GM, Ford y Chrysler venden menos camionetas
| Jueves 05 junio, 2008
GM, Ford y Chrysler venden menos camionetas
Michigan -- A Ken Thompson nunca le resultó difícil vender las camionetas Silverado en Classic Chevrolet en Grapevine, estado de Texas, la mayor concesionaria estadounidense de ese tipo de vehículos. Hoy, en el terreno de 23 acres (9,3 hectáreas) y 2 mil vehículos cerca de Dallas, los clientes abandonan tratos por ofertas de $16.988, un tercio menos que el precio de lista, dice.
“Es el mayor descuento que hemos visto en meses”, dice Thompson, gerente de ventas de flotillas. El problema no es la conmoción provocada por el precio de lista, agrega. Es la parálisis en la estación de servicio. “Llenarle el tanque a uno de estos cuesta más de $100”, dice Thompson.
Multipliquemos la caída de las ventas en Classic por las declinaciones en las otras 14.293 agencias de General Motors Corp., Ford Motor Co. y Chrysler LLC en Estados Unidos, y emerge la escala del desastre financiero que enfrentan. Las camionetas de reparto o pickups y las gamas de vehículos todoterrenos mayores no son solo la mayor fuente de entradas de Detroit, sino que también han generado casi todo el ingreso de explotación del sector, dice John Casesa, analista de Casesa Shapiro Group en Nueva York.
“En los últimos 20 años, las camionetas y los todoterrenos han compensado ampliamente las pérdidas sufridas por todos los otros vehículos de Detroit”, dijo Casesa. “Es increíble ver cambiar tan drásticamente toda una forma de hacer negocios”.
De cara a una gasolina a $4 el galón (3,78 litros), las camionetas y vehículos todoterrenos cada día más grandes, cada día más lujosos, ya no atrapan la imaginación o los ingresos disponibles de los consumidores estadounidenses. Si sigue la tendencia de ventas de este año, GM, Ford y Chrysler venderán 1 millón menos de estos grandes vehículos al año, privándose de hasta $10 mil millones en ganancias anteriores a impuestos.
GM, el mayor fabricante de autos de Estados Unidos, dijo el martes que cerrará cuatro fábricas norteamericanas de camionetas y todoterrenos grandes, reduciendo la capacidad en 700 mil vehículos al año. Mientras se reposiciona alejándose de las camionetas, GM, con sede en Detroit, dijo que añadiría 200 mil unidades de producción de nuevos automóviles. También dijo que podría reformar o vender su marca Hummer de todoterrenos.
El disparo de los costos del combustible es “un cambio estructural, no solo cíclico”, dijo el martes el máximo responsable de GM Rick Wagoner. Tan solo el mes pasado, el jefe ejecutivo de Ford, Alan Mulally, declaró que el hecho de que el consumidor se haya alejado de las camionetas es “un cambio fundamental”.
Las ventas de camionetas grandes cayeron 36% en mayo y de los todoterrenos grandes, 42%, dijeron el martes los fabricantes de automóviles. Las ventas totales de vehículos bajaron 11%, su mayor declinación este año.
Detroit no enfrentaba tamaño desafío a su principal sostén desde los años 1980, cuando el éxito de Toyota Motor Corp. con los modelos económicos llevó a las compañías estadounidenses a reducir el tamaño de sus autos, dice el analista Casesa. Entonces, el cambio a autos más pequeños fue generado por bruscos aumentos de precios de los países productores de petróleo e interrupciones del abastecimiento que duplicaron el costo de la gasolina.
Hoy está ocurriendo un cambio similar de las pautas de compra de los estadounidenses, nuevamente provocado en parte por los precios de la gasolina.
Esta vez, en el achicamiento influye también la preocupación porque los combustibles fósiles contribuyen a los gases de efecto invernadero. Mientras se hundían las ventas de camionetas, Ford informó el martes que las compras de su auto pequeño Focus aumentaron 53% y las de los sedanes de tamaño mediano Fusion, 27%.
Michigan -- A Ken Thompson nunca le resultó difícil vender las camionetas Silverado en Classic Chevrolet en Grapevine, estado de Texas, la mayor concesionaria estadounidense de ese tipo de vehículos. Hoy, en el terreno de 23 acres (9,3 hectáreas) y 2 mil vehículos cerca de Dallas, los clientes abandonan tratos por ofertas de $16.988, un tercio menos que el precio de lista, dice.
“Es el mayor descuento que hemos visto en meses”, dice Thompson, gerente de ventas de flotillas. El problema no es la conmoción provocada por el precio de lista, agrega. Es la parálisis en la estación de servicio. “Llenarle el tanque a uno de estos cuesta más de $100”, dice Thompson.
Multipliquemos la caída de las ventas en Classic por las declinaciones en las otras 14.293 agencias de General Motors Corp., Ford Motor Co. y Chrysler LLC en Estados Unidos, y emerge la escala del desastre financiero que enfrentan. Las camionetas de reparto o pickups y las gamas de vehículos todoterrenos mayores no son solo la mayor fuente de entradas de Detroit, sino que también han generado casi todo el ingreso de explotación del sector, dice John Casesa, analista de Casesa Shapiro Group en Nueva York.
“En los últimos 20 años, las camionetas y los todoterrenos han compensado ampliamente las pérdidas sufridas por todos los otros vehículos de Detroit”, dijo Casesa. “Es increíble ver cambiar tan drásticamente toda una forma de hacer negocios”.
De cara a una gasolina a $4 el galón (3,78 litros), las camionetas y vehículos todoterrenos cada día más grandes, cada día más lujosos, ya no atrapan la imaginación o los ingresos disponibles de los consumidores estadounidenses. Si sigue la tendencia de ventas de este año, GM, Ford y Chrysler venderán 1 millón menos de estos grandes vehículos al año, privándose de hasta $10 mil millones en ganancias anteriores a impuestos.
GM, el mayor fabricante de autos de Estados Unidos, dijo el martes que cerrará cuatro fábricas norteamericanas de camionetas y todoterrenos grandes, reduciendo la capacidad en 700 mil vehículos al año. Mientras se reposiciona alejándose de las camionetas, GM, con sede en Detroit, dijo que añadiría 200 mil unidades de producción de nuevos automóviles. También dijo que podría reformar o vender su marca Hummer de todoterrenos.
El disparo de los costos del combustible es “un cambio estructural, no solo cíclico”, dijo el martes el máximo responsable de GM Rick Wagoner. Tan solo el mes pasado, el jefe ejecutivo de Ford, Alan Mulally, declaró que el hecho de que el consumidor se haya alejado de las camionetas es “un cambio fundamental”.
Las ventas de camionetas grandes cayeron 36% en mayo y de los todoterrenos grandes, 42%, dijeron el martes los fabricantes de automóviles. Las ventas totales de vehículos bajaron 11%, su mayor declinación este año.
Detroit no enfrentaba tamaño desafío a su principal sostén desde los años 1980, cuando el éxito de Toyota Motor Corp. con los modelos económicos llevó a las compañías estadounidenses a reducir el tamaño de sus autos, dice el analista Casesa. Entonces, el cambio a autos más pequeños fue generado por bruscos aumentos de precios de los países productores de petróleo e interrupciones del abastecimiento que duplicaron el costo de la gasolina.
Hoy está ocurriendo un cambio similar de las pautas de compra de los estadounidenses, nuevamente provocado en parte por los precios de la gasolina.
Esta vez, en el achicamiento influye también la preocupación porque los combustibles fósiles contribuyen a los gases de efecto invernadero. Mientras se hundían las ventas de camionetas, Ford informó el martes que las compras de su auto pequeño Focus aumentaron 53% y las de los sedanes de tamaño mediano Fusion, 27%.