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La junta directiva de la CCSS queda debiendo

| Jueves 19 mayo, 2011




Nos quedan debiendo la presidencia y la junta directiva, cuál será la estrategia para reducir las listas de espera, completar la lista oficial de medicamentos, equipar los centros de atención periféricos con recursos materiales y humanos que les permitan cumplir con su misión

La junta directiva de la CCSS queda debiendo

En una de las publicaciones de la señora presidente ejecutiva de la CCSS, se hace un señalamiento de datos estadísticos correspondientes a un periodo anual, donde se enumeran los egresos hospitalarios nacionales totales, el número de consultas externas y otros.
Estos logros señalados por la Dra. Balmaceda se sustentan en la estadística actualizada, ejercicio matemático necesario para continuar y mejorar las metas y objetivos que se alcanzaron; pero lamentablemente, son cifras, números sin alma, que no pueden indicar la calidad de atención, satisfacción del usuario y la eficacia de los tratamientos que se prescriben en los servicios de atención a nivel nacional.
Este informe es bueno para los conocedores del tema y los interesados, pero la pregunta que salta es si satisface a quien corresponde o solo es un ejercicio político para aplacar a quienes cuestionan el sistema. Queda corto el informe; no son cifras o datos lo que los asegurados, trabajadores de la Institución, usuarios en general y al país, quieren conocer.
Está claro que tanto la Dra. Balmaceda como la junta que preside han heredado gestiones y acciones del pasado y probablemente con orgullo y honestidad aceptaron la espinosa misión, pero, la situación actual de la CCSS, requiere decisiones y acciones inmediatas, que superen el aspecto puramente administrativo. Los asegurados día con día nos piden soluciones reales y satisfactorias para su condición de salud.
Las insatisfacciones y frustraciones por parte de los asegurados se han hecho presentes en la prensa escrita, radial o televisiva desde hace largo tiempo. Qué podemos argumentar cuando un usuario acude a un servicio de urgencias de un hospital nacional y el profesional en salud no puede ofrecerle ni tan siquiera una silla, una camilla de observación y mucho menos una cama hospitalaria. Qué calidad de atención se puede brindar cuando los servicios de emergencias, acumulan las camillas de observación de pacientes en los pasillos, con ganchos en las paredes que funcionan como sujetadores de los sueros.
El usuario externo e interno espera un enfoque clínico y humanista, que tome en cuenta aspectos como calidad de atención, satisfacción del usuario, condiciones humanitarias mínimas que el asegurado requiere. No debemos olvidar que la parte medular de la institución, su compromiso, su razón de ser es el asegurado, que cotiza por un servicio en salud.
Nos quedan debiendo la presidencia y la junta directiva, cuál será la estrategia a implementar para reducir las listas de espera, completar la lista oficial de medicamentos, equipar los centros de atención periféricos con recursos materiales y humanos que les permitan cumplir con su misión y no funcionar como sucede en algunos casos, como un sitio de paso para el paciente. Cuándo se mejorará el Proceso de Admisión hospitalaria. A estas y probablemente a muchas otras preguntas tanto de usuarios como de funcionarios no nos han dado respuesta.

Gerardo Quirós Meza
Médico cirujano vascular - Catedrático UCR
quirosmeza@gmail.com

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