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Ideas para la reactivación económica después del Covid-19

Ecoanálisis Consultores mercadeo@ecoanalisis.org | Martes 21 abril, 2020


Ricardo Monge González, Ph.D

Consultor fundador de Ecoanálisis


Ha pasado poco más de un mes desde que la pandemia iniciara su brutal golpe sobre la salud de cientos de costarricenses y sobre la economía. La respuesta de las autoridades para atender la emergencia en ambos casos, con la ayuda del sector privado, la academia y la sociedad civil, ha sido oportuna. Si seguimos trabajando en forma conjunta y solidaria, los costarricenses podremos superar la crisis de salud que enfrentamos. Ahora bien, no nos podemos quedar trabajando solo en esto. Debemos comenzar a prepararnos para superar la crisis económica en que hemos caído por responder a la crisis de salud. En este artículo propongo algunas ideas que espero sirvan de base para el diálogo sobre el gran reto que nos espera en materia de reactivación económica. Como punto de partida, es importante tener presente que la superación de este reto solo se alcanzará de manera satisfactoria mediante el trabajo de grupos interdisciplinarios, ya que no concierne solo a los economistas, sino también a los encargados de la salud, estadísticos, demógrafos, expertos en tecnologías de la información y comunicación (TICs), etc. Veamos.

Relajando las restricciones de salud: Un equipo mixto como el señalado debería de enfocarse en diseñar un eficiente sistema de pruebas de laboratorio masivas sobre el grado de infección de la población por el covid-19 y el grado de inmunidad frente al mismo, diferenciando por regiones y grupos de edad. En otros países esto se ha logrado con relativo éxito. Así, sería posible ir identificando regiones con altas proporciones de personas sanas que no son potenciales portadoras del virus, permitiendo que en dichas regiones se inicie un proceso de reapertura de las actividades económicas de forma gradual y cuidando de aquellas personas infectadas de forma adecuada. Lo anterior podría hacerse con análisis de sangre de anticuerpos serológicos para COVID-19, recientemente aprobado en EEUU por la FDA y con metodologías como las de sitios centinelas o regiones claves. Además, gracias al expediente digital de la CCSS (EDUS) es posible identificar en estas regiones a las personas con alto grado de riesgo ante el virus y proceder con su aislamiento para garantizar su protección. Alianzas estratégicas público-privadas serán vitales para facilitar equipos que permitan controlar posibles brotes futuros de infección. Por ejemplo, en Singapur existen Apps que permiten alertar a las personas sobre el nivel de riesgo de otras personas que están a su alrededor, utilizando para ello los celulares. En los restaurantes de estos países se han establecido sensores de temperatura para evitar que personas con fiebre ingresen a ellos. Costa Rica cuenta con un sólido sector de TICs que podría ser muy valioso como aliado de las autoridades de salud en este campo. Esta será una prueba a la capacidad de instituciones como la CCSS y el Ministerio de Salud de llevar acabo alianzas público-privadas exitosas.

Apoyo al sector productivo: Es necesario entender que en esta crisis hay actividades potencialmente ganadoras y perdedoras. En el primer grupo, tenemos productos agrícolas básicos, comercio electrónico, TICs, cuidados de salud y personales, procesamiento de alimentos, distribución y logística, accesorios y equipos médicos, y otros servicios de la salud; mientras en el segundo grupo, tenemos al turismo, servicios de aviación y marítimos, construcción y bienes raíces, manufactura de productos no esenciales, servicios financieros, educación y combustibles. Entre más actividades ganadoras tengamos y mayor sea su peso relativo en la economía, menos difícil será la tarea de la reconstrucción económica. Es vital diseñar los programas de apoyo a los diferentes sectores, según éstos sean ganadores o perdedores, y en este último caso, según sea el grado de impacto que tiene la crisis sobre las actividades. Así, por ejemplo, en el caso de los ganadores una apropiada política de fomento a los encadenamientos productivos vierte especial importancia, ya que éstas actividades pueden generar un efecto arrastre importante de otros sectores. Otro ejemplo de política consiste en desarrollar y poner en práctica planes de educación técnica rápida y enfocada. La industria de dispositivos médicos en nuestro país, por ejemplo, está desbordada de trabajo en este momento y empresas basadas en el uso de TICs, como Amazon, están buscando más gente. Requerimos por tanto, contar con capacidad para una amplia reingeniería de la fuerza laboral. Un gran reto para el INA y los colegios técnicos. Las nuevas condiciones de trabajo post covid-19 - teletrabajo, jornadas parciales, servicios profesionales en línea, etc- demandarán posteriormente cambios en la legislación laboral y en la ley de la CCSS, para garantizar tanto la generación de más fuentes de empleo y el fortalecimiento de la CCSS.

En el caso de los perdedores, se deben establecer instrumentos que permitan la capitalización de las empresas más afectadas, como las relacionadas con el turismo, ya que de lo contrario este sector no se reactivará fácilmente. Si seguimos controlando la pandemia como lo hemos hecho, se podría pensar en la posibilidad de mercadear a Costa Rica como un país en el que hay un sistema de salud de muy alto nivel, con hospitales públicos y privados que incluso recuperaron a visitantes extranjeros. Igualmente, el INS podría emitir pólizas para servicios médicos durante la estadía de los turistas.

En este mismo orden de ideas, es necesario promover el consumo, ya que este rubro corresponde a casi dos terceras partes del producto interno bruto del país. Para ello, una reducción temporal del impuesto al valor agregado u oros podría ser un buen incentivo al consumo. Si hay más consumo, habrá base imponible, de lo contrario no habrá impuestos que cobrar.

Finalmente, tanto para el caso de los ganadores como de los perdedores se debe flexibilizar la definición de PYMES para que se incluyan empresas hasta 250 trabajadores (definición de la OCDE). Esto permitiría que el 99 por ciento del parque productivo formal (según cifras de la CCSS) puedan tener acceso a los diferentes programas de apoyo que existen en el país, incluyendo fondos de financiamiento en FODEMIPYME, PROPYME, PINN y Sistema de Banca para el Desarrollo; capacitación y asistencia técnica en el INA; apoyo empresarial en DIGEPYME y encadenamientos productivos en PROCOMER, entre otros.

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