Instrumentos Financieros: Acciones (títulos de propiedad)
| Jueves 20 marzo, 2008
Instrumentos Financieros
Acciones (títulos de propiedad)
A pesar de que en nuestro mercado financiero el porcentaje de las empresas que emiten acciones es muy limitado, lo cual reduce la oferta de instrumentos financieros disponibles en nuestro medio, es importante referirse a estos valores ya que en los mercados internacionales es uno de los activos financieros más conocidos y abundantes. Por otra parte, no se puede dejar de lado que el inversionista nacional participante de los fondos de inversión, debe conocer sobre la cartera de los mismos, donde encontrará un porcentaje importante de acciones de renombradas empresas de carácter global.
Para efectos de este comentario nos centraremos en las acciones ordinarias, conocidas normalmente como títulos de propiedad de renta variable, en poder de un accionista de una empresa. Así, en principio, cada dueño de una acción ordinaria representa un voto para el titular del valor en cualquiera de los asuntos que la dirección de la empresa someta a votación de la junta general anual de la compañía y, por supuesto, una participación en los beneficios financieros (dividendos que la empresa decide repartir).
En algunas ocasiones las empresas emiten dos tipos de acciones ordinarias, una en que el accionista tiene derecho a voto y otras en que no. Este derecho restringido en las acciones lleva a que se vendan a un precio inferior, lo que se interpreta como el efecto en el control de la empresa.
Normalmente las empresas están gestionadas por un consejo de administración elegido por los accionistas. El consejo es el encargado de seleccionar a los ejecutivos que dirigirán a la empresa. Estos ejecutivos tienen la autoridad para tomar la mayoría de las decisiones relacionadas con la gestión diaria del negocio, sin contar con la aprobación de la junta. El objetivo de la junta es vigilar al equipo de ejecutivos para garantizarse que actúan a favor de los intereses de los accionistas.
Los miembros de la junta se eligen en una reunión anual. Los accionistas que no se pueden hacer presentes pueden ejercer su derecho al voto mediante poderes, facultando a otros accionistas para votar en su nombre.
Las acciones ordinarias de la mayor parte de las empresas se pueden comprar o vender libremente en las bolsas de valores en que se encuentran inscritas las empresas. Dos características importantes de las acciones ordinarias, en cuanto a la inversión, son los derechos residuales y la responsabilidad limitada.
El derecho residual indica que los accionistas son los últimos en el orden de preferencia de todos aquellos que tienen derechos sobre los activos e ingresos de la empresa. En la eventualidad de una liquidación de activos de la compañía, los accionistas tienen derecho a lo que queda, una vez que se canceló las obligaciones al resto de los solicitantes: autoridades fiscales, empleados, proveedores, tenedores de bonos y demás acreedores.
Los accionistas tienen derecho a un porcentaje de los ingresos generados por el negocio, después del pago de intereses y de impuestos. La dirección puede considerar este residual como dividendo en efectivo para los accionistas o reinvertirlo en el negocio para aumentar el valor de las acciones.
La responsabilidad limitada se refiere a que el monto máximo que puede perder el accionista, en caso de quiebra de la empresa, es su inversión original. Los accionistas no están expuestos al riesgo de respaldar las pérdidas de la empresa con su patrimonio personal, como sí es el caso de los propietarios directos de las compañías no constituidas en sociedades de capital.
Juan Carlos Pérez Herra
jcperez@larepublica.net
Acciones (títulos de propiedad)
A pesar de que en nuestro mercado financiero el porcentaje de las empresas que emiten acciones es muy limitado, lo cual reduce la oferta de instrumentos financieros disponibles en nuestro medio, es importante referirse a estos valores ya que en los mercados internacionales es uno de los activos financieros más conocidos y abundantes. Por otra parte, no se puede dejar de lado que el inversionista nacional participante de los fondos de inversión, debe conocer sobre la cartera de los mismos, donde encontrará un porcentaje importante de acciones de renombradas empresas de carácter global.
Para efectos de este comentario nos centraremos en las acciones ordinarias, conocidas normalmente como títulos de propiedad de renta variable, en poder de un accionista de una empresa. Así, en principio, cada dueño de una acción ordinaria representa un voto para el titular del valor en cualquiera de los asuntos que la dirección de la empresa someta a votación de la junta general anual de la compañía y, por supuesto, una participación en los beneficios financieros (dividendos que la empresa decide repartir).
En algunas ocasiones las empresas emiten dos tipos de acciones ordinarias, una en que el accionista tiene derecho a voto y otras en que no. Este derecho restringido en las acciones lleva a que se vendan a un precio inferior, lo que se interpreta como el efecto en el control de la empresa.
Normalmente las empresas están gestionadas por un consejo de administración elegido por los accionistas. El consejo es el encargado de seleccionar a los ejecutivos que dirigirán a la empresa. Estos ejecutivos tienen la autoridad para tomar la mayoría de las decisiones relacionadas con la gestión diaria del negocio, sin contar con la aprobación de la junta. El objetivo de la junta es vigilar al equipo de ejecutivos para garantizarse que actúan a favor de los intereses de los accionistas.
Los miembros de la junta se eligen en una reunión anual. Los accionistas que no se pueden hacer presentes pueden ejercer su derecho al voto mediante poderes, facultando a otros accionistas para votar en su nombre.
Las acciones ordinarias de la mayor parte de las empresas se pueden comprar o vender libremente en las bolsas de valores en que se encuentran inscritas las empresas. Dos características importantes de las acciones ordinarias, en cuanto a la inversión, son los derechos residuales y la responsabilidad limitada.
El derecho residual indica que los accionistas son los últimos en el orden de preferencia de todos aquellos que tienen derechos sobre los activos e ingresos de la empresa. En la eventualidad de una liquidación de activos de la compañía, los accionistas tienen derecho a lo que queda, una vez que se canceló las obligaciones al resto de los solicitantes: autoridades fiscales, empleados, proveedores, tenedores de bonos y demás acreedores.
Los accionistas tienen derecho a un porcentaje de los ingresos generados por el negocio, después del pago de intereses y de impuestos. La dirección puede considerar este residual como dividendo en efectivo para los accionistas o reinvertirlo en el negocio para aumentar el valor de las acciones.
La responsabilidad limitada se refiere a que el monto máximo que puede perder el accionista, en caso de quiebra de la empresa, es su inversión original. Los accionistas no están expuestos al riesgo de respaldar las pérdidas de la empresa con su patrimonio personal, como sí es el caso de los propietarios directos de las compañías no constituidas en sociedades de capital.
Juan Carlos Pérez Herra
jcperez@larepublica.net