La empresa costarricense, resiliente ante la pandemia

¿Han sido los alivios la salvación? ¿Han dado un respiro la financiación del sistema financiero nacional? ¿Qué principales medidas de reestructuración han tenido que acometer los directivos de las empresas en los últimos meses?

La crisis derivada de la pandemia del coronavirus ha situado a las empresas costarricenses ante escenarios a los que nunca se habían enfrentado. La sociedad ha tenido que lidiar con largos meses de duro confinamiento que han hecho mella en la economía, el empleo y en la forma de operar de las compañías.

A pesar de que esta pandemia ha tenido (y tiene) diferentes vertientes en cuanto a impacto económico, los empresarios costarricenses han sabido dar una respuesta rápida y efectiva a las necesidades que ha requerido este momento inédito, a través de una serie de medidas específicas, que es de esperar sean similares a las emitidas por el informe “Resiliencia y reimpulso: la empresa española ante la COVID-19”. Un análisis basado en el nuevo programa de investigación de Grant Thornton España.

El estudio demuestra el carácter previsor del tejido empresarial español en cuanto a sus planes de gestión, acción y contingencia de cara al futuro. La mayor parte de los líderes empresariales consultados han conseguido dar una respuesta adecuada ante el coronavirus. Sin embargo, todavía quedan retos a afrontar, para los que la agilidad y la resiliencia seguirán siendo fundamentales de cara a asegurar la supervivencia y el reimpulso de los negocios en los próximos meses.

Medidas y respuestas principales puestas en marcha por la empresa española

Los directivos españoles han puesto en marcha muchos planes con efectos positivos en el futuro. Entre las más utilizadas destacan las relacionadas con reforzar seguridad de los centros de trabajo (56%) y la dotación a sus respectivas empresas de los recursos financieros necesarios para seguir operando con normalidad (50%). Los empresarios demuestran ser conscientes de que la gestión de liquidez será un punto crítico durante los próximos meses, buscando soluciones de financiación tanto por la vía pública por la privada. No es de extrañar por tanto que casi la mitad (42%) decidieran acudir a algunos de los ayudas gubernamentales y solicitud de ventajas fiscales, como los alivios fiscales. Muy posiblemente lo sucedido en el empresariado español es parecido a lo sucedido a los comerciantes costarricenses.

Además de acudir a los alivios del Estado a su alcance, los empresarios costarricenses han ido a la búsqueda de soluciones necesarias a corto plazo como la solicitud de descuentos en los suministros o la negociación con los propios clientes para adelantar pagos han marcado también la pauta durante los meses más duros de la pandemia, así como la gestión de la liquidez.

La tecnología como principal aliado ante los riesgos

Pero a diferencia de estas medidas llevadas a cabo por los empresarios costarricenses, destaca también la no apuesta decidida por la tecnología: una herramienta que ha demostrado en el mundo ser vital durante los meses más duros de la pandemia. Gracias a ella, muchas empresas han acelerado su desarrollo de forma exponencial, han reforzado sus sistemas de prevención de riesgos, tanto laborales como de negocio, eliminando las barreras que antes existían.

De implementar estos cambios, se puede ayudar a la resistencia y supervivencia de una gran cantidad de compañías, que pueden asegurar la continuidad y protección de sus cadenas de suministro y abrir nuevas oportunidades comerciales.

Si comparamos los datos de España, donde el 58% de los empresarios asegura que tras la crisis buscará implementar más tecnología y acelerar su transformación digital, con el resto de los países cercanos, podemos ver cómo los españoles están mucho más convencidos de que la recuperación vendrá de la mano de la transformación digital que la media europea (36%) o que sus homólogos en Francia, Alemania o Italia. También en esa misma línea, el 51% se muestra dispuesto a mejorar sus protocolos para la gestión de crisis, al igual que ejecutar políticas de organización que tiendan hacia una mayor flexibilidad organizativa. Todas ellas, iniciativas que encontrarán en la tecnología su mejor y principal aliado para una implementación eficiente.

Por todo ello, la pandemia del COVID-19 ha supuesto una auténtica lección para la empresa costarricense, obligada a evolucionar y transformarse en una organización más ágil, innovadora y resiliente capaz de anticiparse a la incertidumbre y los entornos cambiantes.

German Morales

Socio Director

Grant Thornton