Hay que hacer algo por la Ministra
| Jueves 31 marzo, 2011
Hay que hacer algo por la Ministra
Leyendo los ataques que la Ministra de Salud me lanza en este periódico, he llegado a la conclusión que hay que hacer algo por ella, y pronto. Esa capacidad de desdoblar la realidad, atribuirles a otros responsabilidades que no tienen, para evadir las propias, no es normal, es patológico.
Ahora resulta que, según su decir, como ministra, y rectora del sector salud, no tenía competencias para detener el creciente descalabro de los quirófanos en el San Juan de Dios, ocurrido durante los últimos años, pero sí promovió su clausura, dejando en situación crítica y de verdadero peligro, a cientos de costarricenses que hacen fila en espera de una operación, en su mayoría sin poder acudir a una intervención privada.
Una actitud similar adoptó el año pasado, cuando decenas de comedores escolares se quedaron sin leche por negligencia en el Ministerio de Salud. En esa ocasión, pasó de ignorar el hecho, a restarle importancia y después a descargar culpas en sus subordinados, ignorando a conveniencia, que todo cuanto ocurra o deje de ocurrir en un ente público, es responsabilidad en primera instancia de su jerarca. Por cierto, dada la trascendencia del hecho, que finalmente tuvo que aceptar, públicamente se comprometió a impulsar una investigación y sentar las responsabilidades del caso, de cuyos resultados la ciudadanía jamás se enteró.
Y lo mismo podíamos decir de la millonaria remodelación que impulsó en su despacho. Se despistó de responsabilidades, primero; le restó importancia al hecho, después, y nunca hizo nada por encarar lo que a todas luces resultó ser un despilfarro de dineros públicos.
Una vez más, la Ministra me reclama por no haber actuado durante la Administración Pacheco, cuando todo el mundo sabe, excepto ella, que en ese Gobierno no se me asignó ninguna tarea. No obstante, pese a haber sido defenestrado, por iniciativa propia y responsabilidad personal, monté una oficina financiado con mis propios recursos, y ayudé a más de 12 mil personas en múltiples gestiones, incluyendo asuntos de salud.
Estos hechos reseñados y otros que han acompañado su gestión como Ministra de Salud, donde ignorar, eludir, disminuir la importancia de determinadas situaciones, y trasladar a otros culpas propias, han sido su norma de conducta, me llevan a pensar que algo hay que hacer por la Ministra, y pronto.
Luis Fishman
Diputado
Leyendo los ataques que la Ministra de Salud me lanza en este periódico, he llegado a la conclusión que hay que hacer algo por ella, y pronto. Esa capacidad de desdoblar la realidad, atribuirles a otros responsabilidades que no tienen, para evadir las propias, no es normal, es patológico.
Ahora resulta que, según su decir, como ministra, y rectora del sector salud, no tenía competencias para detener el creciente descalabro de los quirófanos en el San Juan de Dios, ocurrido durante los últimos años, pero sí promovió su clausura, dejando en situación crítica y de verdadero peligro, a cientos de costarricenses que hacen fila en espera de una operación, en su mayoría sin poder acudir a una intervención privada.
Una actitud similar adoptó el año pasado, cuando decenas de comedores escolares se quedaron sin leche por negligencia en el Ministerio de Salud. En esa ocasión, pasó de ignorar el hecho, a restarle importancia y después a descargar culpas en sus subordinados, ignorando a conveniencia, que todo cuanto ocurra o deje de ocurrir en un ente público, es responsabilidad en primera instancia de su jerarca. Por cierto, dada la trascendencia del hecho, que finalmente tuvo que aceptar, públicamente se comprometió a impulsar una investigación y sentar las responsabilidades del caso, de cuyos resultados la ciudadanía jamás se enteró.
Y lo mismo podíamos decir de la millonaria remodelación que impulsó en su despacho. Se despistó de responsabilidades, primero; le restó importancia al hecho, después, y nunca hizo nada por encarar lo que a todas luces resultó ser un despilfarro de dineros públicos.
Una vez más, la Ministra me reclama por no haber actuado durante la Administración Pacheco, cuando todo el mundo sabe, excepto ella, que en ese Gobierno no se me asignó ninguna tarea. No obstante, pese a haber sido defenestrado, por iniciativa propia y responsabilidad personal, monté una oficina financiado con mis propios recursos, y ayudé a más de 12 mil personas en múltiples gestiones, incluyendo asuntos de salud.
Estos hechos reseñados y otros que han acompañado su gestión como Ministra de Salud, donde ignorar, eludir, disminuir la importancia de determinadas situaciones, y trasladar a otros culpas propias, han sido su norma de conducta, me llevan a pensar que algo hay que hacer por la Ministra, y pronto.
Luis Fishman
Diputado