Iría Fed tras bancos extranjeros
Bloomberg | Viernes 30 noviembre, 2012
Iría Fed tras bancos extranjeros
Los organismos reguladores podrían exigir a las filiales estadounidenses de entidades crediticias extranjeras, entre ellas Deutsche Bank AG, que acaten reglas de capital más estrictas que algunos bancos intentaron sortear, dijeron tres personas familiarizadas con las conversaciones.
La Reserva Federal, que elabora pautas para los bancos más grandes del país, podría obligar a las firmas extranjeras a realizar todas sus actividades en el marco de una compañía de control estadounidense, dijeron las personas, que exigieron que no se revelara su identidad porque aún no se han completado las normas. Eso significa que las unidades locales tendrían que cumplir con los lineamientos de capital mínimo, independientemente de los recursos de sus empresas matrices.
Deutsche Bank y Barclays Plc, que tiene sede en Londres, han cambiado su situación legal en los Estados Unidos en los dos últimos años a los efectos de descartar la estructura de compañía de control.
El tratamiento podría obligar a los bancos extranjeros a inyectar capital a sus filiales en los Estados Unidos y limitaría su capacidad de trasladar fondos en el plano internacional, dijo Luigi De Ghenghi, un socio de la firma legal Davis Polk Wardwell LLP en Nueva York.
“Fragmentar el capital de forma regional impondrá costos a la banca transnacional”, dijo De Ghenghi, un miembro del grupo de instituciones financieras de la firma. “Los bancos globales correrán el riesgo de terminar con filiales sobrecapitalizadas en todo el mundo porque los organismos reguladores se muestran renuentes a permitir la repatriación de capital una vez que éste se traslada a su jurisdicción”.
Las entidades crediticias extranjeras pueden decidir si crean compañías controladoras de bancos estadounidenses. Esas unidades estaban exentas del cumplimiento de las pautas de capital siempre y cuando sus empresas matrices estuvieran bien capitalizadas.
La Fed proporcionó $538 mil millones de préstamos de emergencia a las filiales estadounidenses de bancos europeos durante la crisis financiera, casi lo mismo que a las firmas de los Estados Unidos.
Eso aumentó la presión política para que los legisladores y los organismos reguladores endurecieran las reglas para todos.
La Ley Dodd-Frank de 2010 eliminó la exención de capital en el caso de compañías controladoras de bancos extranjeros. Algunas entidades crediticias no estadounidenses cambiaron entonces su estructura legal para permanecer fuera del alcance de las reglas de capital locales.
Deutsche Bank, la entidad crediticia más grande de Alemania, estimó en 2010 que podría tener que inyectar casi $20.000 millones a su filial estadounidense para cumplir con las mismas reglas que los bancos locales, informó el año pasado el Wall Street Journal, que mencionó un documento interno de la compañía. La división, conocida como Taunus Corp., abandonó su condición de compañía de control bancario en febrero.
Barclays, el segundo mayor banco de Gran Bretaña, dijo en febrero de 2011 que había revertido la condición de Barclays Group U.S. de compañía de control bancario, en parte para sortear las exigencias de capital.
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