FMI crea fondo de préstamos de emergencia
| Jueves 30 octubre, 2008
FMI crea fondo de préstamos de emergencia
Programa contará con $100 mil millones para créditos sin condiciones a países con problemas de liquidez
Washington
EFE
El Consejo Ejecutivo del FMI creó ayer un programa que contará con un fondo de $100 mil millones para dar préstamos de emergencia sin condiciones a países con buenas políticas económicas pero con problemas de liquidez.
El mecanismo pondrá a disposición de los gobiernos que reciban el visto bueno créditos por un máximo de un 500 por ciento de la cuota que tienen asignada en el Fondo Monetario Internacional (FMI), como ayuda a corto plazo para superar la crisis económica. Eso significa que Brasil podrá obtener más de $23.200 millones, México $24.100 millones y Corea del Sur casi $22.400 millones.
Estas cifras, aunque altas, son muy inferiores a las propias reservas de esos países.
No obstante, el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, defendió el papel de la entidad como un “catalizador” que atraería dinero de otras fuentes, como ha ocurrido con el paquete de ayuda extendido a Hungría, al que han contribuido el Banco Mundial y la Unión Europea.
Hungría, sin embargo, es uno de los países que muy probablemente no pueda acceder al nuevo programa del Fondo, bautizado con el nombre de Préstamos de Liquidez a Corto Plazo (SLF, en inglés), pues su eje fundamental es un historial de buena gestión económica y ausencia de desequilibrios en el sector externo.
Para poder recibir a los créditos, el Gobierno debe haber recibido una evaluación “muy positiva” del Fondo en la revisión anual de su economía, conocida como “Artículo IV”.
Strauss-Kahn dijo expresamente que Argentina no podrá acceder al nuevo programa, por el que podría haber captado casi $16.200 millones, dado que su Gobierno se ha negado a someterse a esa revisión desde mediados de 2006.
Al contrario de los programas tradicionales del Fondo, los Gobiernos que obtengan estos créditos no deberán cumplir una serie de metas y llevar a cabo reformas estructurales.
“No habrá condiciones”, dijo Strauss-Kahn.
Para recibir el dinero, los países deben contar con un nivel de deuda sostenible, buena política fiscal y monetaria, y un balance por cuenta corriente saneado, explicó un alto funcionario del FMI, que pidió no ser identificado.
Los préstamos serán a tres meses y podrán ser renovados dos veces en un período de un año.
El Fondo dedicará $100 mil millones al programa, la mitad del dinero que tiene en sus arcas actualmente, y si llegara a desembolsar toda esa cantidad revisaría los parámetros del programa, según el alto funcionario.
El nuevo programa es similar a la llamada “Línea de Crédito de Contingencia” (CCL, en inglés), creada por el FMI tras la crisis asiática de 1997 para dar liquidez a países bien administrados.
No obstante, ningún Gobierno solicitó ese mecanismo de seguro por el temor de que el mercado lo interpretara como una señal de que tenía problemas.
John Lipsky, el “número dos” del Fondo, dijo que la CCL era un método “complicado de usar”, al contrario que el nuevo programa.
Para cualificar para la CCL un país debía cumplir una lista muy detallada de condiciones, mientras que los requisitos en este caso serán más flexibles, según Strauss-Kahn.
Además, un Gobierno podrá solicitar los préstamos de manera confidencial cuando los necesite, en lugar de pasar por un proceso de aprobación previa, como en el caso de la CCL.
Brasil ha solicitado desde hace años al FMI la creación de un programa de préstamos sin condiciones destinado a países con buenas políticas económicas.
Ayer recibió otra buena noticia con el anuncio por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) de que establecerá un mecanismo para intercambiar hasta $30 mil millones por reales con el banco central de Brasil para aumentar la liquidez internacional.
La Fed realiza ese tipo de operaciones con las autoridades monetarias de países avanzados, pero ahora las ampliará a México, Singapur y Corea del Sur, además de a Brasil.
El Fondo señaló que esa iniciativa estadounidense comparte el objetivo de su nuevo programa de facilitar el acceso a dólares a economías “con bases sanas y bien gestionadas”.
Programa contará con $100 mil millones para créditos sin condiciones a países con problemas de liquidez
Washington
EFE
El Consejo Ejecutivo del FMI creó ayer un programa que contará con un fondo de $100 mil millones para dar préstamos de emergencia sin condiciones a países con buenas políticas económicas pero con problemas de liquidez.
El mecanismo pondrá a disposición de los gobiernos que reciban el visto bueno créditos por un máximo de un 500 por ciento de la cuota que tienen asignada en el Fondo Monetario Internacional (FMI), como ayuda a corto plazo para superar la crisis económica. Eso significa que Brasil podrá obtener más de $23.200 millones, México $24.100 millones y Corea del Sur casi $22.400 millones.
Estas cifras, aunque altas, son muy inferiores a las propias reservas de esos países.
No obstante, el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, defendió el papel de la entidad como un “catalizador” que atraería dinero de otras fuentes, como ha ocurrido con el paquete de ayuda extendido a Hungría, al que han contribuido el Banco Mundial y la Unión Europea.
Hungría, sin embargo, es uno de los países que muy probablemente no pueda acceder al nuevo programa del Fondo, bautizado con el nombre de Préstamos de Liquidez a Corto Plazo (SLF, en inglés), pues su eje fundamental es un historial de buena gestión económica y ausencia de desequilibrios en el sector externo.
Para poder recibir a los créditos, el Gobierno debe haber recibido una evaluación “muy positiva” del Fondo en la revisión anual de su economía, conocida como “Artículo IV”.
Strauss-Kahn dijo expresamente que Argentina no podrá acceder al nuevo programa, por el que podría haber captado casi $16.200 millones, dado que su Gobierno se ha negado a someterse a esa revisión desde mediados de 2006.
Al contrario de los programas tradicionales del Fondo, los Gobiernos que obtengan estos créditos no deberán cumplir una serie de metas y llevar a cabo reformas estructurales.
“No habrá condiciones”, dijo Strauss-Kahn.
Para recibir el dinero, los países deben contar con un nivel de deuda sostenible, buena política fiscal y monetaria, y un balance por cuenta corriente saneado, explicó un alto funcionario del FMI, que pidió no ser identificado.
Los préstamos serán a tres meses y podrán ser renovados dos veces en un período de un año.
El Fondo dedicará $100 mil millones al programa, la mitad del dinero que tiene en sus arcas actualmente, y si llegara a desembolsar toda esa cantidad revisaría los parámetros del programa, según el alto funcionario.
El nuevo programa es similar a la llamada “Línea de Crédito de Contingencia” (CCL, en inglés), creada por el FMI tras la crisis asiática de 1997 para dar liquidez a países bien administrados.
No obstante, ningún Gobierno solicitó ese mecanismo de seguro por el temor de que el mercado lo interpretara como una señal de que tenía problemas.
John Lipsky, el “número dos” del Fondo, dijo que la CCL era un método “complicado de usar”, al contrario que el nuevo programa.
Para cualificar para la CCL un país debía cumplir una lista muy detallada de condiciones, mientras que los requisitos en este caso serán más flexibles, según Strauss-Kahn.
Además, un Gobierno podrá solicitar los préstamos de manera confidencial cuando los necesite, en lugar de pasar por un proceso de aprobación previa, como en el caso de la CCL.
Brasil ha solicitado desde hace años al FMI la creación de un programa de préstamos sin condiciones destinado a países con buenas políticas económicas.
Ayer recibió otra buena noticia con el anuncio por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) de que establecerá un mecanismo para intercambiar hasta $30 mil millones por reales con el banco central de Brasil para aumentar la liquidez internacional.
La Fed realiza ese tipo de operaciones con las autoridades monetarias de países avanzados, pero ahora las ampliará a México, Singapur y Corea del Sur, además de a Brasil.
El Fondo señaló que esa iniciativa estadounidense comparte el objetivo de su nuevo programa de facilitar el acceso a dólares a economías “con bases sanas y bien gestionadas”.