La vida sedentaria
| Jueves 10 enero, 2008
La vida sedentaria
Se dice que una persona es sedentaria cuando no practica ningún ejercicio o deporte y no tiene una ocupación que la obligue a mantenerse en actividad constante.
La vida moderna, altamente tecnificada, nos obliga a ser sedentarios. Todo está pensado para evitar grandes esfuerzos físicos, las personas se dedican más a actividades cerebrales y todo se maneja ahora con un control remoto.
El sedentarismo no es una enfermedad pero es como si lo fuera. Está ampliamente comprobado que los estilos de vida sedentarios son una importante causa de mortalidad. En todo el mundo el porcentaje de adultos sedentarios varía entre el 60% y el 85%.
Además de aumentar las causas de mortalidad, el sedentarismo duplica el riesgo de enfermedad cardiovascular, ya que predispone a la obesidad, al aumento del colesterol, a la hipertensión arterial y a la diabetes de tipo II. La carencia de actividad física hace que los huesos pierdan fuerza y se debiliten, lo que abre el camino a enfermedades óseas como la osteoporosis, dolores de espalda, estrés, ansiedad y depresión.
El sedentarismo en niños y adolescentes favorece la mala alimentación y propicia el uso del tabaco, el alcohol y las drogas. Se debe prevenir desde temprana edad por medio de una sana educación física. Si el menor no le da la importancia que tiene a la actividad física desde los primeros años será un adulto sedentario.
El gobierno y las municipalidades deben velar por la promoción deportiva. Las empresas y lugares de trabajo deben tener un espacio para las actividades físicas de su personal. Reducir el sedentarismo es reducir el riesgo de enfermedades, el índice de absentismo, mejorar el rendimiento de los empleados y reducir costos en incapacidades.
Se dice que una persona es sedentaria cuando no practica ningún ejercicio o deporte y no tiene una ocupación que la obligue a mantenerse en actividad constante.
La vida moderna, altamente tecnificada, nos obliga a ser sedentarios. Todo está pensado para evitar grandes esfuerzos físicos, las personas se dedican más a actividades cerebrales y todo se maneja ahora con un control remoto.
El sedentarismo no es una enfermedad pero es como si lo fuera. Está ampliamente comprobado que los estilos de vida sedentarios son una importante causa de mortalidad. En todo el mundo el porcentaje de adultos sedentarios varía entre el 60% y el 85%.
Además de aumentar las causas de mortalidad, el sedentarismo duplica el riesgo de enfermedad cardiovascular, ya que predispone a la obesidad, al aumento del colesterol, a la hipertensión arterial y a la diabetes de tipo II. La carencia de actividad física hace que los huesos pierdan fuerza y se debiliten, lo que abre el camino a enfermedades óseas como la osteoporosis, dolores de espalda, estrés, ansiedad y depresión.
El sedentarismo en niños y adolescentes favorece la mala alimentación y propicia el uso del tabaco, el alcohol y las drogas. Se debe prevenir desde temprana edad por medio de una sana educación física. Si el menor no le da la importancia que tiene a la actividad física desde los primeros años será un adulto sedentario.
El gobierno y las municipalidades deben velar por la promoción deportiva. Las empresas y lugares de trabajo deben tener un espacio para las actividades físicas de su personal. Reducir el sedentarismo es reducir el riesgo de enfermedades, el índice de absentismo, mejorar el rendimiento de los empleados y reducir costos en incapacidades.