Inconvenientes demoras
| Miércoles 10 noviembre, 2010
Inconvenientes demoras
El psicólogo y filosofo Michael Foucault estableció la división entre lo positivo y lo negativo, lo normal y lo patológico, lo significante y lo insignificante, codificando aquello que escapa a lo racional.
También codificó lo comprensible de lo incomunicable. No es posible que en asuntos casi idénticos, existan resultados judiciales contrapuestos. Don José María Figueres dijo que recibió dinero gracias a sus vastos conocimientos en el campo de las comunicaciones. Don Rafael Angel Calderón advirtió que lo habían contratado para efectuar una asesoría gracias a su experiencia en asuntos políticos y legales. El primero quedó en total libertad y el segundo fue encarcelado.
Una controvertida historia producto de un tardío arrepentimiento torció fatalmente un fallo judicial. Ninguna agrupación fue influenciada para votar a favor del proyecto finlandés. La Contraloría lo estudió y también lo avaló. El más grande pilar de nuestra democracia es el Poder Judicial. Todos esperamos de ellos absoluta transparencia y neutralidad. No es conveniente que en asuntos tan controvertidos existan renuncias sorpresivas de parte de jueces y magistrados.
Meses atrás el juez de la República don Víctor Dobles sufrió un simple problema muscular y abandonó el Tribunal que promulgó la sentencia. Uno de los jueces que terminó sentenciando no estuvo presente en los diez meses de audiencias previas al acto… Y ahora va de nuevo. Algunos medios han señalado estos hechos de insólitos e inconvenientes.
Recordemos que este es uno de los casos de mayor relevancia en nuestra historia. Observamos como transportaban continuamente de la Reforma a la Corte al ex presidente. Una gran comitiva compuesta por policías de tránsito, guardias de seguridad y hasta helicópteros, le hacían compañía. La prensa nacional y extranjera, y enardecidas personas lo esperaban en la entrada de los Tribunales. Durante muchos meses apareció en diferentes medios de prensa como la noticia del día.
Por primera vez en nuestra democrática Costa Rica se habló de testigo de la “corona”. También un medio de prensa se rasgó las vestiduras al nombrar personaje del año a un penitente. Sería muy grave que se llegara a pensar que los estrados judiciales se han convertido en un sitio carente de imparcialidad. La resolución judicial es de gran importancia para toda nuestra sociedad. No se juzga a un hombre por su color político. Se trata de estudiar las pruebas y llegar a conclusiones totalmente apegadas a la ley. Confiamos en que no existan nuevas renuncias que den espacio a más demoras.
El gran beneficiado de este triste espectáculo fue el Partido Liberación Nacional. Nuevamente estamos frente a casos iguales pero con resultados contrapuestos: Mientras Liberación se fortaleció con el escándalo, los opositores se disgregaron. Parece que existen asuntos que encumbran a unos y disminuyen a otros.
Muchos claman por justicia pronta y cumplida. Creemos que la Corte Interamericana de Derechos Humanos terminará dando el último veredicto en este caso. La Fiscalía y los jueces de la República conocían que dicha Corte había señalado falencias legales que terminarían favoreciendo al ex presidente. Desconocemos qué fuerzas provocaron que le dieran seguimiento a un caso incierto y de un altísimo costo económico para el país. El psicólogo y filosofo Foucault, lo sabrá.
Jorge Castro Guardia
El psicólogo y filosofo Michael Foucault estableció la división entre lo positivo y lo negativo, lo normal y lo patológico, lo significante y lo insignificante, codificando aquello que escapa a lo racional.
También codificó lo comprensible de lo incomunicable. No es posible que en asuntos casi idénticos, existan resultados judiciales contrapuestos. Don José María Figueres dijo que recibió dinero gracias a sus vastos conocimientos en el campo de las comunicaciones. Don Rafael Angel Calderón advirtió que lo habían contratado para efectuar una asesoría gracias a su experiencia en asuntos políticos y legales. El primero quedó en total libertad y el segundo fue encarcelado.
Una controvertida historia producto de un tardío arrepentimiento torció fatalmente un fallo judicial. Ninguna agrupación fue influenciada para votar a favor del proyecto finlandés. La Contraloría lo estudió y también lo avaló. El más grande pilar de nuestra democracia es el Poder Judicial. Todos esperamos de ellos absoluta transparencia y neutralidad. No es conveniente que en asuntos tan controvertidos existan renuncias sorpresivas de parte de jueces y magistrados.
Meses atrás el juez de la República don Víctor Dobles sufrió un simple problema muscular y abandonó el Tribunal que promulgó la sentencia. Uno de los jueces que terminó sentenciando no estuvo presente en los diez meses de audiencias previas al acto… Y ahora va de nuevo. Algunos medios han señalado estos hechos de insólitos e inconvenientes.
Recordemos que este es uno de los casos de mayor relevancia en nuestra historia. Observamos como transportaban continuamente de la Reforma a la Corte al ex presidente. Una gran comitiva compuesta por policías de tránsito, guardias de seguridad y hasta helicópteros, le hacían compañía. La prensa nacional y extranjera, y enardecidas personas lo esperaban en la entrada de los Tribunales. Durante muchos meses apareció en diferentes medios de prensa como la noticia del día.
Por primera vez en nuestra democrática Costa Rica se habló de testigo de la “corona”. También un medio de prensa se rasgó las vestiduras al nombrar personaje del año a un penitente. Sería muy grave que se llegara a pensar que los estrados judiciales se han convertido en un sitio carente de imparcialidad. La resolución judicial es de gran importancia para toda nuestra sociedad. No se juzga a un hombre por su color político. Se trata de estudiar las pruebas y llegar a conclusiones totalmente apegadas a la ley. Confiamos en que no existan nuevas renuncias que den espacio a más demoras.
El gran beneficiado de este triste espectáculo fue el Partido Liberación Nacional. Nuevamente estamos frente a casos iguales pero con resultados contrapuestos: Mientras Liberación se fortaleció con el escándalo, los opositores se disgregaron. Parece que existen asuntos que encumbran a unos y disminuyen a otros.
Muchos claman por justicia pronta y cumplida. Creemos que la Corte Interamericana de Derechos Humanos terminará dando el último veredicto en este caso. La Fiscalía y los jueces de la República conocían que dicha Corte había señalado falencias legales que terminarían favoreciendo al ex presidente. Desconocemos qué fuerzas provocaron que le dieran seguimiento a un caso incierto y de un altísimo costo económico para el país. El psicólogo y filosofo Foucault, lo sabrá.
Jorge Castro Guardia