Karl Penhaul, periodista que fue retenido en el aeropuerto Juan Santamaría por 3 días: Prensa siempre está bajo ataque
Por estar incluido en una lista negra de Estados Unidos, el comunicador no pudo ingresar a nuestro país
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Jueves 04 abril, 2024
De todos los países que ha visitado, Karl Penhaul, periodista británico, jamás se imaginó vivir una situación como la que le tocó en el aeropuerto Internacional Juan Santamaría entre el domingo anterior y el martes de esta semana.
Penhaul, con una amplia experiencia laboral para medios como CNN, Reuters, Boston Globe y US World Report, entre otros, no solo no pudo ingresar a Costa Rica, sino que también fue retenido sin mayores explicaciones por tres días.
Durante ese tiempo, durmió en el piso de la terminal aérea sin cobija y sin almohada.
El comunicador, que ha cubierto grandes sucesos en todo el mundo, incluida la Franja de Gaza, Líbano, Afganistán e Irak, además de las crisis humanitarias en Egipto y Haití, tuvo que regresar a España sin poder visitar a sus amigos en suelo nacional.
La razón, una alerta de los Estados Unidos para que el comunicador no volara a su territorio, la cual, se originó hace 10 años cuando él vivió en Colombia y cubrió la grave situación política de ese país suramericano, incluyendo el punto de vista de las FARC y los paramilitares, los cuales, eran grupos considerados terroristas por los Estados Unidos.
Desde que se originó esa alerta, Penhaul ha hecho su trabajo sin mayores inconvenientes, pero la situación vivida en Costa Rica le cayó como un balde de agua fría y se convirtió en un amargo recordatorio de que la prensa siempre estará bajo ataque.
El comunicador ya regresó a España donde vive y se fue herido por no poder ingresar a un país que admira por su sólida democracia y respeto a los derechos humanos.
Costa Rica tiene una imagen de una democracia sólida y respetuosa de los derechos humanos y la libertad de expresión y de prensa, ¿qué opina tras la experiencia vivida en suelo patrio?
Fue una situación verdaderamente sorprendente sin duda.
Antes de meterme en el periodismo, yo hice mi posgrado en Estudios Latinoamericanos a finales de los 80 y principios de los años 90 en Londres y por ello, sé que la diplomacia, la política y la democracia están en el ADN de Costa Rica de una forma que no están presentes en otros países de la región.
Costa Rica es un referente y un gran ejemplo y eso lo demostró con los Acuerdos de Esquipulas para llevar la paz a la región.
Para lograrlo, se utilizó el diálogo y la persistencia y se luchó contra el deseo y los intereses de los Estados Unidos.
Entonces, desde siempre, el país tiene mi admiración, pero también es cierto que me duele, que me arde no haber podido entrar a ese hermoso país.
Penhaul, con una amplia experiencia laboral para medios como CNN, Reuters, Boston Globe y US World Report, ha cubierto grandes conflictos por todo el mundo, incluyendo varios sitios de Medio Oriente. Cortesía/La República.
Usted señala que la experiencia fue sorpresiva, ¿le había pasado algo similar en otro país?
No para nada, es la primera vez que me sucede algo así al tratar de entrar en un país. Yo estoy en la lista de no volar hacia los Estados Unidos desde el 2014 y a pesar de ello, he viajado por todo el mundo para hacer mi trabajo en China, América Latina o en el Medio Oriente.
Como periodistas no tenemos ningún privilegio especial, ni lo esperamos, pero tampoco esperemos que nuestra condición profesional se convierta en una limitación en nuestra contra y en el caso de Costa Rica, parece que ese fue exactamente el caso.
Yo sé que estoy en esa lista de restricción de los Estados Unidos y que no puedo cruzar su espacio aéreo y punto y sin embargo, en diez años de volar por todo el mundo no me había pasado algo así como lo vivido en días pasados.
¿Cuál era el propósito de su visita?
Era una visita totalmente inocua. No venía a trabajar de ninguna manera y de ser así, hubiera sacado los permisos. Yo solo venía a una reunión social con conocidos con los cuales trabajo remotamente de vez en cuando desde hace tiempo. La idea era vernos las caras.
¿Por qué usted tiene restricción de vuelo en el territorio norteamericano?, ¿está incluido en la lista de terroristas?
Yo puedo viajar a cualquier parte del mundo excepto a Estados Unidos.
Por otra parte, sí es cierto y no es ningún secreto, estoy en una lista que me prohibe viajar a ese país desde el 2014.
Yo pienso que todo esto surge a raíz de los ataques del 11 de septiembre del 2001, lo cual, derivó en una ley antiterrorista que incluye una gran cantidad de personas por razones políticas en muchos casos.
Usted fue corresponsal de CNN en Colombia y en su momento tuvo contacto con la guerrilla y los paramilitares, ¿es correcto?
Yo pienso que de ahí viene la inclusión en la lista de no volar.
Yo viví en Colombia desde 1996 hasta 2015 aproximadamente y durante ese tiempo fui empleado de Reuters y de CNN; asimismo, trabajé como freelance para periódicos como Boston Globe y el US World Report, cubriendo el conflicto, no solo desde la perspectiva del gobierno, sino también desde el punto de vista de la guerrilla.
Obviamente, medios como Reuters o CNN no aceptan ningún tipo de sesgo e intentan siempre ser objetivos, lo que nos llevó a darle cobertura al conflicto desde todos los lados, desde la parte de los paramilitares de derecha, desde las fuerzas armadas y desde los grupos humanitarios y entonces por ahí pudo haber venido entonces esa inclusión.
Mientras que vivía en Colombia, también cubrí conflictos en todo el mundo, como en Gaza, en Líbano, en Afganistán, en Irak, además de las crisis humanitarias en Egipto, en Haití y otras coberturas en Japón y China, o sea, no estaba exclusivamente dedicado a cubrir una sola fuente.
En lo personal, pienso que la restricción se debe a las entrevistas y labores periodísticas relacionadas con las FARC.
La Franja de Gaza, Líbano, Afganistán e Irak, además de las crisis humanitarias en Egipto, en Haití, son algunos de los sitios en lo que ha estado trabajando. Cortesía/La República.
Usted fue retenido en el país desde el domingo sin posibilidad de entrar y fue hasta el martes por la tarde que pudo regresar a España, ¿cómo fueron esos días acá viviendo el aeropuerto?
Como periodista no voy a estar chillando sobre las condiciones incómodas que enfrenté, porque me ha tocado dormir en el suelo en otras ocasiones.
Lo que pasa, es que en una visita a un país, uno no espera este tipo de cosas.
Yo ingresé a Costa Rica el domingo como a las 3:00 p.m. y al pie del avión me estaban esperando cinco agentes de migración y tras los trámites migratorios me señalan que no puedo ingresar porque represento una amenaza para la seguridad pública.
En esos momentos me trasladan a una sala aparte y me indican que la aerolínea Iberia es responsable de proveerme mata, almohadas y otras cosas, pero ellos se negaron.
Cuando yo empiezo a ejercer mis derechos consulares las cosas empiezan a cambiar y al menos me permiten comprar con mi dinero agua y algo de comer. Por lo demás, tuve que dormir en el suelo sin almohada y sin manta.
¿Atendió el gobierno la situación de manera directa a través de Mario Zamora, ministro de Seguridad o Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación?
No de ninguna manera.
Más allá del acta de rechazo que firmó uno de los agentes migratorios, más allá de eso, nadie me vino a explicar nada, ni el procedimiento correcto de cómo sería la devolución a España, ni realmente las razones de fondo.
Yo supe que no me iban a dejar entrar y que el ministro Zamora no iba a revertir la situación por lo que me decían otros periodistas de Costa Rica.
En este caso, Zamora depende de una decisión gringa basada en una información o decisión política más que en la realidad.
Situaciones conflicto o desastres naturales son algunas de las coberturas peligrosas que ha realizado. Cortesía/La República.
¿A qué podría atribuir la situación vivida en Costa Rica?
Dando el beneficio de la duda, podría ser una lectura errada de una notificación que emana de Estados Unidos y que estoy consciente que existe.
Sé que cuando alguien escanea mi pasaporte sale una alerta, pero solo se quedaron con ello.
¿Cómo es posible que en 10 años de viajar por todo el mundo nadie me acusa de nada, nadie me detiene y que sigo saliendo públicamente en televisión haciendo reportajes de diferentes partes del mundo? Es un gran absurdo.
Entonces, en el punto más básico, podría haber sido un error de lectura de parte de Costa Rica, aunque sé que la gente es inteligente, no es bruta.
Por otra parte, me estaban esperando al pie del avión, o sea, venían a buscarme.
Entonces, esto me hace pensar que simplemente están aplicando lo que dicen los gringos y creo que este es el caso del ministro Zamora, quien no habría leído el informe de Reporteros sin Fronteras en donde se explica el caso. Simplemente no quiso entender.
Dicho esto, agrego que es posible una confusión, porque de hecho mi nombre aparece en la lista de no volar, pero eso no quiere decir que yo soy terrorista, soy periodista.
¿Algo más que agregar?
A mí personalmente, no lo que no me gustó es que no pude entrar a Costa Rica. Eso me arde y me duele mucho.
Como periodistas, estamos bajo ataque siempre con pequeños ataques y grandes ataques, unos más serios que otros, siempre contra la libertad de prensa, la libertad de expresión y la libertad de pensamiento.
Sin embargo, también sé que los colegas en Centroamérica y en otras partes del mundo están al pie del cañón para defender la libertad de prensa contra los intereses económicos y políticos, contra el crimen organizado y contra la delincuencia común.
Le repito, no venía para hacer trabajo periodístico en Costa Rica en esta ocasión, pero también es cierto que mi inclusión en la lista de no volar sí afecta mi labor periodística y por ende, sí es un ataque contra la libertad de prensa.