Fútbol tico: Crisis de credibilidad
Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Jueves 19 junio, 2008
Fútbol tico: Crisis de credibilidad
Bajo nivel, estadios vacíos, clubes arruinados y para peor de males, “la sele” en la calle…
Luis Rojas
lrojas@larepublica.net
“El fútbol tico no es rentable”, decía hace unos días un ex tesorero de la Liga Deportiva Alajuelense alegando que ni al Deportivo Saprissa, propiedad del multimillonario mexicano Jorge Vergara, le deben cerrar los números en un balompié en que los gastos pareciesen ganarles la batalla, y por mucho, a los ingresos y en el que equipos llamados grandes como el mismo Alajuelense y Herediano rasguñan las paredes por falta de dinero.
Pero lo cierto es que el problema es más agudo de lo pensado. Cada vez más, aunque algunos lo nieguen, los aficionados están perdiendo la pasión por el balompié nacional que suma más frustraciones que alegrías. Las nuevas generaciones prefieren el fútbol de la televisión en cable, que nos trae las ligas europeas o suramericanas, o hasta la mexicana, que el torneo local que es exhibido por las televisoras nacionales en abundante y macabro espectáculo los domingos.
No obstante, ese bajo nivel, el endeudamiento de los equipos, la falta de infraestructura y lo mal que anda la selección enseñan apenas la punta del iceberg de una problemática que es mucho más profunda. Nuestro fútbol ha perdido credibilidad y se encuentra estancado, por no decir que retrocede.
“Necesitamos capacitar a los que están capacitando”, decía ayer el presidente de la Fedefútbol, Eduardo Li, en la presentación a la prensa del holandés Hans Westerhof, quien en los próximos dos años estará a cargo de un programa impulsado por Fundepos - Alma Mater y que pretende capacitar a nuestros técnicos para que obtengan la licencia que exige la FIFA, a partir de 2010.
Li considera que la crisis ha venido avanzando desde hace muchos años y que es un problema integral al que hay que meterle mano.
“Muchas veces hablamos que si la línea de tres o jugar con cuatro, pero olvidamos que aquí no hay infraestructura para practicar un fútbol dinámico y de intensidad”.
El técnico Carlos Watson, quien se incorporó al cuerpo técnico de Medford esta semana, coincide con esa apreciación, pero añade otro elemento. Para él, uno de los principales errores en el fútbol nacional es que acá termina un mundial, o la Copa de Oro, o el torneo de Uncaf, etcétera, y nunca pasa nada. “No nos analizamos. Los técnicos, por ejemplo, nunca nos juntamos a analizar un campeonato y a sacar conclusiones; para mí, faltan evaluaciones y comprender que esto es de todos”, expresó Carlos, quien agregó sobre el énfasis negativo que se pone cuando se habla del campeonato nacional.
“Se habla muy mal del torneo de primera división, se le castiga mucho y no se le ayuda y se nos olvida que este mueve jornada a jornada, a periodistas, taxis, restaurantes, pautas publicitarias, empleo, etc. El campeonato argentino no está en estos momentos en un gran nivel, pero fíjense cómo venden los argentinos su torneo…”.
Otro punto de vista diferente sobre este tema, nos lo da Jeaustin Campos, técnico del Saprissa, quien señala el bajo nivel de la dirigencia nacional.
“Un gran porcentaje de que el fútbol no haya despegado más se lo achaco a los dirigentes, que son los jefes nuestros y que en algún momento han tomado decisiones nocivas, fatales y hasta han dado al traste con buenos procesos”.
Para Campos, en Costa Rica no se toman decisiones que trasciendan porque los dirigentes son muy malos, algunos fanáticos. “La Unafut está amarrada por los presidentes de los clubes” dice, señalando que aunque no se puede generalizar, hasta hace poco, llegar a una reunión de Unafut “da lástima”, porque ahí “ellos son juez y parte”.
Para Luis Garita, ex rector de la Universidad de Costa Rica y actualmente rector de Fundepos Alma Mater, los dirigentes nacionales requieren capacitación.
“El fútbol es hoy en día una empresa, y en las empresas se deben tomar decisiones importantes; por ello nuestros dirigentes deben estar capacitados y mantenerse en un proceso de formación continua”.
Para Campos, el bajo nivel de nuestro torneo y de cómo Saprissa, con o sin sus estrellas pasa por encima del resto de equipos, es también un problema de dirigentes que no saben desarrollar las ligas menores de sus equipos.
“Aquí vienen agentes FIFA o no FIFA y se llevan a jugadores que apenas empiezan a destacar, a Europa, a ganar solo $2 mil o $3 mil más de lo que están ganando acá, y simplemente se pierden, mientras los dirigentes nacionales, en vez de enfocarse hacia sus ligas menores prefieren contratar extranjeros de $5 mil mensuales, $60 mil al año, dinero con el que se podría hacer mucho por las divisiones menores”.
Para Osvaldo Pandolfo, viceministro del Deporte, la salida a esta crisis que sufre el fútbol está en tomar medidas valientes a corto y largo plazo para fortalecer los procesos y darle una identidad al fútbol costarricense.
“Falta más inversión y menos improvisación. En el fútbol se mueven muchos millones que creo no están bien direccionados. Hay entrenadores que ganan ¢8 millones y jugadores que ganan cuatro, lo que en mi criterio personal, para nuestro medio es muy exagerado. Por otro lado, muchos tienen deudas con la Caja, lo cual es una contradicción; esto es una espiral inflacionaria que hay que parar”.
Pandolfo dijo que el campeonato nacional engaña, ya que se ve cómo Saprissa está sobrado, pero cuando se sale al exterior le desnudan los defectos.
Este problema es mucho más amplio todavía y pasa también por una prensa deportiva que en algunos sectores se acomoda a las circunstancias o a los intereses económicos que se mueven detrás de todo esto, y también a los jugadores, muchos de ellos ídolos de barro que la misma prensa ha ayudado a forjar, temas pendientes por tocar.
Todo pareciese estar metido ahora en una olla que está hirviendo y que estallará el próximo sábado si la selección fracasa. Empero, lo cierto es que cualquiera que sea el resultado, el domingo será otro buen momento para empezar de nuevo.
Bajo nivel, estadios vacíos, clubes arruinados y para peor de males, “la sele” en la calle…
Luis Rojas
lrojas@larepublica.net
“El fútbol tico no es rentable”, decía hace unos días un ex tesorero de la Liga Deportiva Alajuelense alegando que ni al Deportivo Saprissa, propiedad del multimillonario mexicano Jorge Vergara, le deben cerrar los números en un balompié en que los gastos pareciesen ganarles la batalla, y por mucho, a los ingresos y en el que equipos llamados grandes como el mismo Alajuelense y Herediano rasguñan las paredes por falta de dinero.
Pero lo cierto es que el problema es más agudo de lo pensado. Cada vez más, aunque algunos lo nieguen, los aficionados están perdiendo la pasión por el balompié nacional que suma más frustraciones que alegrías. Las nuevas generaciones prefieren el fútbol de la televisión en cable, que nos trae las ligas europeas o suramericanas, o hasta la mexicana, que el torneo local que es exhibido por las televisoras nacionales en abundante y macabro espectáculo los domingos.
No obstante, ese bajo nivel, el endeudamiento de los equipos, la falta de infraestructura y lo mal que anda la selección enseñan apenas la punta del iceberg de una problemática que es mucho más profunda. Nuestro fútbol ha perdido credibilidad y se encuentra estancado, por no decir que retrocede.
“Necesitamos capacitar a los que están capacitando”, decía ayer el presidente de la Fedefútbol, Eduardo Li, en la presentación a la prensa del holandés Hans Westerhof, quien en los próximos dos años estará a cargo de un programa impulsado por Fundepos - Alma Mater y que pretende capacitar a nuestros técnicos para que obtengan la licencia que exige la FIFA, a partir de 2010.
Li considera que la crisis ha venido avanzando desde hace muchos años y que es un problema integral al que hay que meterle mano.
“Muchas veces hablamos que si la línea de tres o jugar con cuatro, pero olvidamos que aquí no hay infraestructura para practicar un fútbol dinámico y de intensidad”.
El técnico Carlos Watson, quien se incorporó al cuerpo técnico de Medford esta semana, coincide con esa apreciación, pero añade otro elemento. Para él, uno de los principales errores en el fútbol nacional es que acá termina un mundial, o la Copa de Oro, o el torneo de Uncaf, etcétera, y nunca pasa nada. “No nos analizamos. Los técnicos, por ejemplo, nunca nos juntamos a analizar un campeonato y a sacar conclusiones; para mí, faltan evaluaciones y comprender que esto es de todos”, expresó Carlos, quien agregó sobre el énfasis negativo que se pone cuando se habla del campeonato nacional.
“Se habla muy mal del torneo de primera división, se le castiga mucho y no se le ayuda y se nos olvida que este mueve jornada a jornada, a periodistas, taxis, restaurantes, pautas publicitarias, empleo, etc. El campeonato argentino no está en estos momentos en un gran nivel, pero fíjense cómo venden los argentinos su torneo…”.
Otro punto de vista diferente sobre este tema, nos lo da Jeaustin Campos, técnico del Saprissa, quien señala el bajo nivel de la dirigencia nacional.
“Un gran porcentaje de que el fútbol no haya despegado más se lo achaco a los dirigentes, que son los jefes nuestros y que en algún momento han tomado decisiones nocivas, fatales y hasta han dado al traste con buenos procesos”.
Para Campos, en Costa Rica no se toman decisiones que trasciendan porque los dirigentes son muy malos, algunos fanáticos. “La Unafut está amarrada por los presidentes de los clubes” dice, señalando que aunque no se puede generalizar, hasta hace poco, llegar a una reunión de Unafut “da lástima”, porque ahí “ellos son juez y parte”.
Para Luis Garita, ex rector de la Universidad de Costa Rica y actualmente rector de Fundepos Alma Mater, los dirigentes nacionales requieren capacitación.
“El fútbol es hoy en día una empresa, y en las empresas se deben tomar decisiones importantes; por ello nuestros dirigentes deben estar capacitados y mantenerse en un proceso de formación continua”.
Para Campos, el bajo nivel de nuestro torneo y de cómo Saprissa, con o sin sus estrellas pasa por encima del resto de equipos, es también un problema de dirigentes que no saben desarrollar las ligas menores de sus equipos.
“Aquí vienen agentes FIFA o no FIFA y se llevan a jugadores que apenas empiezan a destacar, a Europa, a ganar solo $2 mil o $3 mil más de lo que están ganando acá, y simplemente se pierden, mientras los dirigentes nacionales, en vez de enfocarse hacia sus ligas menores prefieren contratar extranjeros de $5 mil mensuales, $60 mil al año, dinero con el que se podría hacer mucho por las divisiones menores”.
Para Osvaldo Pandolfo, viceministro del Deporte, la salida a esta crisis que sufre el fútbol está en tomar medidas valientes a corto y largo plazo para fortalecer los procesos y darle una identidad al fútbol costarricense.
“Falta más inversión y menos improvisación. En el fútbol se mueven muchos millones que creo no están bien direccionados. Hay entrenadores que ganan ¢8 millones y jugadores que ganan cuatro, lo que en mi criterio personal, para nuestro medio es muy exagerado. Por otro lado, muchos tienen deudas con la Caja, lo cual es una contradicción; esto es una espiral inflacionaria que hay que parar”.
Pandolfo dijo que el campeonato nacional engaña, ya que se ve cómo Saprissa está sobrado, pero cuando se sale al exterior le desnudan los defectos.
Este problema es mucho más amplio todavía y pasa también por una prensa deportiva que en algunos sectores se acomoda a las circunstancias o a los intereses económicos que se mueven detrás de todo esto, y también a los jugadores, muchos de ellos ídolos de barro que la misma prensa ha ayudado a forjar, temas pendientes por tocar.
Todo pareciese estar metido ahora en una olla que está hirviendo y que estallará el próximo sábado si la selección fracasa. Empero, lo cierto es que cualquiera que sea el resultado, el domingo será otro buen momento para empezar de nuevo.