Genial, provocador y libre
| Martes 03 junio, 2008
Genial, provocador y libre
El modisto Yves Saint-Laurent, “artesano fabricante de felicidad”, como se definía él mismo, será enterrado el jueves
París
EFE
El gran tímido que fue Yves Saint-Laurent, quien conoció muy pronto la gloria internacional, murió en su domicilio parisiense el domingo tras luchar durante un año contra un tumor cerebral, seis años después de haber dejado de ejercer su arte.
Los funerales tendrán lugar en la céntrica Iglesia de San Roque el próximo jueves. Será incinerado y sus cenizas se depositarán en una sepultura en los jardines Majorelle de Marruecos, colindantes con la residencia que Saint-Laurent compró en 1980.
Iluminó a la mujer con elementos tan vitales como la jacket negra (1960), el esmoquin (1962) y la sahariana (1969), clásicos ya eternos que él colocó por primera vez sobre la silueta femenina. La misma que entre las décadas de los 80 y 90 fue él también el primero en desvestir, en modelos de gala escotadísimos o transparentes, con el pecho al descubierto o con osadas aperturas laterales que comenzaban a veces ya en la cintura.
Saint-Laurent dio también a la mujer el traje pantalón, las pantalonetas y la trenca, llevado por su inspiración fundamental de convertir en femenino lo masculino.
Sin embargo, decía que “el más bello vestido que puede lucir una mujer son los brazos del hombre que ama”.
Toda Francia comenzó ya a llorar la pérdida. El presidente de la República, Nicolas Sarkozy, cuya tercera esposa, Carla Bruni, trabajó para el maestro, dijo que “desapareció uno de los más grandes nombres de la moda, el primero en elevar la alta costura al rango de arte, dándole un resplandor planetario”.
Fue, en efecto, Yves Saint-Laurent el primer modisto invitado a exponer sus obras en un museo, el Metropolitan de Nueva York, en 1983, donde se le dedicó una retrospectiva sobre sus primeros 25 años de carrera.
“Sin elegancia de corazón no hay elegancia”, decía el modisto de sensibilidad tan refinada que para soportar la existencia recurrió a un sinfín de sustancias más o menos prohibidas, y que lamentaba —decía él— “solo una cosa: no haber inventado el “jean”.
Había algo también que Saint-Laurent “odiaba”, la moda. La moda con su absurda tiranía de tendencias bianuales, para las temporadas de invierno y de verano. “Las mujeres que la siguen demasiado cerca corren el gran peligro de perder su naturaleza profunda”, dijo.
“Quería que todo el mundo comprendiese que mi concepto del vestir es intemporal y tardé 20 años en probarlo”, escribió el propio Saint-Laurent en 1982.
“un buen vestido es un pasaporte para la felicidad”.
Resumen de una vida
• Yves Saint-Laurent nació el 1º de agosto de 1936 en Argelia en el seno de una familia acomodada.
• De niño comenzó a dibujar vestidos para las muñecas de sus hermanas.
• A los 17 años ganó el primer premio de un concurso de diseño con el dibujo de un traje de coctel negro.
• En 1954, ya en París, comenzó a trabajar en la firma de Christian Dior, de la que se convirtió en su principal colaborador.
• A la muerte de Dior, en 1957, Saint-Laurent le sucedió y al año siguiente presentó su primera colección en solitario, que fue un éxito.
• En 1957, conoció a Pierre Bergé, que sería su amante, amigo y socio en sus negocios.
• En 1960, el Ejército francés lo llamó a filas, pero sufrió una fuerte depresión y tuvo que permanecer ingresado más de un mes.
• Cuando salió, puso un pleito contra la casa Dior, pues en su ausencia había nombrado responsable de la tienda al asistente de Saint-Laurent, Marc Bohan.
• Dior perdió el pleito y tuvo que indemnizarlo, lo que le permitió abrir su propia firma en asociación con Pierre Bergé, que se encargó de la gestión financiera y comercial.
• Para la nueva empresa, Saint-Laurent se llevó lo mejor del personal de Dior.
• En 1962 presentó su primera colección bajo el nombre de “Yves Saint-Laurent”.
• Su casa de modas se diversificó en cuatro vertientes. Además de la alta costura, lanzó en 1966 el “pret-a-porter”. La tercera vertiente fue la fabricación de complementos y entró en el mercado de cosméticos.
• En 1970 lanzó ropa masculina. Ya por aquellos años se decía que ingresaba más divisas en Francia que Renault.
• Sin embargo, en 1971 su colección Estilo 40 mereció desaprobaciones, tras lo cual cerró las puertas de su firma durante dos años.
• Reapareció en las pasarelas de la alta costura en 1974. La revista TIME lo nombró Rey de la Moda.
• En 1986 contaba ya con más de 10 mil personas trabajando para él en 200 países; su casa se convirtió en la única firma de modas francesa que cotiza en Bolsa.
• El 11 de setiembre de 1996, anunció su retirada de colecciones del pret-a-porter.
• El 14 de diciembre de 1998, LVMH, adquirió por cerca de $910 millones la marca Yves Saint-Laurent.
• El 15 de noviembre de 1999 la empresa italiana Gucci adquirió el Grupo Sanofi Beauté, propietario de YSL, por $1.000 millones.
El modisto Yves Saint-Laurent, “artesano fabricante de felicidad”, como se definía él mismo, será enterrado el jueves
París
EFE
El gran tímido que fue Yves Saint-Laurent, quien conoció muy pronto la gloria internacional, murió en su domicilio parisiense el domingo tras luchar durante un año contra un tumor cerebral, seis años después de haber dejado de ejercer su arte.
Los funerales tendrán lugar en la céntrica Iglesia de San Roque el próximo jueves. Será incinerado y sus cenizas se depositarán en una sepultura en los jardines Majorelle de Marruecos, colindantes con la residencia que Saint-Laurent compró en 1980.
Iluminó a la mujer con elementos tan vitales como la jacket negra (1960), el esmoquin (1962) y la sahariana (1969), clásicos ya eternos que él colocó por primera vez sobre la silueta femenina. La misma que entre las décadas de los 80 y 90 fue él también el primero en desvestir, en modelos de gala escotadísimos o transparentes, con el pecho al descubierto o con osadas aperturas laterales que comenzaban a veces ya en la cintura.
Saint-Laurent dio también a la mujer el traje pantalón, las pantalonetas y la trenca, llevado por su inspiración fundamental de convertir en femenino lo masculino.
Sin embargo, decía que “el más bello vestido que puede lucir una mujer son los brazos del hombre que ama”.
Toda Francia comenzó ya a llorar la pérdida. El presidente de la República, Nicolas Sarkozy, cuya tercera esposa, Carla Bruni, trabajó para el maestro, dijo que “desapareció uno de los más grandes nombres de la moda, el primero en elevar la alta costura al rango de arte, dándole un resplandor planetario”.
Fue, en efecto, Yves Saint-Laurent el primer modisto invitado a exponer sus obras en un museo, el Metropolitan de Nueva York, en 1983, donde se le dedicó una retrospectiva sobre sus primeros 25 años de carrera.
“Sin elegancia de corazón no hay elegancia”, decía el modisto de sensibilidad tan refinada que para soportar la existencia recurrió a un sinfín de sustancias más o menos prohibidas, y que lamentaba —decía él— “solo una cosa: no haber inventado el “jean”.
Había algo también que Saint-Laurent “odiaba”, la moda. La moda con su absurda tiranía de tendencias bianuales, para las temporadas de invierno y de verano. “Las mujeres que la siguen demasiado cerca corren el gran peligro de perder su naturaleza profunda”, dijo.
“Quería que todo el mundo comprendiese que mi concepto del vestir es intemporal y tardé 20 años en probarlo”, escribió el propio Saint-Laurent en 1982.
“un buen vestido es un pasaporte para la felicidad”.
Resumen de una vida
• Yves Saint-Laurent nació el 1º de agosto de 1936 en Argelia en el seno de una familia acomodada.
• De niño comenzó a dibujar vestidos para las muñecas de sus hermanas.
• A los 17 años ganó el primer premio de un concurso de diseño con el dibujo de un traje de coctel negro.
• En 1954, ya en París, comenzó a trabajar en la firma de Christian Dior, de la que se convirtió en su principal colaborador.
• A la muerte de Dior, en 1957, Saint-Laurent le sucedió y al año siguiente presentó su primera colección en solitario, que fue un éxito.
• En 1957, conoció a Pierre Bergé, que sería su amante, amigo y socio en sus negocios.
• En 1960, el Ejército francés lo llamó a filas, pero sufrió una fuerte depresión y tuvo que permanecer ingresado más de un mes.
• Cuando salió, puso un pleito contra la casa Dior, pues en su ausencia había nombrado responsable de la tienda al asistente de Saint-Laurent, Marc Bohan.
• Dior perdió el pleito y tuvo que indemnizarlo, lo que le permitió abrir su propia firma en asociación con Pierre Bergé, que se encargó de la gestión financiera y comercial.
• Para la nueva empresa, Saint-Laurent se llevó lo mejor del personal de Dior.
• En 1962 presentó su primera colección bajo el nombre de “Yves Saint-Laurent”.
• Su casa de modas se diversificó en cuatro vertientes. Además de la alta costura, lanzó en 1966 el “pret-a-porter”. La tercera vertiente fue la fabricación de complementos y entró en el mercado de cosméticos.
• En 1970 lanzó ropa masculina. Ya por aquellos años se decía que ingresaba más divisas en Francia que Renault.
• Sin embargo, en 1971 su colección Estilo 40 mereció desaprobaciones, tras lo cual cerró las puertas de su firma durante dos años.
• Reapareció en las pasarelas de la alta costura en 1974. La revista TIME lo nombró Rey de la Moda.
• En 1986 contaba ya con más de 10 mil personas trabajando para él en 200 países; su casa se convirtió en la única firma de modas francesa que cotiza en Bolsa.
• El 11 de setiembre de 1996, anunció su retirada de colecciones del pret-a-porter.
• El 14 de diciembre de 1998, LVMH, adquirió por cerca de $910 millones la marca Yves Saint-Laurent.
• El 15 de noviembre de 1999 la empresa italiana Gucci adquirió el Grupo Sanofi Beauté, propietario de YSL, por $1.000 millones.