Gianni Infantino, de la pobreza a cobrar cheques con seis ceros
Walter Herrera wherrera@larepublica.net | Miércoles 14 diciembre, 2022 09:04 a. m.
De origen italosuizo y abogado de profesión, Gianni Infantino, presidente de la FIFA, es hijo de migrantes originarios de Calabria que se fueron a Suiza en busca de una vida mejor, aunque creció en un hogar con fuertes carencias económicas. Su progenitor trabajaba en una compañía de ferrocarriles donde se encargaba de los coches cama y su madre estaba al frente de un quiosco de prensa.
De pequeño sufrió acoso por su tez llena de pecas, su pelo pelirrojo, por ser extranjero -nació en el cantón suizo de Valais- y por hablar mal el alemán.
Actualmente, Infantino es políglota y domina correctamente, además del italiano, el francés, el alemán, el español, el inglés y el árabe.
Durante su adolescencia probó suerte como futbolista, pero además de no contar con la aprobación paterna tampoco era muy diestro con el balón; "tenía dos pies izquierdos", ha confesado en alguna ocasión.
Así que se dedicó a organizar torneos y junto a varios amigos creó el equipo del Folgore. Para poder continuar con sus estudios empezó limpiando los vagones del tren y ayudando a su madre en el negocio. En su tiempo libre le encantaba leer todo lo relacionado con el deporte rey, especialmente, la Gazzetta dello Sport. Llegó a ser presidente de un club humilde en Brig.
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Se licenció en la universidad de Friburgo (Suiza) en derecho vinculado a los negocios del fútbol. En el año 2000 ingresó en la UEFA y, a partir de ahí, fue subiendo en el escalafón. En 2001 se casó con la libanesa Leena Al-Ashqar, con quien tiene cuatro hijas, las gemelas Alessia y Sabrina, Shanïa y Dhalia Nora. Desde hace algo más de un año vive en Doha donde sus hijas están escolarizadas, pero dicen que sigue pagando sus impuestos en Suiza donde acude siempre que puede a su despacho oficial.
Infantino tiene varias propiedades, entre las que destacan una casa en Reggio Calabria, otra en Trelex, en el cantón de Vaud, y un apartamento pequeño en Regio de Calabria.
Su sueldo ronda los 1,4 millones de euros y tiene unas dietas de 1.800 mensuales. En 2019, Putin otorgó la Orden de la Amistad al presidente de la FIFA.