La tradición culinaria se actualiza
| Miércoles 05 diciembre, 2012
Este tipo de cambios culinarios y el reencuentro con los sabores locales pueden mejorar, en algunos casos, la dieta nacional y ser aptos para ofrecerlos al turista
La tradición culinaria se actualiza
La idea de satisfacer necesidades todavía no cubiertas por el mercado llevó a estudiantes de la Universidad de Costa Rica a crear productos novedosos que faciliten la vida de los consumidores, dice una nota de este medio ayer.
Se trata de dos premezclas. Una de ellas convierte en rápida y muy fácil la preparación de pan de elote y chorreadas, recetas de la cocina tradicional que ya casi no se hacen en las casas por falta de tiempo. La otra sirve para preparar cocteles, como la conocida piña colada.
Los creadores de estas innovaciones son estudiantes de la carrera de ingeniería de alimentos de la UCR que tardaron tres y cuatro meses respectivamente dando a luz los nuevos productos.
Ellos continuarán investigando para darle continuidad al proyecto y desarrollar más sabores. Justamente lo que Costa Rica necesita para reincorporar algunas comidas tradicionales a su dieta habitual, de un modo fácil que le permita reeducar su paladar para que disfrute de ellas.
Recordemos que el haber variado demasiado nuestra alimentación nos ha llevado a problemas de sobrepeso y obesidad con sus consecuencias.
Pero este tipo de cambios culinarios y el reencuentro con los sabores locales, tiene otra gran vertiente que es la de ofrecerlos al turista.
La cocina tradicional actualizada, especialmente si se logra darle el valor agregado de ser elaborada con productos orgánicos, puede tener un alto grado de aceptación entre quienes nos visitan, ya que vienen en busca de lo local, de lo diferente.
Por otra parte, Costa Rica que, aún siendo un país pequeño ha logrado ya tener una considerable exportación y no solo de unos pocos productos, sino de una gama interesante de ellos, con valor agregado, bien podría comenzar a exportar platillos de su cocina tradicional.
En fin, que es este tipo de innovación, en todos los ámbitos, lo que se debería estar impulsando para que, si bien nacen de las investigaciones en los laboratorios universitarios públicos, se transformen en productos importantes para el consumo interno y la economía.
Una noticia refrescante, sin duda, estimulante y esperanzadora, que proviene del talento y la iniciativa de los jóvenes.