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La semilla emprendedora

Carlos Bejarano web@carlosbejarano.com | Miércoles 04 marzo, 2020


Corría el año 1986 y yo cursaba segundo grado, la niña Hilda hacía una de las preguntas más cruciales y recurrentes de la infancia de mi generación, creo que de todas las generaciones: ¿Qué quieren ser cuando sean grandes? Inevitablemente, en el momento que escribo esto, en mi mente retumba la voz de Miguel Mateos como si fuera la banda sonora de esta entrada.

En mi tiempo no recuerdo haber escuchado a ninguno de mis compañeros ni compañeras decir; quiero ser un emprendedor, es más, hasta difícil era escuchar que dijeran empresario, lo más aproximado era que alguno dijera; comerciante.

Lea más: Asesoría de expertos haría la diferencia entre éxito o fracaso de una pyme

Creo que hoy la realidad es distinta, lo digo basado en lo que veo en los niños, niñas y jóvenes cercanos, con los que uno logra interactuar. En mi experiencia a esta infaltable pregunta, muchos de ellos responden con cierto nivel de confusión, saben qué desean hacer, pero no saben si es una profesión existente, un oficio o si serán pioneros, lo cual es muy alentador, ya que muestra curiosidad.

Actitud para emprender

Para hablar de la actitud que genera en las personas la práctica emprendedora, es necesario decir que es una habilidad completamente humana y personal. Muchas veces, la podemos reconocer en un niño, niña o joven antes de ellos hayan expresado sus aspiraciones técnicas.

Desde mi experiencia personal reconozco que la actitud emprendedora, en un alto porcentaje, es impulsada por aprendizaje vicario o modelado; el pequeño o la pequeña ve a sus padres levantar un negocio. También, está la persona que, por una iniciativa muy personal, decide echarse al agua y crear un negocio propio.

Le invito a ver este vídeo sobre el tema

Por otro lado, hay quienes “descubren” su actitud emprendedora en medio de la crisis, al perder su empleo, por un drástico esquema de vida o cansados de las carencias de pasión en lo que hacen y encuentran en su emprendimiento una forma de vida.

El hogar y los centros educativos

Debido a los nuevos esquemas económicos que permiten el desarrollo de los mercados y quienes lo conforman, considero importante alentar la semilla emprendedora desde nuestros hogares y centro de educativos.

Le comparto un par de ejemplos, de los muchos que estoy seguro están sucediendo en el país, en el que niños, niñas y jóvenes aprenden haciendo sobre emprender, pero, mejor aún, los alientan a ver en esta forma de vida una manera de sumar en los indicadores que hacen grande a un país, a una sociedad y a un mercado.

https://www.mep.go.cr/noticias/talento-emprendedor-estudiantes-colegios-tecnicos-se-muestra-expojovem-2019

http://jacostarica.com/jacrwp/blog/

Mi reconocimiento a estos y todos los esfuerzos que las entidades públicas y empresas privadas realizan en el empoderamiento infantil y juvenil, en temas de emprendimiento y en todas las áreas posibles.

Si está pensando en crear su propio negocio, en poner en marcha esa idea que siempre ha estado presente en su mente y echarse a las aguas de emprender, hágalo en familia, que sus hijos e hijas vivan de cerca la experiencia y, desde luego, que participen.

Le invito a que reconozca en su entorno inmediato a los pequeños grandes emprendedores del futuro, para que desde ahora podamos dotarlos de las herramientas interpersonales, conceptuales y técnicas que permitirán una nueva y alentada generación de emprendedores y emprendedoras costarricenses. Gracias por leerme.







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