final en el suministro de energía al costo que sea. Esta forma proveniente del pasado de fijar los precios es obsoleta dentro del nuevo paradigma energético que está emergiendo.

El segundo binomio es el del suministro de energía:

• El suministro y el desarrollo de las fuentes renovables nacionales de energía para generar electricidad está dominado por el Estado (a través del ICE) y representa el 22,3% del consumo energético nacional.

• La importación y el suministro a granel de las fuentes no renovables de energía que el país requiere está también dominado por el Estado a través del monopolio administrado por RECOPE

2. Consecuencias del modelo actual

Este modelo energético, basado en dos binomios, solamente permite desarrollar las energías renovables nacionales (lo cual se hace a muy alto costo). No permite desarrollar las fuentes no renovables de energía que tiene el país y que importa masivamente, las cuales representan actualmente el 64,3% del consumo nacional.

No permite tampoco desarrollar en el territorio nacional las fuentes sustitutas directas que están reemplazando al petróleo, las cuales son mucho más baratas. En el futuro, estas fuentes van a desplazar al petróleo de su primer lugar como la principal fuente de energía del mundo (caso del gas natural), el cual pasará al segundo lugar.

La consecuencia inmediata de la prohibición del desarrollo de una gran parte del potencial energético nacional provoca un enorme beneficio económico para:

• Las compañías petroleras privadas que suplen las continuas y crecientes importaciones que realiza el país.

• Los países de donde provienen las importaciones nacionales. Además de grandes beneficios económicos, los Estados de esos países reciben grandes cantidades de ingresos fiscales que pagan los consumidores nacionales, los cuales están incluidos en los precios de venta.

El modelo de importaciones petroleras masivas ha venido creando así un serio problema energético, económico y fiscal en el país, además de una terrible dependencia energética del exterior que conlleva a una altísima vulnerabilidad a los vaivenes y la incertidumbre del mercado petrolero internacional.

Los derivados de petróleo importados no solamente son mucho más caros que otras opciones potenciales nacionales, sino que también su distribución en el territorio nacional se hace también a un alto costo.

Es importante señalar que mientras que la importación masiva y creciente de estas fuentes no renovables de energía está bajo monopolio del Estado, el desarrollo nacional de las fuentes nacionales alternativas mucho más baratas no lo está.

Los datos muestran que los dos binomios existentes en el sector energético nacional han venido creando, por acción y por omisión, no solamente altos costos sino también una alta y creciente dependencia petrolera importada que, como se mencionó anteriormente, ya llega al 64,3%.

Y conforme pasa el tiempo, según las proyecciones oficiales sobre el consumo energético futuro del país, el consumo de energía no renovable importada (derivados de petróleo) ha venido creciendo, y seguirá creciendo, más rápido que el consumo de energía renovable nacional, lo cual ha venido aumentando su participación en el consumo energético nacional.

De acuerdo con las proyecciones de RECOPE y del ICE hacia el 2040, el consumo de derivados de petróleo importados va a crecer más rápidamente que el consumo de energías renovables nacionales.

Esto fortalecerá aún más en el futuro el modelo monopolístico de importación de los caros derivados de petróleo en detrimento de las fuentes nacionales alternativas.

3. El mundo en constante evolución energética con una Costa Rica paralizada con un modelo energético caro del pasado

Mientras que Costa Rica se mantiene con una matriz energética rígida, cara y sin transición y diversificación energética, el mundo hace lo contrario y avanza rápidamente hacia una transición y una diversificación con fuentes de energía emergentes de bajo costo y modelos energéticos con visión de futuro.

De acuerdo con los estudios y las proyecciones internacionales, de aquí al 2040 se darán muchos cambios drásticos en las tendencias en que el mundo va a satisfacer sus crecientes necesidades de energía. Entre estas tendencias se encuentran las siguientes:

• Una matriz energética en constante evolución que será la más diversificada jamás vista, la cual está siendo impulsada por una creciente competencia entre las diferentes fuentes de energía (las actuales y las emergentes).

• Los nuevos modelos y los abundantes y muy diversos suministros de energía que las nuevas tecnologías están potenciando son la principal causa de la creciente competencia entre las fuentes de energía del pasado y las nuevas fuentes de bajo costo y de bajas emisiones que están emergiendo, que son casualmente las que están impulsando los cambios en la matriz energética mundial.

• Introducción rápida de continuas y crecientes mejoras en la eficiencia energética impulsada por los continuos adelantos tecnológicos para bajar aún más los costos.

• La evidencia demuestra que de aquí al 2040, las energías renovables (principalmente la energía solar y la eólica para generar electricidad) y el gas natural (con un espectro más amplio de usos energéticos y no energéticos) están siendo las fuentes de energía que más están impulsando el cambio en la transición y diversificación energética.

Lo anterior sin perjuicio de otras fuentes emergentes de energía de menor impacto de aquí al 2040, pero que tendrán mayor impacto en las décadas siguientes.

• Sin afectar el crecimiento de las fuentes renovables de energía, el gas natural desplazará al petróleo de su primer lugar como fuente de energía en el mundo, el cual pasará al segundo lugar.

4. Conclusión de esta segunda parte

Aunque las tendencias internacionales son muy claras, en Costa Rica no se han internalizado porque la política energética de escritorio, plagada de dogmas sin sustento técnico, económico y fiscal, tiene muchos efectos nocivos en el mundo real, entre los cuales se encuentran los siguientes:

• Obstaculización, limitación o prohibición de las principales fuentes de energía que están llevando el liderazgo de la transición y de la diversificación energética mundial hacia el 2040 (solar, eólica y gas natural).

• Búsqueda, sin estudios suficientes, de algunas soluciones que a nivel internacional tienen menor impacto y que además no han logrado tener ninguna incidencia en la realidad del país.

• Adicionalmente, se quiere “embutir” estas soluciones de futuro de menor impacto internacional dentro del modelo de los dos binomios provenientes del pasado.

El rígido modelo energético del país, basado en dos binomios estatales, obstaculiza e impide la introducción de las nuevas fuentes de energía mucho más baratas y de mayor impacto que están emergiendo en el mundo y que están liderando la transición energética de aquí al 2040.

Consecuentemente, el país se está quedando con una matriz energética (el mix de fuentes de energía) proveniente del pasado y compuesta de fuentes de energía caras, tanto nacionales como importadas.

Esta es una de las razones por lo que:

• No se están reduciendo los costos de la energía a niveles internacionales.

• No se está dando ninguna transición ni ninguna diversificación energética hacia las fuentes de energía del futuro de bajo costo.

• Se está dando más bien un retroceso en la matriz energética nacional hacia una alta y creciente petrolización importada de alto costo, que además provoca una elevada vulnerabilidad energética a los vaivenes del mercado petrolero internacional en cuanto a precios y a seguridad de suministro.

Dentro del marco del contexto expuesto en la columna anterior y en ésta, en la siguiente columna se analizarán los cambios que deben hacerse en el modelo monopolístico de importación masiva y cara de derivados de petróleo a cargo de RECOPE.

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