Herediano motivó a La Liga
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Miércoles 21 diciembre, 2011
Herediano motivó a La Liga
“¡Ahora les meteremos ocho!”, “¡La Liga gana de visita pero en el Nacional!”, “¡Compre desde ahora la camiseta de campeón!”. Estas y otras expresiones heredianas constituyeron un alimento de lujo para el camerino de Liga Deportiva Alajuelense, que enfrentaba desventajas ante las lesiones de varios jugadores claves. Las finales son disputas mentales y el trabajo en ese campo puede volverse crucial para favorecer o perjudicar al propio equipo.
“¡Que ellos celebren antes, nosotros lo haremos después!” “¡Ahora sí nos tocaron el orgullo!”, contestaban los liguistas. La trayectoria y la ventaja futbolística parecían estar a favor del Herediano, pero el manejo de los factores mentales y emocionales merece un análisis para aprender lecciones, tanto para la competencia deportiva como para la vida personal, pues de eso se trata, de avanzar y hacer las cosas cada vez mejor.
En el fútbol hay códigos que todos conocemos: “Los partidos hay que jugarlos”, “nunca se gana nada hasta ganarlo”, “tocar la puerta no es entrar”, “el respeto al rival es el respeto a nosotros mismos” y “calladito más bonito”. Estoy seguro de que el experimentado Jafet Soto hizo lo posible por enfriar ánimos triunfalistas y expresiones desafortunadas; él es un profesional que descollará para el bien del fútbol nacional. Le conocemos su mesura, visión, humildad y sensatez. Seguramente no tuvo el control total de las expresiones que salieron de su organización y otros actores no siguieron la “línea” dada por él.
Es posible que en la acera de la Liga hayan estado muy atentos a las afirmaciones y decisiones heredianas para colocar en el camerino los reportes de prensa de las mismas y alimentar así el orgullo, la garra y el poder mental del equipo. Esto ocurre aquí y en cualquier ámbito del mundo. Todo suma en una final, los detalles se vuelven determinantes. La inteligencia emocional tiene como pilar el reconocimiento y gestión de emociones propias y ajenas para actuar conforme a objetivos; obviamente la Liga fue superior en ello.
Así como esta vez Heredia contribuyó en la preparación mental de la Liga, el cuerpo técnico florense puede rescatar valiosas lecciones de su rival deportivo para ponerlas en acción en el próximo torneo, sumarlas a su innegable calidad como equipo, y colocarse de nuevo ante la puerta del ansiado título.
Aplaudamos a dos grandes equipos que llegaron con justicia a la final. Uno fue mejor en el torneo y el otro lo fue en el momento clave. ¡Ambos son ganadores!
German Retana
german.retana@incae.edu
“¡Ahora les meteremos ocho!”, “¡La Liga gana de visita pero en el Nacional!”, “¡Compre desde ahora la camiseta de campeón!”. Estas y otras expresiones heredianas constituyeron un alimento de lujo para el camerino de Liga Deportiva Alajuelense, que enfrentaba desventajas ante las lesiones de varios jugadores claves. Las finales son disputas mentales y el trabajo en ese campo puede volverse crucial para favorecer o perjudicar al propio equipo.
“¡Que ellos celebren antes, nosotros lo haremos después!” “¡Ahora sí nos tocaron el orgullo!”, contestaban los liguistas. La trayectoria y la ventaja futbolística parecían estar a favor del Herediano, pero el manejo de los factores mentales y emocionales merece un análisis para aprender lecciones, tanto para la competencia deportiva como para la vida personal, pues de eso se trata, de avanzar y hacer las cosas cada vez mejor.
En el fútbol hay códigos que todos conocemos: “Los partidos hay que jugarlos”, “nunca se gana nada hasta ganarlo”, “tocar la puerta no es entrar”, “el respeto al rival es el respeto a nosotros mismos” y “calladito más bonito”. Estoy seguro de que el experimentado Jafet Soto hizo lo posible por enfriar ánimos triunfalistas y expresiones desafortunadas; él es un profesional que descollará para el bien del fútbol nacional. Le conocemos su mesura, visión, humildad y sensatez. Seguramente no tuvo el control total de las expresiones que salieron de su organización y otros actores no siguieron la “línea” dada por él.
Es posible que en la acera de la Liga hayan estado muy atentos a las afirmaciones y decisiones heredianas para colocar en el camerino los reportes de prensa de las mismas y alimentar así el orgullo, la garra y el poder mental del equipo. Esto ocurre aquí y en cualquier ámbito del mundo. Todo suma en una final, los detalles se vuelven determinantes. La inteligencia emocional tiene como pilar el reconocimiento y gestión de emociones propias y ajenas para actuar conforme a objetivos; obviamente la Liga fue superior en ello.
Así como esta vez Heredia contribuyó en la preparación mental de la Liga, el cuerpo técnico florense puede rescatar valiosas lecciones de su rival deportivo para ponerlas en acción en el próximo torneo, sumarlas a su innegable calidad como equipo, y colocarse de nuevo ante la puerta del ansiado título.
Aplaudamos a dos grandes equipos que llegaron con justicia a la final. Uno fue mejor en el torneo y el otro lo fue en el momento clave. ¡Ambos son ganadores!
German Retana
german.retana@incae.edu