Gobierno brasileño vende dólares para ayudar a la economía
| Martes 21 octubre, 2008
Gobierno brasileño vende dólares para ayudar a la economía
Ministro de Hacienda anunció nuevas líneas de crédito para los sectores agrícola y de la construcción civil
Sao Paulo
EFE
El Gobierno brasileño tomó ayer nuevas medidas para mantener activas las líneas de crédito de algunos sectores de la economía y evitar un mayor contagio de la crisis financiera internacional.
Las medidas fueron anunciadas después de una reunión que sostuvieron en Sao Paulo el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y su equipo económico, mientras que en el mercado cambiario el Banco Central subastaba dólares para los exportadores.
Lula se reunió con el ministro de Hacienda, Guido Mantega, y con el presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, así como con los titulares del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), Luciano Coutinho; del Banco do Brasil, Antonio Francisco Lima Neto, y de la Caixa Económica Federal, María Fernanda Coelho.
Después del encuentro, Mantega anunció nuevas líneas de crédito para los sectores agrícola y de la construcción civil, con el fin de evitar que se conviertan en víctimas de la crisis y acaben perjudicando al conjunto de la economía.
Las medidas incluyen un desembolso de 5.500 millones de reales (unos $2.588 millones) en créditos adicionales para la agricultura, que ya había recibido un millonario anticipo de préstamos, y la construcción civil, según el funcionario.
El ministro reiteró además la intención del Gobierno de mantener las inversiones del Programa de Aceleración de Crecimiento (PAC), calculadas en casi $250 mil millones hasta 2010 y programa bandera del segundo mandato de Lula.
Meirelles, por su lado, comentó que el Banco Central “no va a cambiar su estrategia” por causa de la crisis.
“El crédito decayó, pero no paró. Quien ve un cambio en la estrategia de la actuación de la autoridad monetaria está engañado”, enfatizó Meirelles.
En las últimas semanas, el Banco Central ha intervenido directa o indirectamente en el mercado cambiario para frenar la devaluación del real frente al dólar, y ayer estrenó otra herramienta: la subasta de recursos para los exportadores.
El Banco Central colocó en el mercado $1.620 millones, el 81% del total ofrecido en una subasta destinada a promover el comercio exterior.
Desde que se agudizó la crisis internacional, el mes pasado, el Gobierno brasileño ha inyectado, por medio de diferentes mecanismos, unos $30 mil millones de las reservas internacionales del país para aliviar la falta de crédito en el mercado interno.
A esos recursos se suma el nuevo desembolso anunciado ayer para la agricultura y la construcción, así como la subasta de dólares hecha para los bancos que suministran crédito a los exportadores, que han visto menguar los recursos disponibles por la fuga de capitales de países emergentes, como Brasil.
Previamente, en su programa radial semanal “Desayuno con el presidente”, Lula manifestó hoy que el país debe estar “con la antena puesta y el ojo en el crédito”, aportando más recursos para que personas y empresas tengan acceso a la financiación.
Lula señaló que desde el agravamiento de la crisis mantiene conversaciones diarias con su equipo económico, y admitió que “si hay recesión en Europa y Estados Unidos, esto va a tener implicaciones en otros países”.
Esa postura contrasta con el optimismo habitual del Gobierno, que considera que la crisis financiera es algo ajeno a la economía brasileña.
Por su parte, la oposición, que ha mantenido prudencia ante la crisis, comenzó a exigir ayer más acciones al Gobierno.
El senador Sergio Guerra, presidente del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), pidió “una reacción consistente en el área fiscal”, con “ajustes drásticos en los gastos del Gobierno”, y criticó la falta de diálogo de Lula con la oposición en momentos delicados como el actual.
Ministro de Hacienda anunció nuevas líneas de crédito para los sectores agrícola y de la construcción civil
Sao Paulo
EFE
El Gobierno brasileño tomó ayer nuevas medidas para mantener activas las líneas de crédito de algunos sectores de la economía y evitar un mayor contagio de la crisis financiera internacional.
Las medidas fueron anunciadas después de una reunión que sostuvieron en Sao Paulo el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y su equipo económico, mientras que en el mercado cambiario el Banco Central subastaba dólares para los exportadores.
Lula se reunió con el ministro de Hacienda, Guido Mantega, y con el presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, así como con los titulares del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), Luciano Coutinho; del Banco do Brasil, Antonio Francisco Lima Neto, y de la Caixa Económica Federal, María Fernanda Coelho.
Después del encuentro, Mantega anunció nuevas líneas de crédito para los sectores agrícola y de la construcción civil, con el fin de evitar que se conviertan en víctimas de la crisis y acaben perjudicando al conjunto de la economía.
Las medidas incluyen un desembolso de 5.500 millones de reales (unos $2.588 millones) en créditos adicionales para la agricultura, que ya había recibido un millonario anticipo de préstamos, y la construcción civil, según el funcionario.
El ministro reiteró además la intención del Gobierno de mantener las inversiones del Programa de Aceleración de Crecimiento (PAC), calculadas en casi $250 mil millones hasta 2010 y programa bandera del segundo mandato de Lula.
Meirelles, por su lado, comentó que el Banco Central “no va a cambiar su estrategia” por causa de la crisis.
“El crédito decayó, pero no paró. Quien ve un cambio en la estrategia de la actuación de la autoridad monetaria está engañado”, enfatizó Meirelles.
En las últimas semanas, el Banco Central ha intervenido directa o indirectamente en el mercado cambiario para frenar la devaluación del real frente al dólar, y ayer estrenó otra herramienta: la subasta de recursos para los exportadores.
El Banco Central colocó en el mercado $1.620 millones, el 81% del total ofrecido en una subasta destinada a promover el comercio exterior.
Desde que se agudizó la crisis internacional, el mes pasado, el Gobierno brasileño ha inyectado, por medio de diferentes mecanismos, unos $30 mil millones de las reservas internacionales del país para aliviar la falta de crédito en el mercado interno.
A esos recursos se suma el nuevo desembolso anunciado ayer para la agricultura y la construcción, así como la subasta de dólares hecha para los bancos que suministran crédito a los exportadores, que han visto menguar los recursos disponibles por la fuga de capitales de países emergentes, como Brasil.
Previamente, en su programa radial semanal “Desayuno con el presidente”, Lula manifestó hoy que el país debe estar “con la antena puesta y el ojo en el crédito”, aportando más recursos para que personas y empresas tengan acceso a la financiación.
Lula señaló que desde el agravamiento de la crisis mantiene conversaciones diarias con su equipo económico, y admitió que “si hay recesión en Europa y Estados Unidos, esto va a tener implicaciones en otros países”.
Esa postura contrasta con el optimismo habitual del Gobierno, que considera que la crisis financiera es algo ajeno a la economía brasileña.
Por su parte, la oposición, que ha mantenido prudencia ante la crisis, comenzó a exigir ayer más acciones al Gobierno.
El senador Sergio Guerra, presidente del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), pidió “una reacción consistente en el área fiscal”, con “ajustes drásticos en los gastos del Gobierno”, y criticó la falta de diálogo de Lula con la oposición en momentos delicados como el actual.