La educación lo abarca todo
Más y mejor educación produce beneficios para todos los sectores y ámbitos de la sociedad
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 07 septiembre, 2009
Se suele privilegiar la relación entre conocimientos y empleo cuando se piensa en educación. Nada más equivocado, sin embargo. La educación, como proceso integral, tiene que ver con todos los ámbitos de la vida; de ahí que cuanto mejor sea esta, tanto más resultan beneficiados sectores que atienden otros aspectos, como salud, ambiente, seguridad y turismo, entre otros; además del sustancial mejoramiento de todos los niveles en los procesos productivos de la economía.
Cuando se universaliza y se mejora cualitativamente el grado de educación de la población de un país, la consecuencia es que este crece y se eleva como un todo. Esto ocurrió a la Costa Rica del siglo pasado a partir de las decisiones que llevaron en un momento dado a instituir la educación obligatoria y gratuita para todos. Sus promotores, por eso, aún hoy se recuerdan y agradecen como visionarios gobernantes que supieron cumplir su cometido. Todas las áreas productivas del país aún recogen beneficios de aquella acción.
Hoy se necesita un nuevo impulso a la educación que signifique un cambio cuantitativo y cualitativo de igual magnitud para colocar a la población costarricense (no solo a unos pocos privilegiados) a la altura de los tiempos.
Una decisión de este tipo daría resultados insospechados porque su consecuencia sería de un efecto altamente beneficioso al permear y mejorar todas las esferas y ámbitos de la sociedad.
Pero es necesario sacar estas reflexiones del espacio de un proyecto para convertirlas en una realidad. Para el diseño del proyecto se necesitan los expertos y académicos, que puedan plasmarlo libre de mezquinos intereses, con altruismo. Para llevarlo a la práctica es indispensable la decidida acción política despojada, igualmente, de intereses espurios.
Costa Rica arriesga demasiado postergando este paso. Las consecuencias de retrasarlo las lamentaremos todos. No hay quien escape a las derivaciones negativas del descuido o la degradación de la educación en un país.
Y este es un paso que debe darse en el marco de otras medidas que propicien condiciones para su desarrollo. Una población con hambre o enferma, difícilmente podría educarse y gente sin educación no tiene oportunidades de movilidad social. Un círculo vicioso que hay que romper sin demora.