Italia rumbo a elecciones
| Viernes 08 febrero, 2008
Italia rumbo a elecciones
Prodi da por terminada su aventura política al anunciar que no será candidato
Roma
EFE
Italia celebrará elecciones anticipadas el 13 y 14 de abril, como había exigido el líder de la oposición Silvio Berlusconi, sin haber logrado un consenso para la reforma de la polémica ley electoral.
El anuncio de las fechas lo hizo el ministro de Transportes, Alessandro Bianchi, tras un Consejo de Ministros Extraordinario en el que sólo se aprobó esa decisión.
Poco antes, el presidente de la República, Giorgio Napolitano, había disuelto el Parlamento, aunque confesó que lo había hecho con “pesar”, ya que un anticipo tan grande de unas elecciones, dijo, no deja de ser “una anomalía” del sistema político.
Napolitano había intentado, previamente, lograr un consenso sobre la reforma de una ley electoral que llena el Parlamento de pequeños partidos, a la que se atribuye la gran inestabilidad de los Gobiernos italianos, a la que no fue ajeno Romano Prodi.
“La disolución de las Cámaras es una decisión obligada. No se daban las condiciones para proseguir”, declaró el jefe del Estado.
La reforma había sido solicitada por el centroizquierda, pero también por importantes sectores de la sociedad italiana, como la patronal, los sindicatos y las asociaciones de consumidores.
Sin embargo, desde el primer momento Berlusconi y sus aliados de la derecha y la extrema derecha, a quienes los sondeos dan una amplia ventaja electoral, se negaron en rotundo a esa posibilidad.
En su declaración de ayer, Napolitano destacó la necesidad de “continuar el diálogo” sobre las reformas que necesita Italia y, a falta de otro poder, pidió “sentido de la responsabilidad” a los políticos.
El presidente de la República dijo que espera que “la próxima campaña electoral se celebre en un clima que responda a la exigencia (...) de una mayor estabilidad y una mayor eficiencia del sistema político-institucional”.
Por su parte, Prodi dio por terminada ayer su aventura política cuando dijo no volvería a presentarse como candidato, una decisión que dijo espera contribuya a “serenar los espíritus” y sirva para “una campaña tranquila y pacífica”.
Prodi aseguró que, no obstante, continuará en el Partido Demócrata y que apoyará a su líder, el actual alcalde de Roma y principal rival en este momento de Berlusconi, Walter Veltroni.
El líder del Partido Demócrata, situado en un centro progresista, confirmó también hoy su intención de presentarse en solitario a las urnas, a pesar de que no se haya cambiado una ley electoral que favorece la creación de alianzas.
“El país tiene derecho a salir de un periodo de conflictos, divisiones e inmovilismo político”, afirmó Veltroni, cuya decisión ha sido interpretada como una novedad en el panorama político italiano.
El diario económico Il Sole 24Ore aseguraba que es un fenómeno político nuevo en Italia, ya que se trata de “un partido coherente hasta lesionarse y capaz de rechazar toda posibilidad de acuerdo con los aliados de ayer, para poderse dirigir con un lenguaje nuevo a los italianos”.
El periódico añade que “probablemente no bastará para impedir que el centro-derecha gane las elecciones, pero cambia la escena política del país”.
Sin embargo, esa posición es criticada precisamente desde los partidos de izquierdas, ya que le reprochan que esa actitud provocará de nuevo la llegada de Silvio Berlusconi al poder.
Mientras tanto, Berlusconi también se prepara para las elecciones y reagrupa las filas de su alianza, que se habían dispersado tras perder el Gobierno en 2006, y para hacer frente a las críticas por haberse negado a cambiar la ley electoral.
De hecho, uno de sus principales aliados, Gianfranco Fini, líder de Alianza Nacional, ya planteó ayer la posibilidad de deshacerse de unos cuantos partidos de su coalición para, sin ir en solitario, como el Partido Demócrata, al menos, quedar sólo los tres o cuatro más grandes.
Prodi da por terminada su aventura política al anunciar que no será candidato
Roma
EFE
Italia celebrará elecciones anticipadas el 13 y 14 de abril, como había exigido el líder de la oposición Silvio Berlusconi, sin haber logrado un consenso para la reforma de la polémica ley electoral.
El anuncio de las fechas lo hizo el ministro de Transportes, Alessandro Bianchi, tras un Consejo de Ministros Extraordinario en el que sólo se aprobó esa decisión.
Poco antes, el presidente de la República, Giorgio Napolitano, había disuelto el Parlamento, aunque confesó que lo había hecho con “pesar”, ya que un anticipo tan grande de unas elecciones, dijo, no deja de ser “una anomalía” del sistema político.
Napolitano había intentado, previamente, lograr un consenso sobre la reforma de una ley electoral que llena el Parlamento de pequeños partidos, a la que se atribuye la gran inestabilidad de los Gobiernos italianos, a la que no fue ajeno Romano Prodi.
“La disolución de las Cámaras es una decisión obligada. No se daban las condiciones para proseguir”, declaró el jefe del Estado.
La reforma había sido solicitada por el centroizquierda, pero también por importantes sectores de la sociedad italiana, como la patronal, los sindicatos y las asociaciones de consumidores.
Sin embargo, desde el primer momento Berlusconi y sus aliados de la derecha y la extrema derecha, a quienes los sondeos dan una amplia ventaja electoral, se negaron en rotundo a esa posibilidad.
En su declaración de ayer, Napolitano destacó la necesidad de “continuar el diálogo” sobre las reformas que necesita Italia y, a falta de otro poder, pidió “sentido de la responsabilidad” a los políticos.
El presidente de la República dijo que espera que “la próxima campaña electoral se celebre en un clima que responda a la exigencia (...) de una mayor estabilidad y una mayor eficiencia del sistema político-institucional”.
Por su parte, Prodi dio por terminada ayer su aventura política cuando dijo no volvería a presentarse como candidato, una decisión que dijo espera contribuya a “serenar los espíritus” y sirva para “una campaña tranquila y pacífica”.
Prodi aseguró que, no obstante, continuará en el Partido Demócrata y que apoyará a su líder, el actual alcalde de Roma y principal rival en este momento de Berlusconi, Walter Veltroni.
El líder del Partido Demócrata, situado en un centro progresista, confirmó también hoy su intención de presentarse en solitario a las urnas, a pesar de que no se haya cambiado una ley electoral que favorece la creación de alianzas.
“El país tiene derecho a salir de un periodo de conflictos, divisiones e inmovilismo político”, afirmó Veltroni, cuya decisión ha sido interpretada como una novedad en el panorama político italiano.
El diario económico Il Sole 24Ore aseguraba que es un fenómeno político nuevo en Italia, ya que se trata de “un partido coherente hasta lesionarse y capaz de rechazar toda posibilidad de acuerdo con los aliados de ayer, para poderse dirigir con un lenguaje nuevo a los italianos”.
El periódico añade que “probablemente no bastará para impedir que el centro-derecha gane las elecciones, pero cambia la escena política del país”.
Sin embargo, esa posición es criticada precisamente desde los partidos de izquierdas, ya que le reprochan que esa actitud provocará de nuevo la llegada de Silvio Berlusconi al poder.
Mientras tanto, Berlusconi también se prepara para las elecciones y reagrupa las filas de su alianza, que se habían dispersado tras perder el Gobierno en 2006, y para hacer frente a las críticas por haberse negado a cambiar la ley electoral.
De hecho, uno de sus principales aliados, Gianfranco Fini, líder de Alianza Nacional, ya planteó ayer la posibilidad de deshacerse de unos cuantos partidos de su coalición para, sin ir en solitario, como el Partido Demócrata, al menos, quedar sólo los tres o cuatro más grandes.