Juan Santamaría más eficiente
EFE | Jueves 27 septiembre, 2012
Juan Santamaría más eficiente
La tecnología hará del Juan Santamaría una pista de aterrizaje más eficiente y segura para las aerolíneas.
Consiste en procedimientos de navegación satelital que facilitarán el aterrizaje en pistas con topografía compleja y con escasa visibilidad, como la del aeropuerto alajuelense.
El nuevo instrumento fue probado ayer con una nave prestada por la aerolínea Taca, pero no se pondrá a operar hasta en diciembre.
Para entonces Costa Rica pasará a tener el primer aeropuerto del istmo con tecnología satelital, anunció Jorge Fernández, director general de Aviación Civil.
Las mejoras serán posibles gracias a una donación de la IATA, que es el principal organismo dedicado al transporte aéreo del mundo. Su costo ronda el $1 millón
En cuanto a eficiencia se refiere, se estima que con la nueva tecnología se podrá realizar un 20% más de operaciones.
Lo anterior porque facilitará los despegues y aterrizajes sobre todo en la parte este del aeropuerto, conocida como pista 25.
Con los equipos terrestres que se emplean actualmente es muy difícil operar desde ahí, debido a que existe una pendiente muy alta y por los constantes problemas de visibilidad.
Por ejemplo, hoy puede asistir un avión solo si el cielo está despejado en un perímetro de cinco kilómetros y el techo de nube está a más de 1.500 pies.
En cambio, con los procedimientos satelitales el avión podrá operar aunque esté nublado en menos de un kilómetros y las nubes estén a 250 pies.
Para las aerolíneas ese beneficio les significará un ahorro de hasta $4,5 mil por vuelo en combustibles, pues podrán aterrizar de manera segura aun en condiciones adversas.
Con las condiciones actuales del Juan Santamaría es frecuente que las naves tengan que desviarse a un aeropuerto cercano cuando se dan problemas de visibilidad.
Para el viajero, las mejoras significarán que podrán llegar a tiempo a su destino.
Por su parte, el ambiente también tiene una ganancia, ya que cuanto menos tenga que recorrer un avión para aterrizar en el Juan Santamaría expulsará menos dióxido de carbono.
Debido a la capacitación que deben llevar tanto pilotos como operadores, y a que se debe notificar a las aerolíneas de las innovaciones es que la tecnología no empezará a funcionar hasta diciembre.
Danny Canales
dcanales@larepublica.net
Consiste en procedimientos de navegación satelital que facilitarán el aterrizaje en pistas con topografía compleja y con escasa visibilidad, como la del aeropuerto alajuelense.
El nuevo instrumento fue probado ayer con una nave prestada por la aerolínea Taca, pero no se pondrá a operar hasta en diciembre.
Para entonces Costa Rica pasará a tener el primer aeropuerto del istmo con tecnología satelital, anunció Jorge Fernández, director general de Aviación Civil.
Las mejoras serán posibles gracias a una donación de la IATA, que es el principal organismo dedicado al transporte aéreo del mundo. Su costo ronda el $1 millón
En cuanto a eficiencia se refiere, se estima que con la nueva tecnología se podrá realizar un 20% más de operaciones.
Lo anterior porque facilitará los despegues y aterrizajes sobre todo en la parte este del aeropuerto, conocida como pista 25.
Con los equipos terrestres que se emplean actualmente es muy difícil operar desde ahí, debido a que existe una pendiente muy alta y por los constantes problemas de visibilidad.
Por ejemplo, hoy puede asistir un avión solo si el cielo está despejado en un perímetro de cinco kilómetros y el techo de nube está a más de 1.500 pies.
En cambio, con los procedimientos satelitales el avión podrá operar aunque esté nublado en menos de un kilómetros y las nubes estén a 250 pies.
Para las aerolíneas ese beneficio les significará un ahorro de hasta $4,5 mil por vuelo en combustibles, pues podrán aterrizar de manera segura aun en condiciones adversas.
Con las condiciones actuales del Juan Santamaría es frecuente que las naves tengan que desviarse a un aeropuerto cercano cuando se dan problemas de visibilidad.
Para el viajero, las mejoras significarán que podrán llegar a tiempo a su destino.
Por su parte, el ambiente también tiene una ganancia, ya que cuanto menos tenga que recorrer un avión para aterrizar en el Juan Santamaría expulsará menos dióxido de carbono.
Debido a la capacitación que deben llevar tanto pilotos como operadores, y a que se debe notificar a las aerolíneas de las innovaciones es que la tecnología no empezará a funcionar hasta diciembre.
Danny Canales
dcanales@larepublica.net