La realidad del consenso
La aprobación del bono diferido para vivienda de la clase media es una demostración del consenso que pueden lograr los diputados si se enfocan en los problemas que sufre la población
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 02 mayo, 2011
La iniciativa para otorgar crédito y un bono para vivienda a las familias de la clase media costarricense, convertida en ley desde marzo, es una demostración del consenso que los diputados pueden lograr cuando se enfocan en alguna necesidad de la población.
Es una buena noticia que debemos resaltar. Evidencia que si los problemas que sufren los costarricenses son tomados en cuenta por el Congreso, resulta factible que los representantes de los diferentes partidos políticos se puedan poner de acuerdo y aprueben leyes para aliviarlos.
En este caso, la idea, impulsada por el Movimiento Libertario, tuvo inmediato apoyo del resto de las fracciones y, cuatro meses después de haber sido presentada para su aprobación a la Asamblea Legislativa, fue firmada por la presidenta Laura Chinchilla.
Todo un récord si se compara con el lento camino que suelen transitar los proyectos en el Congreso.
Gracias a esto, las familias de clase media que se encontraban sin posibilidades de acceder a créditos de vivienda podrán hacerlo si lo desean. El problema que antes enfrentaban se debía a que las ayudas para familias de bajos ingresos los dejaban por fuera del perfil y el crédito bancario regular, para esos fines, solo podía adquirirlo el sector de clase alta por las elevadas cuotas que debía asumir.
Vemos así como, de enfocarse en los principales problemas nacionales que sufren los costarricenses, las fracciones parlamentarias podrían ponerse de acuerdo y legislar para aliviarlos.
Son muchas las dificultades que agobian hoy a la población y estas solo se podrán ir resolviendo si las instituciones actúan con el acierto, la celeridad y la transparencia a que están obligadas.
Del mismo modo que el bono diferido de vivienda logró tener aceptación unánime en el Congreso y se aprobó en muy poco tiempo, otros asuntos que requieren atención urgente porque son vitales para una buena calidad de vida del costarricense y para la buena marcha del país, deberían despertar el interés y recibir el mismo trámite rápido en el primer poder de la República.