Hacia un mundo sostenible
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Sábado 16 febrero, 2008
El establecimiento en el país de la firma Gensler, que cuenta con 30 oficinas en todo el mundo, pareciera ser un ejemplo del tipo de actividades que conviene atraer a Costa Rica.
LA REPUBLICA informaba el viernes sobre la especialidad a la cual se dedica esta empresa, que es el diseño sostenible, es decir, la forma de desarrollo hacia donde debe enrumbarse el mundo y a la que ha apostado el país, aunque la tarea esté aún sin hacer o apenas iniciándose.
El diseño sostenible que propone Joseph Brancato, director general de Gensler, es aquel que logra bajar los gases que emiten los edificios mediante una estrategia en la cual se unen el diseño y las nuevas tecnologías.
La tecnología logra que cada vez sea menor la inversión para el logro de edificios de mayor calidad sostenible, y es interesante que según Gensler se ha podido comprobar que los empresarios que optan por esta modalidad, en un periodo de cuatro años recuperan dicha inversión mediante el ahorro energético que este diseño les permite.
De ahí en adelante ese ahorro se constituye en ganancia y aumenta si el costo energético también lo hace, además de que el ambiente sano, aire fresco y luz solar que este tipo de diseño proporciona a los empleados, es un beneficio adicional y mejora su productividad.
Todo lo anterior desde el punto de vista de una empresa, su productividad y beneficios. Pero hay que sumar a esto los beneficios para el país y para el ambiente en general.
En momentos en que es tan claro el imperativo de cuidar el ambiente y ahorrar energía, resulta coherente con la vocación ecologista que manifiesta el país, que empresas como Gensler se asienten en nuestro territorio para brindar desde aquí este tipo de servicios al mundo.
Por otra parte, es de esperar que el desarrollo de esta actividad proporcione conocimiento y motivación a los empresarios nacionales y extranjeros con actividades en el territorio nacional para que adopten el diseño sostenible.
Esto abre un mundo de posibilidades de negocios a partir de esta modalidad, y se espera que otras empresas y personas puedan aprovecharla para orientar sus actividades hacia las características del mundo futuro, que exige tomar en cuenta, desde el inicio de operaciones, el factor ambiental y energético.