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FORO DE LECTORES


La diplomacia del cambio climático

| Lunes 04 octubre, 2010


La diplomacia del cambio climático

La base de la política exterior es garantizar la seguridad y prosperidad de nuestros ciudadanos. Esto no lo podremos hacer a menos que desarrollemos una estrategia efectiva para enfrentar el cambio climático.
La seguridad climática está inseparablemente conectada a la seguridad energética, a la seguridad alimentaria y a la seguridad del agua. Por tal razón, William Hague, Ministro Británico de Asuntos Exteriores presentó un discurso sobre el cambio climático ante el Consejo de Relaciones Exteriores en Nueva York el 27 de setiembre. Durante su intervención, dijo que una falta de respuesta al cambio climático es adversa a los valores de Naciones Unidas y del Reino Unido, “socavando la confianza entre las naciones, intensificando la competencia por los recursos y reduciendo el espacio político disponible para la cooperación”.
Sin una respuesta efectiva, nuestra seguridad se verá amenazada y nuestras economías se debilitarán. Los más pobres y vulnerables tendrán que aguantar lo más duro de los impactos del cambio climático. Como afirmó el Ministro, “nosotros tenemos una visión compartida de cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU. En un mundo sin acción sobre el cambio climático, esa visión seguirá siendo un sueño. El esfuerzo de los últimos diez años podría estar perdido”.
El Reino Unido está respondiendo. Estamos a punto de establecer un Banco de Inversión Verde, para apalancar flujos más rápidos de capital privado en infraestructura baja en carbón y salvarnos de la dependencia de petróleo y gas. Estamos también transformando radicalmente nuestra red eléctrica y ejerciendo presión en la Unión Europea para que reduzcan las emisiones en un 30% para 2020. Consideramos que esto no solo es justo hacerlo, sino que además es parte de nuestros intereses y de los intereses de todos nuestros asociados.
La economía global baja en carbono ya está estimada en casi $5 trillones por año. La participación británica en esa cifra es $173 billones, con casi un millón de británicos empleados en el sector bajo en carbono.
Pero una respuesta efectiva para el cambio climático no se puede desarrollar de forma aislada, y por esta razón estamos exigiendo un acuerdo internacional para entrenar el cambio climático bajo la ONU. Necesitamos que otras naciones también actúen. Por tal razón hacemos un llamado a los países europeos a que modernicen su infraestructura y enfrenten el reto de bajo carbono.
Y es por ello que estamos pidiendo que actúen todos los países —tanto los desarrollados como los que están en desarrollo.
Será difícil lograr una opinión global, uniforme y correcta sobre la acción que todos necesitamos tomar. Pero no debemos desanimarnos por la escala del reto. No es muy tarde, pero debemos dar pasos firmes y a tiempo. Como dijo el Ministro de Asuntos Exteriores “si lo hacemos, aún podemos determinar el destino de nuestro mundo. Si no lo hacemos, el mundo determinará nuestro destino.”

Tom Kennedy
Embajador británico





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